El jefe de Gabinete, Marcos Peña, desplegó ayer ante el Senado un discurso optimista en materia económica, al vaticinar una futura baja de la inflación y una consolidación del “camino de crecimiento”, frente a una oposición legislativa peronista, que mencionó cuestiones como el nuevo endeudamiento externo y las finanzas de las provincias. A lo largo de su informe de gestión de cuatro horas y el primero de este año en la Cámara Alta, Peña negó que el Poder Ejecutivo “discrimine” a provincias que no pertenecen a su signo político en el reparto de asistencia económica y de obras de infraestructura y volvió a rechazar que haya “una avalancha de importación de bienes finales”, al contestar cuestionamientos respecto a la apertura de importaciones que afecta el trabajo local.
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