Tras los discursos de los tres secretarios generales que conducen la CGT, Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, en ese orden, y ante la falta de definición de la fecha del paro general de 24 horas anunciado, se iniciaron incidentes, con corridas, insultos y desórdenes entre un grupo que pedía una fecha concreta y algunos sindicalistas, como Pablo y Facundo Moyano, que debieron ser defendidos por militantes de Camioneros ante ataques de grupos que se reivindicaban como kirchneristas.
La tensión que hubo en el acto se evidenció sobre todo cuando Héctor Daer dio su discurso, el que fue abucheado en varias partes, sobre todo cuando no puso una fecha de un paro nacional, y hasta cometió el furcio de que la huelga general se haría "a fin de año".
Cuando los organizadores dejaron el lugar, estos grupos que pedían una definición con la fecha del paro se subieron al palco, con cantos contra la dirigencia cegetista.
Más tarde, en declaraciones a la prensa, Daer dijo que "lo que buscaron (con los incidentes) fue enturbiar una movilización que convocó a casi 800.000 personas".
Daer y otros dirigentes sindicales aludían a grupos pertenecientes al kirchnerismo, puntualmente vinculados con el intendente de Berazategui, Patricio Mussi.
En sintonía, el titular del sindicato de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, afirmó en declaraciones formuladas esta tarde a Radio Nacional, que “un sector minoritario identificado con la bandera naranja de Berazategui vino ex profeso detrás del palco para agredir a los dirigentes sindicales”, aunque dijo desconocer si lo hicieron “motivados por el intendente o por quién”.
“Hubo sectores políticos que claramente vinieron a entorpecer el acto de la CGT”, insistió en remarcar Lingeri.
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