Dos de los siete rugbiers que estaban acusados de abuso sexual contra una chica de 24 años durante una fiesta privada que se realizó a finales del año pasado en una casa de Chacras de Coria, en Mendoza, fueron sobreseídos por el fiscal de Instrucción Hernán Ríos. La medida judicial benefició a Ezequiel Pelaia y Maximiliano Filizzola, quienes finalmente quedaron desvinculados de la causa.
En tanto, otros cinco rugbiers continúan imputados y tres de ellos, Sebastián Vanín (quien dio positivo en el estudio de ADN), Ignacio Biffi y el manager José Hervida, dueño de la casa donde se realizó el evento, declararon ayer ante el fiscal Ríos.
En su declaración, Vanín admitió “un encuentro” con la denunciante y añadió que habían tenido “contactos” previos a la fiesta. Según su declaración, había conocido a la joven en Paraná, donde se realizó el Seven de la República. Vanín aseguró que sólo hubo besos y tocamientos y descartó una relación sexual, según informa el diario Los Andes citando fuentes de la causa.
Hervida, que también prestó declaración, negó los hechos que le imputan, como “tocamientos”. El manager se refirió a “juegos” de los que habría participado con la denunciante y una amiga y que consistían sólo en “besos”. Sobre los mensajes que le habría mandado a la hermana de la denunciante, admitió haberlos enviado, y aclaró que los escribió “porque no había nada para ocultar. Si hubiera algo ilegal, claro que no escribía nada”, añadió. Finalmente Biffi, que también prestó declaración, negó los hechos y aseguró que “nunca pasó nada” y que sólo habló con la chica.
PRESUNTA VIOLACIÓN EN UNA FIESTA PRIVADA
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