Argentina fue un palco privilegiado para el eclipse de sol

Si bien el mejor punto de observación estuvo cerca de Esquel, en Junín también se lo pudo disfrutar.

La Argentina vivió un palco excepcional para observar el eclipse anular de Sol, que se pudo ver desde cualquier lugar de nuestro país. Si bien el mejor punto de observación estuvo sobre una franja de territorio que pasa al sur de la ciudad de Esquel, el fenómeno pudo disfrutarse también desde Junín, aunque como un eclipse parcial.

Los eclipses de Sol, como muchos saben, se producen cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el disco solar; y según cuánto cubra la Luna al Sol se los identifica como un eclipse total, parcial o anular. El eclipse del domingo pasado fue anular, lo que significó que durante un instante el Sol estuvo visible de manera tal que se apreció como un gran anillo brillante. Así lo vieron sin embargo sólo quienes se encontraban en Chubut; para el resto fue un eclipse parcial, que ocultó en mayor o menor medida una parte del disco solar.

 

No solo un espectáculo

Mas allá de un espectáculo sorprendente, los eclipses de Sol ofrecen a los científicos una valiosa oportunidad para aprender más sobre él. “Debido a su baja densidad, la corona solar sólo puede observarse claramente durante los eclipses, fundamentalmente los eclipses totales”, cuenta la doctora en Física Cristina Mandrini, investigadora superior del CONICET.

“La corona es prácticamente invisible la mayor parte del tiempo porque su brillo se ve opacado por el de la superficie solar, que tiene una densidad unos 4-5 órdenes de magnitud mayor. El brillo total de la corona solar es menor a un millón de veces al brillo de la superficie solar. Durante un eclipse natural se ve claramente la estructura global de la corona y cómo la misma varía a lo largo de lo que se llama el ciclo solar. Esto nos ayuda a comprender la generación y evolución del campo magnético solar de gran escala. También se puede observar estructura de menor escala, como las protuberancias que eventualmente se ven por encima del limbo solar”, comenta la investigadora.

Pero además, en un eclipse solar existe una ocultación transitoria o total de la radiación solar incidente provocada por la trayectoria de la sombra de la Luna, y en consecuencia esto produce un decrecimiento en la densidad electrónica de la ionósfera. Gracias a los eclipses solares los científicos han podido estudiar ciertas propiedades de la ionósfera en condiciones únicas de laboratorio, que han ayudado a mejorar los modelos físicos existentes y con esto entender mejor el comportamiento de una capa fundamental para el desarrollo de la vida humana y las comunicaciones.