El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, anunció que la Argentina produjo 18,3 millones de toneladas de trigo en esta campaña 2016-2017.
Buryaile no formó parte de la comitiva presidencial que acompañó a Mauricio Macri a España para el relanzamiento de las relaciones con ese país europeo, lo cual causó extrañeza en algunos sectores.
Esta cifra es la más alta de la historia y la perfomance del cultivo ocurrió por primera vez en un año sin retenciones ni trabas para exportar y es hija íntegramente de la administración macrista porque el grano se sembró desde junio de 2016 y fue cosechado hasta principios de 2017.
La sala de conferencias del Ministerio estaba atestada de periodistas y Buryaile abundó en frases sobre la respuesta positiva de los productores cuando hay previsibilidad y de la confianza que exhibieron al apostar por el trigo.
La superficie sembrada de trigo alcanzó las 6.300.000 hectáreas, un 44 por ciento más que la campaña anterior 2015-2016 y dijo que las exportaciones del grano aumentaron el año pasado el 138 ciento en comparación con 2015.
Consideró que ese crecimiento de las ventas al exterior representa divisas por más de 1800 millones de dólares, un 80 por ciento más que el período precedente, luego de la apertura de 18 nuevos mercados para el trigo, entre ellos Egipto, Tailandia e Indonesia.
Buryaile eligió explayarse también en el “estímulo agrícola del Plan Belgrano” que alcanza a las provincias de Salta, Jujuy, Formosa, Santiago del Estero, Tucumán, Corrientes, Misiones, Catamarca, La Rioja y Chaco.
Es un carro difícil de empujar y el Gobierno le busca la vuelta para el desarrollo de esos territorios en el NOA y NEA.
Hasta el momento está decidida la devolución del 5% de las retenciones a la soja para cada productor, por un valor total de mil millones de pesos.
Al 80% de los productores (casi 2400) se les compensará ese 5% del valor de la tonelada en un depósito en su CBU al total de su producción, son los que generan 2000 toneladas y en promedio, 1750 cada uno.
Aquellos productores a los que compensarán el total de su producción, que son el 80%, recibirán 50 dólares por cada hectárea producida.
En la conferencia de prensa estaba sentado en primera fila, Ernesto Ambrosetti, hasta entonces histórico economista jefe de la Sociedad Rural, ahora de licencia en la entidad para convertirse en el Coordinador de Fondagro.
Ambrosetti sostuvo que el Fondo son 1700 millones de pesos dentro del Plan de Fortalecimiento de las economías regionales.
“Tiene como objetivo mejorar la competitividad de las diversas cadenas productivas de las economías regionales llegando a los productores que no tienen acceso al crédito, con líneas de préstamo otorgadas a través de un fideicomiso del Banco Nación, a tasas y período de gracia adecuados a cada cadena productiva”, explicó.
Entre las economías regionales que van a ser objeto de Fondagro se encuentran la producción de olivo, vinos y uva, arándanos, peras, manzanas, cítricos y miel, entre otros.
“Son créditos muy accesibles y empezarán a partir de abril. Estamos trabajando con los distintos integrantes de las cadenas productivas para ver las necesidades. La idea es impulsar una mayor productividad, las buenas prácticas agrícolas y el arraigo de la población, para todo el país”, manifestó Ambrosetti, el nuevo funcionario del Ministerio de Agroindustria.
Por otra parte, destacó que hay un plan de reintegro a las exportaciones de las economías regionales de 2900 millones de pesos: “Mejora el ingreso a los productores al mejorar el ingreso a los exportadores que les pagan mejor”.
Por último, está el plan sanitario que son 1800 pesos para aplicar en “las barreras sanitarias que mejoren las condiciones de los distintos cultivos”.
La otra gran medida tiene fecha lejana y es la disminución en retenciones de soja de medio punto porcentual mensual desde enero de 2018 a diciembre de 2019.
¿Alcanza con estas medidas para reactivar a productores de soja y de economías regionales? Ezequiel Tambornini, creador del sitio Valor Soja, tiene una interesante reflexión que parece una respuesta adecuada para pensar: “Muchos de los argentinos que hablan maravillas de Australia no saben que a comienzos de los años ’80 –acá nomás– esa nación tenía una matriz económica similar a la presente actualmente en la Argentina. Había inflación, desempleo y desánimo. Tenían la autoestima por el piso: incluso el entonces presidente de Singapur los había calificado como pobre basura blanca “, recordó.
Pero “en marzo de 1983 fue elegido en Australia un nuevo gobierno de centroizquierda encabezado por un sindicalista, Bob Hawke, quien eliminó gradualmente todas las protecciones que impedían la libre importación de muchos bienes (como vehículos, vestimenta y calzado) para focalizarse en incrementar las exportaciones en las áreas en las cuales los australianos son competitivos (como minerales, petróleo, trigo, carnes o vinos)”.
“El resultado: más de treinta años de desarrollo económico. Los australianos son lo que son porque cambiaron. Toda creación se origina a partir de la devastación de un orden precedente”, afirmó Tambornini.
NEGOCIOS AGROPECUARIOS
COMENTARIOS