Claves para un buen manejo
Para obtener una producción de legumbres de calidad, Gabriel Prieto, del INTA Arroyo Seco, recomendó utilizar semillas con una genética mejorada y hacer una correcta elección del lote. Hay que recordar que las legumbres no toleran los anegamientos; por eso, hay que evitar la siembra en campos inundables o con mal drenaje. Es un consejo al que hay que prestarle el doble de atención, ya que se pronostica que habrá un año Niño a partir de la primavera.
El técnico del INTA recomendó, además, seleccionar un terreno que no haya sido sembrado con legumbres durante los tres años previos, debido a que eso favorece el desarrollo de enfermedades. En el caso de la arveja, con buenas prácticas de manejo se pueden lograr 80 y 100 plantas por metro cuadrado; es decir, entre 180 y 200 kilos de semilla por hectárea.
Los principales requerimientos nutricionales son nitrógeno y fósforo. “El primero se asegura mediante la inoculación de la semilla con las bacterias específicas y el fósforo a través de la fertilización apropiada según el análisis de suelo”, explicó Prieto.
El técnico también remarcó la importancia de realizar un tratamiento de la semilla con fungicidas de amplio espectro para lograr una germinación efectiva. “La semilla suele estar bajo tierra entre 20 y 25 días antes de emerger y se siembra a una temperatura de entre 5° y 7°”, indicó. En estas condiciones, los hongos pueden ser un problema.
El técnico del INTA recomendó, además, seleccionar un terreno que no haya sido sembrado con legumbres durante los tres años previos, debido a que eso favorece el desarrollo de enfermedades. En el caso de la arveja, con buenas prácticas de manejo se pueden lograr 80 y 100 plantas por metro cuadrado; es decir, entre 180 y 200 kilos de semilla por hectárea.
Los principales requerimientos nutricionales son nitrógeno y fósforo. “El primero se asegura mediante la inoculación de la semilla con las bacterias específicas y el fósforo a través de la fertilización apropiada según el análisis de suelo”, explicó Prieto.
El técnico también remarcó la importancia de realizar un tratamiento de la semilla con fungicidas de amplio espectro para lograr una germinación efectiva. “La semilla suele estar bajo tierra entre 20 y 25 días antes de emerger y se siembra a una temperatura de entre 5° y 7°”, indicó. En estas condiciones, los hongos pueden ser un problema.