TIERRA DEVASTADA

Cada buque cerealero se lleva 4.000 toneladas de nutrientes

Carlos Casamiquela, ministro de Agricultura de la Nación, aseguró que se está trabajando sobre una ley de suelos para mejorar su condición y mantener su potencial.

Los nutrientes que pierde la tierra y no se reponen, significan la devastación de la riqueza natural de los suelos como productores de alimentos y una hipoteca para las generaciones futuras.
Esa realidad causa alarma en los especialistas y fue abordada por el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela, quien aseguró que “cada barco cargado de cereales o granos que sale de la Argentina se lleva 4.000 toneladas de nutrientes”.
Para el responsable de la cartera agropecuaria la condición del suelo es como mínimo tan importante como el nivel de reservas de divisas que tiene la Argentina. “Yo siempre digo, aunque trato de ser cuidadoso para que todo el mundo lo entienda bien: las reservas federales de la Argentina implican las reservas del Banco Central, pero fundamentalmente las reservas en suelo y cursos de agua en nuestro país. La garantía de futuro de nuestro país, pasa también por esos lugares que a menudo no son tan mirados con tanta atención”.
Casamiquela ejemplificó así la gravedad de la falta de reposición de nutrientes en los suelos. El ministro indicó al mismo tiempo que “estamos trabajando en un proyecto de la ley de suelos que implique la mirada no solamente sobre la recuperación de los nutrientes de la tierra como tal sino el uso de los suelos, su conservación, y esto vinculado a algunas cuestiones que hacen al ordenamiento territorial”.
El ministro adelantó que está próxima a salir una línea de crédito del Banco de la Nación Argentina con tasas subsidiadas, para financiar específicamente la aplicación de fertilizantes en la campaña fina, en pleno desarrollo de siembra, con el objeto de que el productor destine esos recursos a la aplicación de urea.

El INTA alerta que sólo se recupera 37%

Los productores deben "rever las rotaciones" de los cultivos ante el riesgo de una creciente pérdida de nutrientes de los suelos. Así lo consideró el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Francisco Anglesio.
En ese sentido, alertó: "Incorporamos sólo el 37% de los nutrientes que le extraemos al suelo y perdemos 250.00 hectáreas por año". El titular del INTA admitió que "todos buscan rentabilidad y el cultivo que deja más margen", pero puso de relieve que en ese proceso 12,5 millones de hectáreas pasaron de la ganadería a la agricultura, durante los últimos años.
"Países como Brasil necesitan u$s 400 por hectárea para fertilizar y nosotros sólo u$s 40", puntualizó el funcionario. Agregó que "tenemos un recurso extraordinario, pero no lo estamos cuidando y ese es un debate que nos debemos como sociedad, porque cuando uno exprime demasiado un recurso termina agotándolo".
Por otra parte, dijo: "Ponemos mucho énfasis en la agricultura familiar, porque ha sido sistemáticamente olvidada en el país, cuando representa a unos 230.000 productores".