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ZONA NÚCLEO

Recomiendan rotar cultivos en Junín

El ministro de Asuntos Agrarios dijo estar preocupado por la escasa superficie de maíz y trigo que se siembra a nivel local y regional y le advirtió a los productores que “no se engolosinen con la soja”, porque eso significaría “hipotecar la capacidad productiva de los suelos”.

La rotación es un proceso indispensable para preservar la capacidad productiva de los suelos, pero los rendimientos y beneficios económicos que genera la soja, provocan que los chacareros piensen con el bolsillo y se olviden de la tierra.
Ante esa realidad, el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Alejandro “Topo” Rodríguez, hizo un “llamado a la reflexión” a los productores agrícolas de Junín y de todo el noroeste bonaerense, a quienes pidió que “no se engolosinen con la soja”.
Rodríguez dijo estar preocupado por la pérdida gradual de protagonismo del trigo y el maíz en los campos del distrito, situación que se replica en casi todo el mapa bonaerense, y sostuvo que si se destierra por completo la rotación de cultivos en pos de la rentabilidad que garantiza la soja se está “hipotecando la capacidad productiva de los suelos”.
“Quiero ser muy respetuoso con quienes deciden producir en la provincia de Buenos Aires, porque las decisiones se toman libremente, pero me llamo a una autocrítica y convoco a una reflexión colectiva porque no hay que engolosinarse con la soja. Eso significaría, en el mediano plazo, estar hipotecando la capacidad productiva de nuestro suelo”, afirmó el titular de la cartera agraria.
 De acuerdo con las cifras que se barajan en el ámbito ministerial, hoy en día, el 52 por ciento de la superficie de siembra en el territorio bonaerense está cubierto por soja, el trigo ocupa el 13 por ciento y el maíz un 12 por ciento. Detrás vienen la avena y la cebada.
 Ante ese panorama, Rodríguez reconoció que si en el corto plazo no surge una política y conductas colectivas que tiendan a llevar adelante un manejo más razonable y se haga un poco de trigo, un poco de maíz, un poco de soja y otro tanto de ganadería, “no vamos a estar dando la posibilidad de que nuestros suelos tengan un tratamiento más virtuoso a partir de ese sistema de rotación”.  
Ante la pregunta de qué se hace desde la política para fomentar este regreso a los años de rotación, Rodríguez indicó que hay dos caminos: “O vas en contra de algún cultivo o a favor de los más nobles. Mi idea es que tenemos que tomar la segunda decisión”. “Caemos en la necesidad de que tenemos que seguir profundizando todos los esfuerzos, ser creativos, constantes, responsables pero también muy firmes en plantear más alternativas para que, en la Provincia, se siembre más trigo. Desde el año 2002 hasta el 2012 se había cultivado un promedio de ocho millones de toneladas, y hoy estamos en la mitad. No necesito analizar mucho la situación para saber que tenemos el potencial para duplicar la producción, que es fundamental en algunas regiones de la Provincia”, aseveró.
 El ministro dijo saber que para el hombre de campo lo que prima es la rentabilidad al momento de organizar su labor, pero según su punto de vista “no se puede soslayar que tal como se viene trabajando se está generando un impacto negativo en la sustentabilidad de los suelos”.
“La rentabilidad de hoy puede derivar en la limitación de mañana”, reafirmó. 

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