Cada 100 pesos de renta que produce una hectárea promedio en la Argentina, el Estado percibe 75,40 pesos que se transforman en recaudación fiscal efectiva o subsidios a otras actividades de la cadena, estimó un informe divulgado hoy por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada).
El valor subió casi 2 por ciento respecto de la medición de junio donde la participación del estado en la renta agrícola era del 73,7 por ciento, de acuerdo con el informe elaborado por la consultora empresaria.
Los especialistas consideraron que influyó el hecho de que el dólar oficial sufrió una devaluación entre junio y septiembre del 7,8%, que anualizado significa una devaluación del 35%.
Además, se produjo una redistribución desde la “renta de la tierra” a “resultado de la explotación” por una caída promedio del 15% en los alquileres.
“Los impactos de este cambio son nulos en los impuestos”, dijeron, pero destacaron que hubo “variables que presionaron al alza”.
Entre estos factores se encuentra el precio del maíz, cuyo precio FOB en pesos cayó un 8,8%, mientras que el disponible bajó un 18,5%, “produciendo un incremento de la brecha entre el FAS y el disponible, aumentando los costos de intervención”.
En tanto, el precio del girasol, con una reducción del 26% del precio FOB en pesos, significó una de las caídas más importantes en los últimos años.
Se manifestaron incrementos de costos en torno al 4,7%, mientras que el Valor Bruto de Producción (FOB por hectárea) en pesos tuvo un alza del 2%, con una devaluación del 7,8%.
Este número, 75,4 por ciento, surge del Índice Fada de participación del Estado en la renta agrícola para septiembre de 2013, medido como la sumatoria de los impuestos nacionales, provinciales y costos de intervención del mercado, sobre la renta de una hectárea de uso agrícola representativa promedio a nivel nacional.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) tiene su sede en Río Cuarto, Córdoba y tiene como objetivo “elaborar y contribuir a implementar propuestas de política pública que propicien el desarrollo del potencial del sector agropecuario y agroindustrial”.
Los especialistas consideraron que influyó el hecho de que el dólar oficial sufrió una devaluación entre junio y septiembre del 7,8%, que anualizado significa una devaluación del 35%.
Además, se produjo una redistribución desde la “renta de la tierra” a “resultado de la explotación” por una caída promedio del 15% en los alquileres.
“Los impactos de este cambio son nulos en los impuestos”, dijeron, pero destacaron que hubo “variables que presionaron al alza”.
Entre estos factores se encuentra el precio del maíz, cuyo precio FOB en pesos cayó un 8,8%, mientras que el disponible bajó un 18,5%, “produciendo un incremento de la brecha entre el FAS y el disponible, aumentando los costos de intervención”.
En tanto, el precio del girasol, con una reducción del 26% del precio FOB en pesos, significó una de las caídas más importantes en los últimos años.
Se manifestaron incrementos de costos en torno al 4,7%, mientras que el Valor Bruto de Producción (FOB por hectárea) en pesos tuvo un alza del 2%, con una devaluación del 7,8%.
Análisis
En el análisis explicaron que “la renta agrícola es el resultado de restar el componente gastos y costos del valor bruto de producción a valores FOB, y se reparte entre la renta de la tierra después de impuestos (17%), el resultado después de impuestos de la explotación agrícola (7,6%), los costos de intervención (2,5%), los impuestos provinciales (2,3%) y los impuestos nacionales (70,6%)”.
Para la construcción del índice FADA, se consideran los cuatro principales cultivos de Argentina: soja, trigo, maíz y girasol.
Este último análisis puso de relieve, “rigidez de los impuestos que provocan que el efecto global del clima se vuelque en el resultado de la explotación”, según la Fundación.
En tanto, “los ROEs y otras trabas a la comercialización que introducen costos innecesarios y reducen la previsibilidad, afectando de manera negativa el área sembrada de cultivos como el maíz y el trigo, indispensables para un sistema sustentable”.
Hay un “bajo nivel de rentabilidad con consecuencias negativas en los niveles de fertilización, en la incorporación de tecnología y en la expansión de la frontera agrícola hacia áreas de menor productividad y mayor riesgo”, precisaron los técnicos.
RECAUDACIÓN FISCAL
Según un informe, el Estado se queda con 75 de cada 100 pesos de renta agrícola
El estudio fue elaborado por técnicos de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada). El valor subió casi 2 por ciento respecto de la medición de junio donde la participación del estado en la renta agrícola era del 73,7 por ciento.
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