Expertos aseguran que la caída del valor de la oleaginosa puede ser mayor.
CRISIS EN EL SECTOR PRODUCTIVO AGRARIO

La soja registró el precio más bajo en 18 años y hay preocupación en entidades y productores rurales

El bajo precio de las oleaginosas, el alto costo de los insumos y la amenaza de una nueva sequía generan un clima de alerta en el sector agropecuario que teme por lo que se puede venir.

Seguramente si los productores rurales escuchan o leen la palabra “tormenta” lo relación con precipitaciones y les surja una sonrisa en el rostro. Pero en este caso la tormenta que parece aproximarse no es de agua, sino económica. Una vez más, todo indicaría que el campo deberá ponerle el cuerpo a una nueva situación de crisis (o a la misma que ya viene desde hace tiempo).

La amenaza latente de escasez de agua y al alto costo de los insumos, ahora hay que anexarle el precio más bajo de la soja en los últimos 18 años. Por eso, parece que se aproxima “la tormenta perfecta”, pero que de agua tiene muy poco.

En ese contexto, los contratos futuros de la soja y el maíz en Chicago cayeron el lunes a su nivel más bajo en cuatro años, por debajo de 10 y 4 dólares el bushel, respectivamente, tras un informe sobre la oferta y la demanda en EE UU, con proyecciones de una producción récord. Los precios del trigo retrocedieron un 1% tras cerrar al alza el viernes, aunque las pérdidas se vieron limitadas por las expectativas de una menor producción en Rusia y Francia.

El contrato de soja más activo en la Bolsa de Comercio de Chicago perdía un 2% a USD 360,45 la tonelada en Chicago (USD 9,81 por bushel), mientras que el maíz cedía un 0,3% a USD 155,11 la tonelada (USD 3,94 por bushel), ambos en sus niveles más débiles desde finales de 2020, cuando las medidas de restricción por la pandemia golpearon al comercio mundial y hundieron los precios de las materias primas.
En términos reales la soja descendió a su valor más bajo en 18 años, descontada la devaluación del dólar por efecto de la inflación en EE. UU.

 

Esperando el blanqueo

El analista de AdCap Grupo Financiero, Javier Casabal, consideró: “Los argentinos estamos acostumbrados a llevarnos US$ 20.000 millones por año del sistema financiero” y por eso la necesidad de que reingresen a través del blanqueo de capitales. En este blanqueo, “es importante que existan los incentivos para hacerlo”. “La pregunta es si van a ser suficientes y si llegan a tiempo”, para compensar la salida de dólares, advirtió Casabal.

“Para el inversor, las expectativas de un buen blanqueo, no reemplazan a la necesidad genuina de dólares que tiene Argentina”, dijo el integrante de AdCap. En ese marco, apuntó a que “lo que se necesitaría sería o un ingreso mejor por las exportaciones, que con el cepo va a estar difícil que ocurra de acá a fin de año, o bien un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que también es muy extraño que de aquí a fin de año pueda venir”.

 

Impacta el momento de EE. UU.

La continuidad de la tónica negativa de la oleaginosa, que acumula un quebranto del 24,9% desde los 458,56 dólares vigentes el 27 de mayo último, tiene una relación directa con el muy buen estado de los cultivos estadounidenses, que ayer llevó al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) a elevar de 120,70 a 124,90 millones de toneladas su cálculo sobre el volumen de la producción 2024/2025.

Ocurre que entre los operadores ya se comenzó a elucubrar con la chance de que ese volumen récord pueda ser incluso mayor. Y, en ese sentido, el consultor estadounidense Michael Cordonnier estimó el rinde promedio de la soja en 35,98 quintales por hectárea, por encima de los 35,78 quintales proyectados por el USDA en su informe mensual. De modo que, si el estimador privado tuviera razón, con los 34,92 millones de hectáreas que el organismo calculó ayer se llegaría a una cosecha de 125,66 millones de toneladas.

 

Preocupación en Junín

Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria filial Junín, brindó declaraciones a Democracia y no escondió su preocupación por la situación. “Las oleaginosas en general en el mundo han tenido una caída considerable y los analistas de mercados dicen que puede ser aún más estrepitosa”, aseveró.

Franco explicó que si lo que se prevé se convierte en real “la situación será muy complicada para el productor agropecuario”. “Con un dólar en 900 y pico pesos, los insumos altos, casi que se han triplicado con el tema del gasoil, así que todo lo que es laboreo y fumigaciones se ha triplicado el valor”, remarcó la presidenta de Federación Agraria local.

“La ecuación económica del productor va a ser muy negativa y esperemos que llueva para que podamos tener un poco de cosecha, porque el clima de lo que va en invierno nos está castigando mucho”, admitió Franco.

Si bien Franco reconoció que los 20 milímetros que cayeron ayudaron mucho, los suelos ya están secos por el viento y el frío. Y dijo: “El panorama es bastante duro, hace años que venimos luchando contra el clima y contra los gobiernos”.

Además, la presidenta de la Federación Agraria comentó que “hay productores que estaban dudando de sembrar maíz” y explicó que “el que va a sembrar poca cantidad y en su campo, está pensando en hacer un 50% o un 30% del lote”. Esto se debe al alto costo y por eso el productor ya está pensando en destinar sólo área determinada.

Otro tema que preocupa son los costos. Al respecto Franco manifestó que, si bien es cierto que hay acopios y que las cooperativas están dando algún tipo de financiamiento, el productor también está mirando si llueve o no. “La financiación sirve, pero si no vamos a poder sembrar o vamos a sembrar muy tarde no vamos a tener mucho rinde. Y va a ser difícil. Las explicaciones de los climatólogos no son muy alentadoras y eso el productor lo está observando y lo está analizando”, remarcó.

 

Llamado de atención

Por esta situación, en la que los productores poco pueden hacer respecto a los precios internacionales, Franco llamó al Gobierno nacional a que esté atento y que estudie la posibilidad de modificar el tipo de dólar para que las oleaginosas sean más competitivas. “Espero que el ministro Caputo entienda. Esperamos un guiño porque si se llega a seguir dando este escenario, en el que algunos operadores del mercado que dicen que hay mucho maíz en el mundo y que el precio va a seguir bajando, el Gobierno que va a tener que dar alguna ayuda con el dólar o alguna diferenciación para que se siembre maíz y soja y así la ecuación sea más positiva”, argumentó.

En tanto, hace unos días se concretó una baja y eliminación de retenciones a productos del campo que había sido anunciada por el presidente Javier Milei en su discurso en el acto inaugural de la Exposición Rural de Palermo. Se trata del fin de los derechos de exportación para los lácteos, la carne porcina y las categorías de vacas A, B, C, D y E. En tanto, se redujeron en un 25%, de 9 a 6,75%, los derechos de exportación a las cadenas bovina y aviar, entre otras.

 

El trigo en problemas

Las lluvias que llegaron en el inicio de agosto y que trajeron algo de alivio a los cultivos de trigo que se estaban viendo estresados por la falta de agua combinada con las bajísimas temperaturas, fueron solo un respiro momentáneo.

Gran parte de la superficie triguera de la zona núcleo no recibió grandes aportes hídricos y lo que sí volvió a sufrir en los últimos días fueron fuertes heladas. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la región núcleo registró recientemente el tercer evento de frío más importante de lo que va del invierno, con temperaturas extremadamente bajas que han afectado al oeste de esa zona productiva.

Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, precisó que este fenómeno climático se registró este último viernes, pero ya había comenzado el día anterior dónde en Hernando la mínima fue de -8,8°C.

Es el tercer evento más importante de frío tras el evento del 10 de julio, y luego del 15 del mismo mes. También a fines de julio hubo una circulación muy fría que dejó mínimas más “amables”, en torno a los -4°C. “Lamentablemente, las temperaturas más frías se registraron en el oeste de la región, donde no se han producido lluvias recientes, lo que pone al cultivo en una situación mucho más vulnerable. También es la zona dónde el trigo está más avanzado y tiene mayores requerimientos de agua”, describió Russo.

De cara a una nueva campaña gruesa, los productores agrícolas exploran alternativas a soja y maíz. Con un panorama de precios internacionales que por el momento se presenta bajista para estos cultivos, el girasol asoma en el horizonte como una opción seductora, a partir de un repunte en su cotización.

En el congreso, la firma dio a conocer su amplio portfolio semillero. En el caso de girasol, Font detalló que presentaron nueva genética: por un lado, Nusol 4175, de alto rinde y elevada performance en matería grasa y Nusol 4180, “un material defensivo que tiene muy buen comportamiento ante Phomopsis”, según destacó.

Un dato a tener en cuenta es la reciente adquisición por parte de Nuseed de la marca de girasoles Paraíso, que primero perteneció a Nidera y luego a Syngenta.