PRODUCCIÓN LOCAL

Agricultura en Junín: Cómo funciona y sus características

Desde la de producción hasta la mantención de los suelos, todo lo que tenes que saber para sacar provecho al mercado local.

¿Cómo funciona la agricultura en Junín?

Sabemos que en nuestro país la industria agrícola, y la ciudad de Junín, "la perla del noroeste", no es la excepción. 

Así que si te interesa saber cómo es el funcionamiento y las características de la industria agrícola de Junín y quieres saber cuáles son las últimas noticias del campo, aquí te contaremos algunas de las cosas que deberías saber.

Hablemos de la superficie

Es bien sabido que la pampa húmeda goza de suelos excelente para realizar plantaciones. El INTA local realizó un trabajo que asegura que en el Partido de Junín (de unas 226 mil hectáreas) cuenta con, aproximadamente, 150 mil hectáreas que son aptas para el trabajo agrícola, estas se encuentran al este de las lagunas Gómez y Mar Chiquita.

La producción

En el Partido de Junín podemos encontrar zonas de cultivo tanto de soja como de maíz, trigo, cebada y girasol. Si hablamos de importancia y cantidad, es de suponer que el cultivo mayoritario de los terrenos sembrados es de soja, que comprende aproximadamente unas 100 mil hectáreas.

En cada campaña se suelen sembrar también alrededor de 30 mil hectáreas de maíz y otras 30 mil hectáreas sembradas con trigo y cebada en general. El girasol no tiene tanta presencia, pero poco a poco va ganando algo de espacio.

En cuanto al procesamiento podemos encontrar una empresa con una alta capacidad cerca de la localidad de Saforcada, Cofco Intl, en donde se procesan las oleaginosas para transformarlas en proteína vegetal y aceite.

Se estima que se procesan más de dos mil toneladas de soja, y unas cuantas de girasol también. En cuanto al trigo, podemos encontrar en Junín dos molinos que se encargan de procesar el trigo y transformarlo en harina en grandes cantidades, aproximadamente unas 500 toneladas por día.

En cuanto a las últimas noticias...

Si hablamos de noticias del campo, hay una problemática de la que se habla desde hace ya mucho tiempo: las sequías. Esta última campaña se vio severamente afectada debido a las altas temperaturas y a la muy baja cantidad de precipitaciones. Una buena cantidad de la superficie de Junín se ha visto afectada por una sequía muy severa, al igual que la de muchísimos municipios más.

Si hablamos de la siembra de grano fino como el trigo y la cebada, se estima que la superficie está unos 150 o 200 milímetros por debajo de lo necesario para poder comenzar a pensar en esto. Pese a que en algunas zonas han podido gozar de algunas lluvias algo más generosas en este último tiempo, lamentablemente este no es el caso de Junín.

Es por esto que se despiertan preocupaciones ante los rindes bajos de las cosechas, promediando entre los 500 y 2500 kilos.

A partir de esto, se desprende otra problemática: los suelos han quedado dañados por esta sequía. Es por esto que se recomienda adoptar un enfoque integral para poder lograr resultados lo más óptimos posibles en la siguiente campaña.

Lo primero: los suelos

Recuperar los suelos que han sido degradados durante la sequía es de suma importancia, ya que esta afecta a la estructura de los mismos. Para esto se suelen usar, por ejemplo, correctores de suelos sódicos-salinos.

La aparición de manchones salinos y el ascenso de sales es una de las consecuencias más comunes ante la falta de agua. Entonces para mejorar las condiciones, se intenta incrementar el contenido de calcio reemplazando el sodio, y eliminar las sales solubles que se presentan en exceso. 

Esto logra mejorar la estructura del suelo dañado, lo que podría reducir aunque sea a mediano plazo los problemas de encostrado superficial y compactación.

La nutrición

Para mejorar los resultados de una campaña, no solo es importante intentar mejorar la estructura del suelo sino también nutrir correctamente a los cultivos, sobre todo si hablamos de condiciones excepcionales como las actuales.

Es importante suplementar nutricionalmente a cada cultivo durante las etapas determinantes, dependiendo de las necesidades de nutrientes de cada tipo de cultivo.

La nutrición de la semilla mediante tratamientos vivificantes, por ejemplo, ayuda a estimular el desarrollo radicular y permite que las plántulas puedan superar el estrés y ser correctamente implantadas, esto es debido a que contribuyen a un crecimiento uniforme y rápido de las plántulas.

No todo son malas noticias

La realidad es que todos los involucrados en la industria agrícola están esperando atentamente a las precipitaciones esperadas durante este mes. Si se logran recuperar las reservas de humedad para concretar los planes de siembra, podría darse una gran expansión con respecto al área a sembrar para el próximo ciclo.

Si se dan las condiciones, podría incrementar un 10% el área a sembrar, lo que se traduce en aproximadamente 600 mil hectáreas más de superficie disponibles.

La realidad es que este último tiempo se sufrió un descenso considerable en los rindes debido no solo a la sequía sino también a la llegada tardía de heladas. Pero, si se cumplen las expectativas con respecto a las próximas precipitaciones, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé que la superficie esperada para la próxima campaña sea la segunda más alta en los últimos 22 años, solo detrás de la campaña 2021/ 2022.

Y en cuanto a lo económico, podemos encontrar una buena relación insumo- producto, que ha mejorado un 21%. Esto se debe a que los precios de los fertilizantes se vieron reducidos tanto a nivel local como internacional, y cayeron también los precios de los herbicidas aunque en una menor medida. Es por esto que, si lo comparamos con las últimas campañas, la relación insumo-producto es una de las mejores de los últimos años.

En conclusión, es normal que haya algo de incertidumbre por parte del sector agrícola debido a una situación tan complicada, que también se ve envuelta en un contexto económico algo volátil y complejo.

Si te interesa, puedes informarte más sobre los reclamos por parte de los productores agrarios, que piden que se eliminen las retenciones para profundizar más sobre las problemáticas económicas actuales del campo.