La producción del campo bajo la lupa
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina presentó el "Monitor de Exportaciones Agroindustriales", un estudio que muestra el ranking de los bienes que llegan al mercado internacional, en un mapeo inédito del país productivo.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina –FADA- presentó por primera vez un informe inédito: el Monitor de Exportaciones Agroindustriales, un minucioso explorador de lo que el agro aporta en el día a día a la población y también al mercado internacional, con un ranking de los productos más vendidos en el exterior.
De acuerdo con el relevamiento, la Argentina ocupa el primer puesto como exportador de aceite y harina de soja, yerba mate y porotos; el segundo lugar como exportador mundial de maní; la tercera posición como exportador de girasol, maíz, soja y peras; el cuarto lugar en cebada cervecera; la quinta posición en carne de vaca, camarones, langostinos, té negro y leche en polvo, y continúa la presencia en el mercado internacional con productos provenientes de las economías regionales.
Nicolle Pisani destacó que, en el primer semestre del año, 7 de cada 10 dólares ingresaron al país desde las exportaciones agroindustriales, remarcando que "es el aporte más alto logrado en los último cinco años". Según estos datos, las exportaciones agroindustriales representan el 74% de las exportaciones totales del país.
Fuente de divisas
Las cadenas agro ingresaron al país 20 mil millones de dólares en exportaciones. De ese total, 70% fueron las cadenas granarias, 15% economías regionales, 8% carnes, 2% lácteos y 5% otros productos. "Este trabajo de monitoreo nos muestra dónde estamos y nos muestra que la política internacional externa no es una foto estática, sino que va cambiando, y hay que adaptarse a esas necesidades internacionales", señaló Idígoras.
El Monitor de Exportaciones revela que en la Región Pampeana destacan los complejos de granos, carnes y lácteos, representando el 94% de las exportaciones agro-pampeanas. En NEA y NOA se encuentran economías regionales como limón, poroto, forestal, té y yerba. En la Región Cuyo, el complejo de la uva representa el 50% de las exportaciones. Y en la Región Patagónica, peras, manzanas y el complejo pesquero, que representan el 95% de las exportaciones agropatagónicas. "La transferencia de dinero que hay de los productores de producciones regionales, que en general son medianos y chicos, es muy grande. Todo lo producido en el lugar empieza a girar en el lugar, y si los productores están mal, se resienten las economías locales también", agregó Jorge Chemes, de CRA.
Para David Miazzo, titular de FADA, uno de los mayores impactos positivos de las exportaciones agroindustriales es el "motor de empleos" el interminable circuito que generan. "Toda esta cadena mueve empleos directos e indirectos, desde los insumos, el productor, el contratista, el maquinista, el camionero, la industria, el comercio, etc., en cada una de esas áreas se generan a su vez empleos indirectos. Pero, además cada uno de esos trabajadores, con esos ingresos, consume, compra, invierte, en sus regiones, lo que impacta moviendo a la economía desde todos lados", explicó Miazzo.
Mercado local y externo
Una discusión instalada en la Argentina es la de enfrentar a la exportación y el mercado interno. En este mito de que un kilogramo que se exporta es un kilogramo que un argentino deja de consumir, según expusieron los voceros de FADA el informe derriba ese mito.
Miazzo, afirmó que, si ante crisis económicas como la que viene sufriendo Argentina desde 2018 y, en un marco más amplio, desde 2012, las actividades productivas como la carne y la leche no pudieran colocar sus productos en el resto del mundo, se verían afectadas aún más de lo que están en la actualidad. Así, la crisis económica general empeora porque arrastra a más sectores. Estas cadenas tienen la posibilidad de escapar, al menos en parte, a la crisis del mercado interno y logran mantenerse a flote con la exportación, lo que significa continuar generando actividad económica, empleo y divisas.
"Es muy importante la diversificación, que es una tarea de largo plazo y no depende solo del esfuerzo empresarial; sino de una política comercial externa ajustada a la realidad", remarcó Idígoras. "Se intenta abrir y diversificar mercados porque nos permite tener una mayor independencia. Por ejemplo, si la mayor cantidad de la producción de carne va a un solo país, y hay algún problema ya sea diplomático o de economía en ese país en general, pone en jaque a toda una cadena", reforzó Miazzo.