Con rindes buenos y precios malos
En la zona núcleo, maíz y soja tuvieron buenos rendimientos, pero a la hora de los números crece la inquietud.
La cuestión esta vez no tiene que ver con los rendimientos, que casi siempre están atados a las condiciones climáticas, sino con los precios de las commodities agrícolas, que condicionan la rentabilidad de los productores de la región núcleo, en plena cosecha gruesa.
En Junín y la zona la recolección de soja de primera ya finalizó y la de maíz está en su etapa final, con rendimientos aceptables y buenos, pero los valores de las commodities agrícolas muestran en las últimas semanas una tendencia negativa y preocupante en maíz y una situación relativamente más estable en soja.
Como puede deducirse, la continuidad o reversión de estas tendencias no está para nada asegurada en el contexto económico global actual, cargado de incertidumbres y de interrogantes respecto de los efectos finales que tendrá la pandemia sobre la economía de los distintos países y los flujos de comercio.
En ese sentido, el titular de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking, señaló que “en nuestra actividad se vende la producción al dólar oficial, menos las retenciones, por lo que queda un valor de 40 pesos por dólar”. En esa línea, destacó que “los rindes de maíces estuvieron muy firmes y los de soja variables. Ante un panorama así, el productor tiene cautela y va vendiendo para cubrir los costos de fertilizantes, o alquileres". El dirigente agregó que “para la próxima campaña se está hablando de que va a haber un aumento en la superficie sembrada de trigo y soja porque es lo más rentable, junto al maíz".
Por su parte, el productor Rodrigo Esponda indicó que “la comercialización de soja viene normal, ya que la necesidad económica no permite la retención de ningún tipo de cultivo, porque hay que afrontar muchos gastos, impuestos e insumos, sobre todo en esta época”.
Por su parte, Rosana Franco, titular de la Federación Agraria local, se refirió a quienes aseguran que los chacareros retienen soja y en ese sentido dijo que “el pequeño y mediano productor entrega al acopio para pagar deudas, impuestos provinciales y nacionales; los que especulan son los cerealistas, grandes inversionistas agropecuarios”.