La cosecha de granos avanzó durante la última semana gracias al buen clima registrado en las zonas productoras del país, pero se registró una nueva caída en los rindes de soja y malas expectativas de rendimiento para el maíz tardío, indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
La recolección de la oleaginosa avanzó en la semana 8,1 puntos porcentuales hasta alcanzar el 16,2% de las 17,4 millones de hectáreas implantadas con una caída del rendimiento a nivel nacional de 1,3 quintales por hectárea respecto de la semana pasada, para ubicarse en 36,2 quintales por hectárea.
Los principales progresos se dieron sobre las regiones núcleo norte y sur, en especial, sobre las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos. A la fecha se lleva cosechado 2,8 millones de hectáreas con una producción de 10 millones de toneladas. A pesar de la baja en el rinde promedio, la BCBA mantuvo la proyección de producción en 49,5 millones de toneladas.
Por su parte, la trilla de maíz avanzó 4,1 puntos porcentuales durante la semana y se situó en el 26,3% de las 6,3 millones de hectáreas implantadas con el cereal.
Si bien los lotes cosechados hasta el momento mostraron "buenos rindes" durante la última semana "las primeras expectativas de rinde de los lotes de la región NOA y los planteos tardíos del centro del país, se encuentran por debajo de las estimaciones iniciales" debido a la falta de lluvias durante "el período crítico del cereal".
Por tal motivo la entidad no descartó un recorte en la estimación de producción - que hoy se mantiene en 50 millones de toneladas - ya que esta "está sujeta a la evolución de los rindes de los planteos tardíos".
Demanda y precios
La contracción de la demanda mundial, y en primer lugar de China, un país "clave" para la Argentina, "jugará un papel destacado en la caída de la cotización" de commodities relevantes, como la soja y el trigo en medio de la crisis generada por el Covid-19, consideró un informe privado.
El estudio elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) aclaró que "si bien no colapsaron de la misma manera que el petróleo", una desaceleración de la demanda global "debería encender señales de alarma", si se consideran los niveles en los que se encuentran los precios.
"La soja se encuentra cotizando nominalmente en valores inferiores a los de 2010, luego de la crisis financiera internacional del 2008-2009", analizó, al remarcar que China es "clave para países como la Argentina".
"Jugará un papel destacado en la caída de la cotización de otras commodities relevantes", enfatizó. Advirtió que "un nuevo shock negativo de demanda podría arrastrar a la baja las cotizaciones".
Por otro lado, el análisis puntualizó que la crisis financiera "también tiene un impacto relevante sobre la percepción de riesgo soberano de los inversores, reflejado en el alza generalizada del riesgo país en los países de la región".
En ese sentido, destacó el caso de la Argentina dado que, junto a Ecuador, es "receptor de paquetes de estabilización del Fondo Monetario Internacional, que lejos de reducir la exposición de los países a shocks internacionales lo acrecentaron".
"En el caso argentino toma una relevancia adicional, no por el incremento en el costo de financiamiento externo, que en este momento se encuentra cerrado, sino más bien por la negociación en curso con los acreedores externos con el fin de esquivar un default desordenado y lograr un reperfilamiento de vencimientos sustentable", apuntó.
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