Finalmente se presentaron las listas y el menú electoral para octubre está definido. Fueron meses complejos, en los que las necesidades económicas y financieras de los sectores productivos –como el nuestro, uno de los pocos que le sigue dando buenas noticias al país- quedaron olvidadas en medio de la pirotecnia política, las chicanas y los "pases" mediáticos entre partidos y frentes. Claro, las vacas no votan, obviamente. Pero los productores, los industriales, los trabajadores de la carne y los consumidores, sí. Y, siendo la nuestra una actividad que necesita más que nada previsibilidad –por los mismos tiempos que demanda la producción- es hora de que aparezcan las propuestas para enfrentar los desafíos que se avecinan.
Desde el IPCVA, que representa a toda la cadena de ganados y carnes, estamos dispuestos a dar la mejor información técnica a todos los candidatos. Sabemos qué se necesita para que la producción de carne siga creciendo como en los últimos tres o cuatro años, ganando mercados y generando divisas para el país y empleo en los pueblos.
Este año crecimos exponencialmente en exportaciones –incluso cumplimos con la Cuota Hilton después de mucho tiempo- y aspiramos a llegar a las 600 mil toneladas exportadas sin descuidar el mercado interno, pero eso no quiere decir que no existan luces amarillas y señales de alerta.
Necesitamos políticas públicas acordes al esfuerzo del sector, con incentivos para la producción de animales pesados y financiamiento a tasas razonables para que los productores pequeños y medianos no deban liquidar stock para pagar las cuentas.
Necesitamos saber cómo se van a reagrupar los estándares sanitarios, cómo se va a avanzar hacia una distribución por cortes, qué va a pasar con los pesos de faena y, en definitiva, como se va a incentivar el crecimiento de un stock que está "amesetado".
La industria, por su parte, está a tope. Si queremos crecer en exportaciones será necesaria una gran inversión, especialmente para la producción de frío y sabemos que ese tipo de inversiones productivas están condicionadas por la especulación financiera.
Por su parte, los frigoríficos consumeros deberán reconvertirse a medida en que se avance en la distribución por cortes y también necesitarán crédito. Sin hablar de otros temas pendientes, como la exportación de cueros.
Es por eso que necesitamos que aparezcan las propuestas concretas. Porque, como siempre decimos, el productor que hoy apuesta por la ganadería sabe que el ternero que se está gestando hoy será novillo cuando estemos discutiendo el recambio de Presidente que todavía no elegimos.
(*) Presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
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