Estuvieron presentes los 19 líderes de las principales potencias mundiales reunidos en ocasión del G-20. Se trata del hecho geopolítico más importante para nuestro país en toda la historia contemporánea.
Desde el punto de vista del sector agroalimentario tuvimos la oportunidad de tener frente a frente a los principales líderes de los países que son nuestros principales clientes. Empezando por China, como primer comprador de soja de nuestro país, la Unión Europea como primer comprador de harina de soja, carnes, frutas y pescados, los Estados Unidos como el principal mercado importador de alimentos con un valor de U$S 150,000 millones anuales. La India como el principal importador de aceite de soja de la Argentina, y los países de medio oriente compradores de frutas secas y legumbres.
Y con cada uno de esos países tenemos materias pendientes que resolver que se originaron en el aumento del proteccionismo y ha sido Estados Unidos quien prendió la mecha. Luego le siguieron China y la Unión Europea tomó ventaja del conflicto para volver a cerrar algunos mercados que abastecía la Argentina.
Macri debió plantearle a Trump la reapertura del mercado de biodiésel importado de la Argentina hacia los Estados Unidos, en la práctica este mercado está cerrado por los exorbitantes aranceles que impuso el gobierno americano, prohibiendo el ingreso de nuestro biodiésel.
Desde el punto de vista del sector agroalimentario tuvimos la oportunidad de tener frente a frente a los principales líderes de los países que son nuestros principales clientes.
Las expectativas son optimistas para destrabar este conflicto, que en los últimos tiempos y por primera vez, fueron las multinacionales americanas con Cargill a la cabeza, las que le hicieron llegar a Trump un pedido de reapertura de dicho mercado al biodiésel argentino.
Además el gobierno de Macri ya eliminó el diferencial arancelario entre el poroto de soja y el aceite y sus subproductos, hecho por el cual los americanos acusaban a nuestro país de efectuar dumping en favor del sector aceitero y fue el origen mismo de la aplicación de aranceles al biodiésel importado de la Argentina.
En la misma lista se debe incluir el ingreso de carne argentina al mercado americano, ya autorizado por la administración Trump pero la apertura continúa bloqueada por su burocracia interna. El desbloqueo al ingreso de carne de nuestro país no debe confundirse pues no se trata de una medida extraordinaria ni de favor, se trata que los Estados Unidos cumplan con lo prometido, que ya lleva varios años de aprobación.
Es realmente notable ver cómo cuando el gobierno americano decide bloquear el ingreso de biodiésel de nuestro país, la medida la toman en 24 horas. Y cuando tienen que cumplir con lo que ya está autorizado, previamente por ellos mismos, demoran meses y hasta años, en poner en práctica la apertura de su mercado.
El otro que sigue en la lista es Xi Jinping, presidente de la República Popular China. La Argentina ha sido un país abierto a las inversiones chinas, principalmente en el rubro agroalimentario. Los chinos han realizado importantes inversiones en empresas dentro del sector, como es el caso de semillas, fertilizantes, acopios, exportación de commodities, industrias procesadoras de aceites y harinas, frigoríficos de carne orientados a la exportación y otras empresas exportadoras de alimentos.
Macri debe pedirle a Xi Jinping que permita el ingreso de harina de soja de Argentina. Ya se sabe que la Argentina exportará este año un volumen récord de poroto de soja a China. Falta ahora que el gobierno chino destrabe y permita el ingreso de nuestra harina de soja.
Estas negociaciones pudieron tener lugar en algún momento, en las reuniones bilaterales dentro del paraguas del G-20. El resultado de las mismas podrá tener impacto directo sobre nuestro mercado.
(*) Consultor. Socio Fundador GuruMarket.
COMENTARIOS