Por las huellas de los pollitos
Desde Pergamino, el programa del INTA y del Ministerio de Desarrollo Social organiza una red de multiplicación y distribución de aves. En lo que va del año, ya se entregaron más de 440 mil pollitos para la producción de huevos y carne en granjas familiares y comunitarias.
Entre la casa de Alicia Morales y los galpones de producción avícola de Pergamino hay unos 725 kilómetros. Morales vive en el barrio San Carlos de la localidad General Alvear, en Mendoza, hasta donde viajó un camión cargado de pollitos.
Como promotora voluntaria del ProHuerta -el programa que conducen el Ministerio de Desarrollo Social y el INTA−, junto con los actores más vulnerables de su comunidad,
Morales mantiene una granja para producir huevos y panificados. Como insumo fundamental de esa experiencia, esos pollitos viajeros tienen una historia particular que vale la pena recordar.
Durante el primer semestre de este año y gracias a una red nacional de 19 centros de multiplicación de aves, el ProHuerta distribuyó más de 350 mil gallinas ponedoras y otras 90 mil camperas, ideales para la producción de carne. Fue en el marco del componente Granja del programa, que promueve la avicultura familiar mediante capacitaciones sobre la recepción, alimentación, producción y sanidad de pollos. Su sede está, precisamente, en las instalaciones del INTA Pergamino, donde se multiplican las ponedoras y, además, se investiga sobre sanidad aviar, gestión ambiental y el tratamiento de residuos de las reproductoras y de la sala de incubación.
De este modo, los pollitos bebé que el ProHuerta distribuye como parte de su programa integral de desarrollo tienen un claro punto de partida. Zulma Canet, referente nacional del ProHuerta para el componente Granja, explicó: “Desde el INTA Pergamino, anualmente, se envían alrededor de 25 mil reproductores hacia los centros de multiplicación. Esos reproductores generan aproximadamente un millón de pollitos”.
Puesto en otros términos, los abuelos viajan desde Pergamino hasta los distintos centros de multiplicación distribuidos en el país, donde darán vida a los padres. Luego, los nietos ya nacidos regionalmente representan a los pollitos bebé que finalmente se entregan, mediante una articulación entre los extensionistas del INTA e instituciones locales.
“En general”, explicó Canet, “en Pergamino los pollitos nacen los miércoles, entonces el jueves se retiran y, hacia el mediodía, ya se entregaron. A Tierra del Fuego, por ejemplo, se envían en avión”. En esta logística, “es muy importante que esté bien coordinada la entrega, en los distintos puntos donde va a realizarse y con las familias que van a recibir los pollitos”, consideró.