Las criadas en jaula o en el suelo; se come pasado por agua, frito o cocido: el huevo, que siempre tiene que ser fresco, es infaltable en la mesa de los argentinos.
Después de décadas en las que se promovió una reducida ingesta, las investigaciones de los últimos años revelan que se trata de un alimento con muchísimas propiedades para prevenir enfermedades y mejorar el desarrollo cognitivo.
En Argentina se consumen más de 274 huevos por persona cada año y el país es el quinto consumidor mundial, detrás de México, Japón, Ucrania y China.
“Los argentinos han aprendido a jerarquizar su dieta, a tal punto que el consumo de huevos en el país se mantiene con una curva de crecimiento año tras año”, señaló Javier Prida, presidente de CAPIA.
El consumo de huevos alcanzó los 12.900 millones de unidades en el primer semestre, lo que significó un crecimiento de 2% en comparación con el mismo período de 2016, y representó una facturación para el sector productor de $18.000 millones.
Si bien se celebra que aumentó la ingesta, es necesario mencionar que en este sector también está el denominado “costo argentino”. El presidente de la cámara destacó que los productores esperan “correcciones para el año que viene”, porque advirtió que el sector está “dejando de ser competitivo por cuestiones tributarias, de tipo de cambio y de costo de mano de obra”.
Prida explicó que “los impuestos y la mano de obra representan un 45% del costo de la producción de huevos”.
EXPLOTACIÓN AVÍCOLA
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