La presión impositiva de las provincias aumentó 78% más que la economía entre 2002 y 2016, según se desprende de un trabajo en el que se analizó cómo impactan los tributos provinciales en la economía y, sobre todo, en las producciones del agro.
El informe, que fue desarrollado por el Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina, reveló además que Ingresos Brutos se incrementó 131% y resultó el más alto en presión fiscal.
A lo largo del estudio, titulado “Radiografía de la presión tributaria de las provincias”, se observa que los impuestos que más subieron, además de Ingresos Brutos, que fue el principal, fueron Sellos, con el 136% y el Inmobiliario Rural en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Asimismo, indicó que hoy Ingresos Brutos es el tercer impuesto en recaudación, ya que representa el 4% del PBI cuando, en 2002, era menos de la mitad (1,7%). Sólo es superado por dos tributos nacionales: IVA (7,1% del PBI) y Ganancias (5,4%). Según los datos de la entidad, en los últimos 15 años se vivió una importante expansión del impuesto a raíz de reformas escalonadas que determinaron que hoy tenga una participación del 75% en la recaudación de las provincias, cuando 14 años atrás lo hacía en el 58%.
En el informe se analizan todos los tributos provinciales de forma detallada. Entre los que más subieron, se encuentra Ingresos Brutos (IIBB), que tuvo una variación del 131% en dicho período analizado.
Uno de los ejemplos que dio fue para la cadena de la carne. En este caso, en la provincia de Buenos Aires, en la cual se acumula de ingresos brutos 9,6% desde la cría, invernada, frigorífico, carnicería hasta que el consumidor compra la carne.
“Este es un tributo altamente distorsivo, y su elevado aumento de la presión fiscal está generando fuertes pérdidas de eficiencia sobre la actividad económica. Tiene efecto cascada, por eso, en el caso de la carne, puede llegar a representar entre el 7 y el 11% del valor final del producto, según la provincia”, aseguró Ezequiel De Freijo, analista del IEEyNI y autor del informe.
Cabe aclarar que el Gobierno de Buenos Aires envió a la legislatura una reforma impositiva en la cual busca reducir la alícuota de Ingresos Brutos e impuestos de sellos.
Consecuentemente, hoy ingresos brutos representa el tercer impuesto en recaudación: es el 4% del PBI cuando, en 2002, era menos de la mitad (1,7%). Sólo es superado por dos tributos nacionales, como es el IVA (7,1% del PBI) y Ganancias (5,4%).
Según el estudio, en los últimos 15 años se expandió este impuesto, a raíz de reformas escalonadas que determinaron que hoy Ingresos Brutos participe del 75% en la recaudación de las provincias, cuando en 2002, lo hacía en un 58%. “La presión más alta de los últimos 50 años”, dijo De Freijo.
Si bien en algunas provincias, la actividad agropecuaria está exenta del pago de Ingresos Brutos, el productor termina absorbiendo ese impuesto cuando compra insumos, contrata servicios de flete, o cualquier otra transacción.
En ese sentido, se hizo referencia a otros dos tributos.
El primero fue el impuesto a los sellos, que con una variación del 137%, fue el tributo provincial que más aumentó, entre 2002 y 2016. Sin embargo, su incidencia es mucho más baja que la que tiene Ingresos Brutos. Representaba el 7% de la recaudación de las provincias.
El otro impuesto es el inmobiliario rural. En Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, el tributo aumentó el doble que el total del inmobiliario rural y urbano de las 19 provincias restantes.
PRESIÓN TRIBUTARIA
Radiografía de los impuestos provinciales
La Sociedad Rural hizo un informe sobre la situación de las provincias y aseguró que los tributos aumentaron 78% más que la economía desde 2002 y reveló que Ingresos Brutos creció 131%.
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