Por una política integral para atender los eventos climáticos
Para empezar a tratar temas de la agenda agropecuaria 2017 el 23 de marzo, la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación organizó con pares, el tratamiento informativo del proyecto de ley del Sistema Integrado de Seguro Agropecuario del Diputado Nacional por Mendoza Luis Borsani.
El objetivo principal fue generar un espacio de diálogo de los principales referentes interesados por una política integral para atender los eventos climáticos, para que sirva como aporte a nuestros legisladores cuando tengan que legislar.
Tuve la oportunidad en mi intervención de dejar opinión sobre un tema fundamental para el sector agropecuario y el país. La información internacional, difundida por expertos y comunicadores especializados, confirma que los cambios climáticos serán más reiterados y de mayor envergadura.
Motivo más que suficiente para generar nuevas políticas de Estado, cuyo paso principal es constituir mesas institucionales permanentes, para que sea el ámbito donde hacer las propuestas, discutirlas, consensuar los proyectos y hacer el seguimiento de las políticas en el largo plazo, como lo hacen todos los países que tuvieron éxito con políticas para mitigar los riesgos climáticos, económicos y sociales de
toda la comunidad.
Cambian los gobiernos, pero continúan las políticas, porque están comprometidas todas las partes interesadas en una gestión permanente "pública-privada".
Los efectos del cambio climático por grandes lluvias o por sequías tienen dos escenarios muy bien definidos que necesitan tratamientos específicos por separados.
A.- Grandes masas de agua que inundan extensas superficies y escurren naturalmente por los cursos del agua que tiene cada zona, destruyendo todo lo que encuentran en su camino en zonas rurales y
urbanas.
Para mitigar los efectos descriptos, hay que mejorar la obsoleta infraestructura general, la falta de mantenimiento de canales y corregir rutas mal construidas.
Muchas de las graves consecuencias de las grandes lluvias son porque han desaparecido o se han achicado los reservorios naturales que existían y las aguas corren por cauces que no son los normales por obras de infraestructura mal hechas y canales clandestinos realizados en defensa de intereses particulares o localidades, sin tener en cuenta los intereses generales de
la cuenca.
Por eso es fundamental para poder ordenar la actual situación con nuevas obras, que esté funcionando a pleno la autoridad de cuenca de cada región.
B- La compensación de las pérdidas a productores y habitantes como una forma de atenuarlas. Se podrá hacer, si el país implementa políticas integrales para atender los efectos de los eventos climáticos.
Dichas políticas de Estado deberían diseñarse a través de dos instrumentos que ya se usan en todo el mundo:
1. Políticas para incentivar el mayor uso de los seguros agropecuarios por medio de compensaciones a la prima, rebaja de impuestos y/o otros incentivos nacional y provinciales, para poder aumentar la cobertura del área sembrada al bajar el costo de la prima del seguro.
De esa manera aumentan los usos del seguro por los productores y proveedores de insumos, que son los directos damnificados. Todo lo asegurable se asegura y lo no asegurable se cubre con fondos catastróficos .
2. Políticas creando un Fondo Nacional Permanente Autárquico- Seguros Multirriesgo para atender todos los daños de los bienes no asegurables. Justamente para cubrir los objetivos del punto B está orientado el proyecto del diputado Luis Borsani.
El proyecto se inscribe en las líneas que la dirigencia de España acordó las políticas para cambiar el país y fijar políticas de Estado a largo plazo en el año 1978, en el Pacto de la Moncloa, que incluía políticas para atender los eventos climáticos.
Esas políticas se consolidaron a pesar de los cambios de los gobiernos, a prueba y error. Hoy tienen continuidad y disponen de fondos especiales muy importantes, que se pudieron consolidar a través de los años con el aporte de los mismos protagonistas en una acción pública-privada permanente.
Los países con producciones agrícolas importantes, desarrollados y no desarrollados, empezaron aplicando este tipo de políticas activas. Después avanzaron con otros sistemas de seguro más sofisticados.
Mientras tanto en el país, si queremos desarrollar los seguros multirriesgo que sean técnicamente viables y competitivos para todas las partes, hay que equiparse con tecnología satelital moderna y específica.
La idea central de estas políticas de Estado para cubrir los riesgos climáticos es transferir parte de los riesgos al mundo, por medio de las reaseguradoras internacionales, para de esa formar achicar la responsabilidad y las pérdidas del Estado por las menores producciones, la caída de actividad, menos impuestos y caída de las exportaciones.
Después de muchos años de un trabajo, en Estados Unidos ya tienen coberturas que aseguran los ingresos proyectados del productor con diferentes propuestas.
Esto lo pudieron hacer porque hace años vienen trabajando por medio de una acción pública-privada en políticas que atienden los riesgos agrícolas.
La ley agrícola eliminó todo otro incentivo al sector agropecuario y dispuso exclusivamente mayores compensaciones a la prima de los diferentes seguros que tienen por estado, zonas productivas y productores.
Es estratégico para un sistema de seguros previsibles y estables para el agroindustria, el trabajo conjunto de seguros agrícolas con los mercados a término.
El cubrirse en los mercados a término da certeza sobre el resultado final del emprendimiento ante la suba o baja del valor del mercado a todos los protagonistas del servicio del seguro agrícola que por esencia es un sistema solidario.
(*) Consultor. Ex presidente de CRA y Carbap.