La actividad ganadera argentina finaliza el año con la expectativa de repuntar en 2017 a través de la puesta en marcha de reintegros a la exportación.
Gonzalo Alvarez Maldonado, consejero y ex presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) fue pródigo en esas consideraciones, al dialogar en el cóctel de fin de año de la entidad para los periodistas especializados.
Productor ganadero entrerriano, Álvarez Maldonado, un dirigente de la entidad intercooperativa Coninagro, considera que "la única manera de arreglar el sector, aunque no nos guste, es a través de una devolución a las exportaciones".
Así acotó que "es el único camino que le está quedando (al Gobierno) porque si devalúan, la sociedad se ve afectada, no pueden hacerlo y por eso hay que lograr que seamos más competitivos no sólo las carnes, los cereales, todas las materias primas que exportamos los argentinos".
"La única salida que yo veo como productor ganadero es el reintegro que es una medida circunstancial, porque en algún momento vamos a estar mejor. La única manera de que podamos dar más fuentes de trabajo, producir, exportar es que esté bien cubierto el mercado interno y que no falte carnes a los argentinos y tener ese saldo exportable que necesitamos", dijo.
La demanda externa existe para las apreciadas carnes argentinas, pero el precio no es competitivo, por el dólar que está muy bajo y es así que en el seno del Gobierno se analiza la posibilidad de dar los reintegros a la exportación que no es un monto significativo.
En la actualidad, el mercado que más tracciona carne argentina es China, le siguen Israel, Chile, la Cuota Hilton, que en junio último no se pudo cumplir con cortes especiales destinados a la Unión Europea, y el otro gran demandante es Alemania que adquiere valor por el alto precio que paga.
El Consorcio exportador ABC difundió estadísticas hacia el final de semana y manifestó que la faena de bovinos en noviembre fue de un millón de cabezas, lo cual significa que repuntó apenas levemente respecto de octubre, un dos por ciento.
Por lo tanto, se considera que la faena está un tanto estancada en la Argentina, en lo que a bovinos se refiere mientras que se habría frenado en algo la tendencia de reposición del stock ganadero al faenar más hembras otra vez.
Otro de los datos que brindó el Consorcio fue que el consumo interno en el país, cayó en 2016, en 5 kilos de carne vacuna, por habitante y por año.
Al respecto, el presidente del Consorcio exportador ABC, Mario Ravettino, expresó que "teniendo en cuenta que no se prevén cambios importantes en el volumen de embarques, podría estimarse el consumo en 58-59 kilos por habitante al año".
El productor ganadero en las provincias al haberse terminado las limitaciones que implicaban las trabas de los Roe (permisos de exportación) y las retenciones, apuesta al futuro.
Alvarez Maldonado recordó que se necesitan tres años desde que nace el animal hasta su comercialización y evaluó que 2017 será el año bisagra.
"Va a haber un año y medio de cambio de clima económico y político. Además hay mayor productividad porque el productor ha tomado conciencia de que el peso de faena sea mayor al que era antes. Eso va a ayudar a tener mayor oferta, no sólo para el mercado interno, sino para la exportación", precisó.
En rigor, la faena de bovinos se ha caracterizado por una tendencia descendente que no se ha modificado como consecuencia del estancamiento verificado en los últimos meses.
Entre enero y noviembre, la faena alcanzó 10,6 millones de vacunos, un 7% menor al acumulado en igual lapso de 2015 y un 12% por debajo del promedio correspondiente a ese período en la década 2004–2015.
El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas apreció que la producción de carnes bovinas alcanzó los 2,4 millones de toneladas peso res, cuatro por ciento menor a la acumulada en los primeros once meses de 2015.
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