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SE ACRECENTARON LAS SUPERFICIES DEDICADAS AL MAIZ

Se sembró el 2% de la soja en la zona núcleo

La falta de piso por las intensas lluvias impidió la implantación de la oleaginosa en la región más productiva del país.

Campos aislados, caminos transformados en ríos y sectores sumergidos fueron las secuelas que dejaron las lluvias en la zona núcleo, contingencias climáticas que impidieron la siembra de la soja. El panorama muestra que los suelos están al límite de su capacidad por lo que nuevas lluvias traerían importantes daños, alertó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las zonas más complicadas son el sudeste cordobés y noroeste de Buenos Aires, donde el mes de octubre dejó más de 200 milímetros de agua, que disminuyen hacia el este de la región. Los pronósticos indican un fin de semana de tiempo estable y se espera que se pueda recomponer el piso.
Aunque algunos productores pudieron comenzar las siembras el fin de semana pasado, las tareas se detuvieron muy pronto por el regreso de las precipitaciones. El año pasado se llevaba un 10 % más a esta altura. Asimismo, nuevos nacimientos de malezas abundan en los lotes que estaban ya preparados para recibir la simiente. Las malezas más complicadas siguen siendo rama negra y yuyo colorado.

Desmejoraron los trigos

Comienza a decaer la buena imagen que venían trayendo los trigos. Aquellos lotes que hasta la semana pasada se clasificaban  como excelentes, ahora comienzan a catalogarse como buenos a muy buenos (70%), y en algunos casos regulares (5%). Solo un 25% de los cultivares presenta excelentes condiciones. Disminuyen las probabilidades de obtener mejores resultados, respecto a las semanas previas.
Los constantes días nublados y las abundantes precipitaciones no favorecen al estadio de llenado de granos en que se encuentran los trigos de la región. No obstante, los rendimientos medios esperados siguen estando por encima de los 35 quintales por hectárea. Comienzan a tomar relevancia las enfermedades como roya y manchas foliares, ocasionadas por las constantes condiciones de alta humedad ambiental.

Buenas reservas para el maíz

Salvo los sectores afectados donde los excesos no llegan a escurrirse y dominan los encharcamientos, los lotes de los maíces tempranos tienen reservas hídricas excepcionales en la región núcleo. Los cuadros comienzan a transitar las etapas fenológicas entre emergencia y diferenciación de hojas. Pero se advierte que si estos anegamientos se prolongan en el tiempo pueden afectarse las plantas de maíz por la falta de oxígeno en las raíces.

Más de 450 mil hectáreas afectadas

Hay quienes podrán firmar que la situación de exceso hídrico que afecta a regiones de Buenos Aires se debe a las recientes lluvias, sin embargo es algo que viene ocurriendo desde 2015. "La situación que se encuentra atravesando el oeste bonaerense se inició a partir de las precipitaciones ocurridas durante el año 2015", comentaron desde el INTA General Villegas.
Según explicaron, del análisis de los últimos 12 meses surge una diferencia de 47,7% de mayores precipitaciones que en el promedio histórico en la Estación Experimental del INTA de General Villegas. Se acumularon lluvias en el orden de los 1284 mm., lo que significa 415 mm más que el promedio para el mismo
Esto provocó un exceso hídrico de magnitud en una amplia zona del partido, cuya capacidad de evacuación es muy difícil, por tratarse de una cuenca endorreica. En este momento los bajos se han colmado de agua y muchos lotes agrícolas están encharcados. Los problemas ocasionados están relacionados con el anegamiento de lotes, que complicó la recolección de cultivos de la campaña 2015-2016 e imposibilita la siembra de la actual campaña.
En tanto, según comentaron en el informe, la transitabilidad por los caminos rurales está muy afectada y/o interrumpida con inminente riesgo de aislamiento de poblaciones, debieron ser evacuadas familias en barrios periféricos y el transporte de la producción regional está interrumpido.
Los perfiles de suelo evidencian un marcado ascenso del nivel freático que, además de comprometer la siembra de cultivos agrícolas, compromete la utilización de pasturas afectando el área destinada a ganadería y la oferta forrajera que se traducirá en una merma en la producción de carne y leche.
"Considerando que es importante el área de suelos saturados próximos a lagunas, podríamos asumir que la superficie afectada supera las 450000 hectáreas y están ampliamente distribuidas por todo el Partido de General Villegas", concluyeron en el informe elaborado por el ingeniero agrónomo Marcos Zaniboni.

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