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INDUSTRIA LÁCTEA

Se agrava el cierre de tambos en Junín

Productores del sector se reunieron con dirigentes de la Sociedad Rural y luego expusieron la situación que -aseguraron- los priva de ser competitivos. “Este distrito ha llegado a tener cerca de setenta establecimientos de lechería y hoy quedan solo seis o siete”, afirmaron.

La dirigencia de la Federación Agraria Argentina (FAA) advirtió que alrededor de 3.000 tambos del país están en riesgo de desaparecer como consecuencia de las inundaciones y del bajo precio que perciben por litro de leche.
 La crisis que afecta al sector no es nueva, pero parece que el poder de resistencia de los productores se está empezando a erosionar con fuerza y no se avizora ningún poder que detenga esa situación. 
 En Junín, esa realidad se viene percibiendo desde largos años atrás y quienes la sufren de cerca, los tamberos del distrito, salieron a dar su diagnóstico y fundamentalmente a expresar su preocupación por el escenario de poca competitividad que -afirmaron- los rodea.
 Tras reunirse con el presidente de la Sociedad Rural local, Alejandro Barbieri, los productores Andrés Moutous, José Luis Mendizábal, Máximo Rus y Claudio Hardoy, brindaron detalles del panorama que se plantea en el plano nacional y su impacto en los establecimientos juninenses.
 Moutous indicó que el gobierno anterior “desmanteló todo el sistema estadístico que tenía el Ministerio, siendo que es una función indelegable del Estado proveer cifras sobre cuánta leche se produce, se exporta y se manufactura, y hoy esos datos no están”.
 En ese sentido, recordó que hay un estudio que “se comenzó hace como diez años y nunca se completó,  que pretendía ser serio informando cómo funciona la cadena comercial y dónde están los problemas dentro del recorrido desde que el producto sale del tambo hasta que llega al consumidor, quién se va quedando con qué parte de la torta. Lamentablemente no tenemos un informe claro sobre cómo es esto”.
 “Hoy en día sabemos que una participación mayoritaria dentro del precio que paga el consumidor la tiene el Estado con los impuestos; los costos internos de las grandes cadenas de supermercados han aumentado, al igual que los de la industria -especialmente los de mano de obra- y todo eso hace que nuestra actividad no sea rentable”, expresó Moutous.

Sólo el mercado interno

 Los tamberos coincidieron en que la oferta de leche en el país ha caído, se estima que un 30% si se compara año contra año, o sea que la producción que hay en los tambos del país alcanza para abastecer el mercado interno pero no provee de excedentes para poder exportar.
 “A pesar de esa menor oferta no notamos que la industria salga a competir por nuestra leche y le aumente el precio al productor, notamos que esa recuperación es muy lenta. A esto debemos sumarle dos problemas fundamentales: uno es resorte tanto de la Nación como de las provincias y consiste en controlar la marginalidad que hay en nuestro negocio, que es muy alta; y el otro, más local, es la falta de infraestructura, con caminos rurales totalmente destruidos que también nos aumentan el costo porque los camiones no entran y entonces tenemos que sacar nuestra leche nosotros mismos”, señaló Moutous.
 Para los productores lecheros locales, el gobierno debe poner en funcionamiento las herramientas que tiene, que son, en primer lugar, la defensa de la competencia y hacer estudios serios y responsables para determinar si hay algún abuso o dominación dentro de la cadena de comercialización. “Nosotros pensamos que hay un cierto acuerdo y una cartelización de la industria para no aumentar los precios”, consideró Moutous.
 Los tamberos señalaron que en este momento hay en Junín seis o siete productores, cuando esta era una zona de entre sesenta y setenta tambos hasta entrados los años ochenta. “El crecimiento de la agricultura ha ido en detrimento de los tambos y se prevé que en los próximos años muchos otros establecimientos. Se calcula que en este momento en Argentina hay diez mil tambos y se prevé que este año puedan dejar de funcionar tres mil”, dijo Mendizábal.
 Además, los lecheros reclamaron que se regularicen los precios y afirmaron que las últimas inclemencias climáticas los afectaron fuertemente.

Rumbo a una economía competitiva

A su turno, Alejandro Barbieri sostuvo que “el desafío de este gobierno es salir de una economía subsidiada a una competitiva y para eso hay que sacar la cartelización de muchas industrias”.
 Coincidió con los tamberos en que es importante tener un esquema que muestre la conformación de la cadena comercial e identifique el lugar donde queda ese porcentaje de ganancia que no les llega a los productores.
 Por último, Barbieri adelantó que se propone convocar a una reunión regional y tratar de conseguir un encuentro con el subsecretario de Lechería “para ver qué puede hacer el gobierno de aquí en adelante”.

El despoblamiento rural


La consolidación de complejos agroindustriales lácteos trajo un aumento del rendimiento por animal y por hectárea, a la vez que descendió el número de tambos debido a la desaparición de gran parte de los tambos familiares. Éstos eran trabajados en forma manual, por lo que requerían una considerable cantidad de mano de obra, lo que se traducía en una elevada densidad de población rural, ya que además estos tambos eran de pequeña extensión y su número era elevado.
 Durante los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI, el número de tambos continuó en disminución.
 Actualmente, algunos productores han abandonado la actividad, pero existen otros que sobreviven comercializando su producción en circuitos marginales, o sea, aquellos de alcance local o regional en los que se comercializan productos con escaso valor agregado (leche o “masa” destinada a muzzarella, por ejemplo) y que, en la mayoría de las ocasiones operan fuera de todo control legal y fiscal.

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