El ajuste llegó finalmente al propietario arrendador del campo. Luego de varios años en que los valores de los arrendamientos se mantuvieron al resguardo por la fuerte presión demandante de campos, la situación está cambiando. Ante los números que no cierran y la presión biológica de las malezas que se afirman y amenazan con propagarse y generar mayores costos, esta vez, la pulseada por el valor de los alquileres se inclina a favor de los arrendatarios.
Si bien, es un ajuste cuya disminución no cambia la rentabilidad del negocio, resulta un estímulo necesario para que no se retiren tantos productores arrendatarios. Las reducciones presentan también otras variantes como por ejemplo pagar la superficie que resulte efectivamente cosechable. Los campos con lagunas y con suelos complejos, en general se dejan de alquilar o se está negociando bajo el sistema de aparcería.
También se nota un movimiento de productores chicos que en este ciclo dejarían de cultivar sus tierras para ofrecer sus campos en alquiler. De todas formas, los mejores suelos son los que más defienden sus valores y más aún cuando se trata de cuadros que están dentro del privilegiado radio de los 50 a 100 kilómetros a los puertos de Rosario.
Siembra de trigo
Lento avance de siembra del trigo en la región núcleo. El año pasado en la primera semana de junio se llevaba sembrado un 50% de los lotes trigueros. Hoy es sólo el 22% y en una semana comienza a cerrarse la ventana óptima de siembra de los ciclos largos. Los números del cultivo siguen haciendo tambalear a muchos lotes y se ajusta a la baja la intencionalidad de siembra en la región. Los cálculos de rindes de indiferencia expresan una franja de valores que rondan los 35 qq/ha en campos propios, sin imputar gastos de estructura ni impuestos.
Los planes de siembra para la próxima gruesa se enfrentan con la campaña más difícil para sostener la rotación con maíces de primera. Sólo los lotes que serán implantados para satisfacer la conversión a carne están fijos en los planes de rotaciones. Si bien no es posible en este momento cuantificar cuál será la caída que sufra el maíz de primera, la campaña se presenta como el ciclo más bajo de hectareaje de los últimos diez años.
Anuncian cosecha récord
La Argentina alcanzará una cosecha récord de 119 millones de toneladas de granos en la campaña actual, anunció el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, mientras que en el ciclo anterior la producción había sido de 116 millones.
En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires elevó sus estimaciones de producción récord de soja en 800 mil toneladas debido a que la productividad promedio se ubica por encima de lo previsto.
Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la entidad se espera una cosecha de soja nacional de 60.800.000 de toneladas luego de haberse recolectado el 93,4 por ciento de la superficie sembrada.
Con 17,8 millones de hectáreas cosechadas, el rinde promedio de la oleaginosa de acuerdo con el PAS, es de 3.290 kilos por hectárea, lo que significa una alta “productividad promedio”.
Mientras que un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) consignó que para esta campaña se esperaba que el área total de granos sembrada en Argentina haya sido de 36,87 millones de hectáreas.
“Recordemos que estamos computando en el análisis la suma de los siguientes cultivos: trigo, maíz, sorgo, cebada, avena, centeno, arroz, soja, algodón, maní, girasol, colza, cártamo y lino”, indicó el autor del informe, Julio Calzada, jefe de Economía de la Bolsa rosarina.
Por su parte, Estados Unidos cuenta con un área total sembrada con cereales y oleaginosas que equivale a casi tres veces el de Argentina, que sólo lo supera en girasol.
No obstante, Calzada analizó que “viendo la evolución de las últimas cuatro campañas, Argentina viene incorporando -en términos relativos- más superficie con cereales y oleaginosas que los Estados Unidos”.
El monocultivo de soja domina la escena y lo ejemplifica Calzada: “Evaluando específicamente el área sembrada con cereales, vemos claramente la supremacía de Estados Unidos con respecto a nuestro país”.
Disminuye el valor de los arrendamientos
Las negociaciones tratan de cerrarse frente al inminente comienzo de la siembra fina y antes de que las malezas sigan proliferando en un otoño sin frío y húmedo.
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