ECONOMÍAS REGIONALES

Sabores poco tradicionales, son potencia

Mientras el arándano se orienta a la exportación, el kiwi se destina principalmente al mercado interno. La banana y el mango son los principales cultivos tropicales de una cadena en la que predominan los productores chicos y familiares, con difícil acceso a la tecnología.
En este sentido, Enrique Sánchez, coordinador del  Programa Nacional de Frutales del INTA, expresó: “Los cultivos tropicales tienen abierta la posibilidad de expansión si se trabaja en un plan estratégico regional con el apoyo concreto tanto del gobierno nacional como de los gobiernos provinciales”.
Entre los frutales, la producción de kiwi es una de las de mayor rentabilidad y potencial de crecimiento en la Argentina. Si bien su superficie se duplicó en los últimos 10 años, cerca del 60 % de la fruta que se consume es importada.
Actualmente se estiman unas 800 has de kiwi, de las cuales cerca del 50 % está en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Por sus condiciones climáticas, cercanía al mar y fácil acceso a los mercados, es una zona con gran potencial, donde aumentó la superficie implantada y de servicios, con nuevas plantas de empaque y cámaras de frío para almacenamiento.
En los últimos años, la intervención del INTA permitió ajustar los índices de cosecha, prolongar su período de almacenamiento, hasta unos 6 meses- y así competir con el kiwi italiano en contraestación-, reducir pérdidas y mejorar su calidad.
La fruticultura tropical y subtropical tiene fuerte impacto en las economías del NOA y del NEA. Entre ananá, papaya, palto, banana y mango el total de producción en esas regiones es de 115.350 toneladas.
Los frutales tropicales se plantean como alternativas productivas a las hortalizas y los citrus, con el requerimiento de una importante mano de obra durante todo el año por el volumen de crecimiento registrado.
El cultivo de bananas en la Argentina ocupa el primer lugar entre los tropicales, con un volumen de 84.050 toneladas, ocupa unas 3.780 hectáreas en Salta, Jujuy, Formosa y Misiones. La producción de mango se localiza principalmente en el NOA, con excelente perspectivas de crecimiento, especialmente en el Pedemonte de Salta y Jujuy. En la actualidad, existen unas 500 ha, con una producción promedio de 15 t/ha y un promedio anual de 7.500 t, con un ingreso bruto de U$S 37.500.000.
Este cultivo es una alternativa con excelentes perspectivas de crecimiento, que permite una mirada optimista en el corto plazo para comercializar en los distintos centros urbanos de la Argentina con una excelente calidad y sanidad. 

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