En Ameghino, CLAAS organizó una nueva edición de su ya clásica jornada gratuita Experiencia Forrajera. Un nutrido grupo de productores, técnicos y contratistas se dio cita en el campo ubicado a la vera de la Ruta Nacional 188.
Allí, especialistas de distintas empresas y del INTA pusieron en común sus conocimientos para cumplir con el claro objetivo que persiguen los organizadores con esta iniciativa: mejorar la productividad y ante todo la competitividad de los hombres que trabajan a diario en los campos argentinos.
Organizada en tres paradas a campo y con charlas en auditorio, el encuentro comenzó con los comentarios de Federico Sciarretta, del área de desarrollo de Forratec, a cargo del manejo de los cultivos que se exhiben en el campo de Ameghino donde se desarrolla Experiencia Forrajera.
El técnico relató que hace cuatro años que se empezaron a mejorar los lotes que cuentan con dos tipos de suelos, unos más altos y otros más bajos. Los primeros son Serie Lincoln, de Clase de Uso 2 y los segundos Cañada Seca, con peligro de anegamiento temporario y alcalinidad.
Al referirse al más nuevo de los diferentes ensayos de alfalfa exhibidos en Ameghino, el técnico recordó que la siembra fue realizada el 4 de diciembre, con 110 kg/ha de urea a la siembra, sobre un verdeo, y con 16 semillas por metro lineal con una sembradora neumática a 52 cms. ¿Cómo obtener producciones de alfalfa que el primer año alcanzan las 18 toneladas de materia seca por hectárea y el segundo de entre 20 y 24 toneladas?, dijo Sciarretta al referirse a los rendimientos alcanzados por las parcelas sembradas en Ameghino.
En otra parada, Cecilia Sardiña, del área de Producción Animal de INTA Villegas, también habló de alfalfa y cómo aprovecharla al máximo todo el año. Para esto, una de las claves es medir forraje. Esto le permite saber al productor dónde está parado de acuerdo a los potenciales productivos que tiene la forrajera. "Sabemos que es una especie que puede producir por encima de las 20 toneladas de MS por hectárea, que en la zona se puede lograr unos 15 kg/MS por milímetro de lluvia", dijo la técnica. Por lo cual, "si sabemos que en nuestro período productivo nos llueven unos 1000 mm de septiembre a abril y estamos produciendo 10 o 7 toneladas de MS, tenemos algún problema", reflexionó.
Medir sirve para calcular cuánto forraje se le puede ofrecer a los animales y cuántos se pueden meter en una pastura sin afectar la perennidad.
La técnica de INTA Villegas, Marianela Diez, se refirió a las "Alternativas de usos de sorgos para distintas categorías de hacienda". Diez hizo hincapié en las virtudes del sorgo para un amplio rango de ambientes, por su rusticidad y buena respuesta ante situaciones de sequía y salinidad.
La especialista recomendó elegir el material de acuerdo al uso que se le vaya a dar y el modo en que se vaya a realizar su aprovechamiento. También es importante tener en claro a qué categoría se le va a asignar el sorgo. La técnica sugirió que un silaje de sorgo se podría asignar a una categoría de recría, un silaje forrajero a una categoría de cría con algún tipo de suplementación ya que no presenta alto contenido de grano. Cuando se quiere diferir, hay que asignarlo a una categoría de cría o a una que no tenga grandes requerimientos nutricionales.
EXPERIENCIA FORRAJERA EN AMEGHINO
Sintonía práctica para el manejo de alfalfa y sorgo
CLAAS Argentina reeditó su jornada con una nueva propuesta: hubo consejos a campo, dinámicas de maquinaria y la opinión de los expertos.
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