Mercado estabilizado, sin reacción, con una exportación reducida al mínimo y un consumo cuya esperanza es la mayor cantidad de plata en la calle que puede esperarse del cobro de las paritarias.
Las últimas dos subas importantes de la hacienda obedecieron a circunstancias que en el corto plazo difícilmente se repitan. Entre noviembre de 2013 y marzo de 2014, el novillo subió 60 por ciento, combinándose una devaluación del 35 por ciento, una fuerte suba del cuero, el efecto “freezer” y un consumo que por entonces se mantenía muy firme.
En agosto pasado, las inundaciones en la provincia de Buenos Aires afectaron drásticamente la oferta de los feedlots y de los establecimientos con suplementación intensiva, lo que determinó una suba de precios a contraestación, contra todo pronóstico.
Este año, los feedlots están más llenos que el año pasado para esta época, y de no mediar algún contratiempo climático excepcional todo indica que tendremos un segundo semestre con una oferta suficiente para las necesidades actuales del consumo.
Según cifras del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el stock ganadero a marzo último era de 51,43 millones de cabezas, unos 216 mil animales menos que el año pasado (0,4 por ciento).
Dentro de la composición del rodeo, el dato más importante es la disminución en la cantidad de terneros, que cae 358 mil cabezas (2,6 por ciento) con respecto al año anterior, registrándose un destete de 13,36 millones de crías, al mismo nivel que dos años atrás, y 926 mil terneros menos que en 2008, año en que comienza la serie. l
Como la cantidad de vacas prácticamente no cambió con respecto a un año atrás (0,5 por ciento) y ha caído el número de terneros, la relación ternero/vaca (indicador imperfecto de la tasa de destete) habría bajado al 59,7 por ciento, el índice más bajo de los últimos cuatro años.
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