El tenista italiano Jannik Sinner (1º) jugó ayer un partido casi perfecto, le ganó 6-3, 6-4 y 7-5 al estadounidense Taylor Fritz (12º) y se quedó con el título en el US Open.
Se trató de la segunda coronación para Sinner en un Grand Slam, que este año ya había ganado el Abierto de Australia, y además estiró la ventaja en el ranking, donde ocupa la primera posición.
El primer set comenzó con un quiebre tempranero de Sinner, aunque Fritz demostró mucha personalidad para recuperarse e igualar el asunto en tres games por lado. Pero el estadounidense, que fue el primer local en una final del US Open desde 2006, no pudo mantener sus siguientes dos turnos de servicio. De esta manera, el italiano tomó ventaja y se llevó la primera manga con un cómodo 6-3.
Una estadística clave en este parcial fue el servicio de Fritz, que solo metió el 38% de sus primeros saques (Sinner rondó el 60%) y cometió 12 errores no forzados.
En el segundo set se pudo ver una mejor versión de Fritz, que se mantuvo en partido hasta el 4-4. Pero en el décimo game, Sinner apretó el acelerador y consiguió el quiebre que le permitió imponerse por 6-4 y quedar aún más cerca del triunfo.
En el tercer set parecía que se venía la reacción de Fritz, que luego de estar contra las cuerdas en el sexto game, pudo recuperarse, le quebró el saque a su rival y llegó a ponerse 5-3 en ventaja, demostrando un altísimo nivel.
Fue en ese momento en el que Sinner sacó a relucir toda su jerarquía e hilvanó cuatro games consecutivos para llevarse el triunfo por 6-3, 6-4 y 7-5 después de 2 horas y 15 minutos.
De esta manera, Sinner conquistó su segundo título de Grand Slam luego del conseguido en el Abierto de Australia a principio de año y el sexto en la temporada (también levantó el trofeo en Rotterdam, Miami, Halle y Cincinnati).
Fritz, por su parte, no pudo cortar con la sequía de los estadounidenses en el US Open. La última vez que un local se quedó con el título en el último Grand Slam de la temporada fue en 2003, cuando lo hizo Andy Roddick.
El californiano tampoco pudo convertirse en el primer no europeo en ganar un Major desde 2009, cuando Juan Martín Del Potro ganó el US Open.
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