Genaro Olivieri, tenista bragadense, en la última edición del US Open.
Genaro Olivieri, tenista bragadense, en la última edición del US Open.
DEPORTE REGIONAL

Genaro Olivieri: "Mi objetivo es meterme entre los 100 mejores del mundo en 2023"

El tenista bragadense dialogó con Democracia, a horas de su debut en el Challenger de Buenos Aires, que se disputa en el Racket Club. El deportista de 24 años, que este año disputó dos Grand Slams, también recordó su participación en el Futures ITF de Junín, en 2019.

Con 24 años cumplidos en agosto pasado, Genaro Olivieri asegura estar viviendo "su mejor momento" como tenista profesional. 

El deportista nacido en Bragado, que hoy debutará en el Challenger de Buenos Aires, en el Racket Club del barrio de Palermo, ocupa en la actualidad el puesto 255 del ranking internacional de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y esta temporada vivió la experiencia de competir en las rondas clasificatorias de Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos, dos de los cuatro Grand Slams, los torneos más importantes del mundo.

En diálogo con Democracia, Olivieri aseguró que su meta de cara al futuro es clara: romper la barrera de los 100 mejores del escalafón, lo que significaría una bisagra en su trayectoria como tenista. Y para lograrlo, también trazó un horizonte temporal. "Mi objetivo es a final del año que viene llegar al top 100, es muy desafiante, pero sé que tengo que ir por eso", expresó.   

"Este año viene siendo el mejor de mi carrera hasta el momento. Logré mi mejor ranking y jugué dos clasificaciones de Grand Slam, eso muestra que estoy en crecimiento tenístico, más allá de que todavía no se esté reflejando en resultados", afirmó.

"Me siento jugando muy bien, todo es cuestión de concretar las oportunidades que se me presentan en los partidos importantes. Si quiero seguir escalando, ese es el siguiente paso", agregó.

Esta semana, en el Racket, tendrá una nueva ocasión para demostrar su potencial ante el público local y continuar alimentando su sueño de meterse en la elite del denominado "deporte blanco". 

"Jugar un Challenger en Buenos Aires es muy especial, van a venir a verme mis amigos y mi familia, se va a jugar de noche, en un estadio grande de un club hermoso como es el Racket", se entusiasmó, en la previa a su estreno, ante el compatriota juvenil Juan Bautista Torres, a las 19.20, en la cancha central.

"Es lo máximo"

Pese a no haber logrado llegar al cuadro principal, Olivieri vivió desde adentro la importancia de los Grand Slams, algo que ya había experimentado en 2016, en el final de su etapa como juvenil.

En Wimbledon, torneo que se disputa en Londres, Inglaterra, sobre superficie de césped, cayó en la primera ronda de la clasificación frente al brasileño Matheus Pucinelli De Almeida. Luego, en la qualy del US Open, que se juega en Nueva York, sobre cemento, su verdugo fue el experimentado italiano Roberto Marcora.  

Sin embargo, aún cuando los resultados no fueron los imaginados, el tenista de Bragado se llevó consigo el orgullo de haber cumplido con uno de sus sueños, cuando comenzó su camino a temprana edad, en las canchas de los clubes Mariano Moreno y Bragado Club.

"Estar en un Grand Slam es lo máximo. Las semanas previas, ya se viven de manera diferente, comienzan a sentirse los nervios y la adrenalina de estar ahí. De mi parte, traté de disfrutarlo al máximo, porque en esos torneos todo es perfecto, la organización es perfecta. Llegar a los torneos más importantes del mundo es una inyección de motivación extra", reflexionó. 

Y continuó: "En Wimbledon, fue un poco rara la experiencia, porque no había preparado el torneo, fui directamente después de un torneo que había jugado la semana anterior en polvo de ladrillo. En cambio, para el US Open sí me había preparado, pero los nervios a veces juegan una mala pasada y no pude encontrarle la vuelta. Al final de cuentas, se trata de entender que la competencia es la misma en todos lados, que si bien todo el marco alrededor de los Grand Slams es hermoso, una vez que se entra a la cancha hay que dejar todo eso de lado y dar lo mejor en la cancha".

Lo que falta

Si bien el presente lo encuentra dentro de los mejores 260 mejores tenistas del planeta, Olivieri admite que la brecha con el top 100 sigue siendo extensa, aunque se muestra convencido de los puntos de su juego que debe mejorar para seguir acortando las distancias. 

"Creo que hay dos grandes diferencias: por un lado, la constancia en el nivel; y, por el otro, el saber aprovechar las oportunidades que se presentan en los partidos y ser contundente en esos momentos", explicó.

En esa línea, puso como ejemplo el partido que perdió la semana pasada en el Challenger de Villa María, Córdoba, ante el ascendente Juan Manuel Cerúdolo (campeón de la edición 2021 del Córdoba Open, un torneo ATP 250), por 7/6 6/3.

"Él está entre los mejores 100, pero pude jugar a un gran nivel. Tuve set point y no lo pude aprovechar, saqué 5/4 y después 6/5, y lo perdí en el tiebreak. Y después, en el segundo, arranqué ganando 3 a 0, y lo terminé perdiendo 6/3. Entonces, la diferencia está en la contundencia, en aprovechar las oportunidades, y en la capacidad para jugar al mejor nivel durante más tiempo", reconoció.

No obstante, más allá de la ajustada derrota, Olivieri valoró el hecho de que, en los últimos años, creció el número de torneos de nivel Challengers en Sudamérica, lo que le permite competir contra rivales de jerarquía mundial con mayor frecuencia, aunque advirtió que los jugadores latinos continúan en relativa "desventaja" con relación a las condiciones de los europeos y norteamericanos.

"Es más duro el camino, aunque ahora se están organizando muchos más torneos, gracias al Circuito Legión Sudamericana-Dove Men Care. Eso cambió todo y permitió que haya más latinoamericanos luchando cerca del Top 100", destacó.

"Aún así, está claro que seguimos en desventaja, porque los cuatro Grand Slam se juegan fuera de América Latina y la mayor cantidad de torneos están en Europa o Estados Unidos. Son lugares lejanos, costosos y en algún momento hay que pisarlos para poder competir. Y cuando se viaja hasta  allá, no se puede simplemente ir y volver, hay que estar seis semanas, lo que cuesta mucho a nivel mental y emocional. Pero esto es así, nos tocó, nacimos acá y hay que aceptarlo", aseguró.

El recuerdo del ITF Junín

En 2019, el tenis de Junín vivió un acontecimiento histórico, cuando logró ser sede de un torneo profesional categoría Futures de la Federación Internacional de Tenis (ITF), en las canchas del Club Atlético Sarmiento.

El campeonato, que se ubica un peldaño más abajo en relación con la categoría de los Challengers, tuvo al director del Centro de Entrenamiento Tenis Junín, Leandro Verón, entre sus organizadores, y al bragadense Olivieri entre los jugadores inscriptos. 

"La experiencia de jugar en Junín fue muy buena. Recuerdo que, durante toda esa semana, dormía en mi casa, en Bragado, y viajaba a la mañana para ir a jugar. Guardo un lindo recuerdo de ese torneo, nos recibieron muy bien y el Negro (Verón) trabajó a full", relató, sin cerrarle la puerta a la posibilidad de volver a competir en la ciudad, en el futuro. 

"Es muy difícil organizar un Futures. Ojalá se vuelva a hacer en Junín, aunque espero estar en un ranking alto y no tener que jugarlo. Pero si se llegara a hacer un Challenger, sin dudas que voy a ir", concluyó.

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