Cuatro tenistas argentinos debutarán hoy en el abierto de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, en el que el suizo Roger Federer buscará su octava corona y destronar al británico Andy Murray, el campeón vigente que ve tambalear su reinado. Se trata de Carlos Berlocq, Renzo Olivo, Facundo Bagnis y Nicolás Kicker.
Carlos Berlocq (actualmente en el puesto 80 del ranking de la ATP), a los 34 años muy probablemente en su último Wimbledon, ya que madura la decisión de retirarse del tenis a fin de año, jugará en la ronda inicial ante el georgiano Nikoloz Basilashvili (51). En el caso de superarlo le tocará el italiano Thomas Fabbiano (95) o el estadounidense Sam Querrey (28).
El rosarino Renzo Olivo (87) se medirá en el debut con el bosnio Damir Dzumhur (83) y si lo pasa irá contra el croata Ivo Karlovic (23) o el esloveno nacionalizado británico Aljaz Bedene (56), mientras que el santafecino Facundo Bagnis (106) enfrentará al moldavo Radu Albot (116) y de superarlo le tocará su compatriota Nicolás Kicker (91) o el estadounidense Steve Johnson (31).
El tandilense Juan Martín Del Potro, que tendrá un debut complicado ante el australiano Thanasi Kokkinakis, será una vez más el faro entre los tenistas argentinos. Completan la delegación albiceleste en Londres Diego Schwartzman y Horacio Zeballos.
Sigue en tratamiento
Juan Martín del Potro reconoció ayer que físicamente llega con lo “justo” para el debut en Wimbledon por una lesión en el pubis que arrastra desde su eliminación en Roland Garros. “Estoy creo que justo”, admitió Del Potro, quien desde el jueves pasado se entrena en las instalaciones del All England Club para llegar de la mejor forma al debut contra Kokkinakis.
“Me tuve que saltar torneos por el problema que tengo, lo mismo que me pasó en Roland Garros. Es feo saltarme torneos, como el de Queen’s, que me hacía ilusión, pero cuando surgen estas cosas hay que tomar decisiones”, apuntó el tandilense, número 32 del ranking mundial, en declaraciones que recogió ayer la agencia española EFE.
Del Potro disputó su último partido el pasado 3 de junio cuando cayó con el británico Andy Murray, número uno del mundo, por la tercera ronda de Roland Garros y luego se bajó de los torneos de Hertogenbosch y Queen's.
“El problema lo sigo teniendo, no hay nada mágico que haga que algo importante se convierta en que no sea nada, pero la diferencia es que tras jugar Roland Garros, en vez de jugar los torneos de hierba, paré y me hice todos los chequeos necesarios y eso te lleva tiempo y el circuito sigue”, explicó.
“Por eso me fui bajando de los torneos. Sigo un tratamiento para mi lesión. Sé que acabo aquí y vuelvo a casa. Como adaptación, venir a un Grand Slam de una, no es lo mejor sobre todo en esta superficie que cuesta, pero es lo que me está tocando”, lamentó el mejor tenista argentino.
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