Simone Biles, once veces medallista olímpica, es difícil de superar. Pero no imposible. La gimnasta brasileña Rebeca Andrade lo demostró al superar a su rival estadounidense en la final de suelo de los Juegos Olímpicos de París, donde Biles se llevó la medalla de plata y la sudamericana se quedó con el oro.
Para Andrade, de 25 años, este triunfo fue un momento de catarsis, ya que durante gran parte de su carrera ha tenido que jugar un papel secundario respecto a Biles. "Estoy muy contenta y orgullosa de lo que he hecho. Venimos aquí todos los días para competir y rendir", declaró Andrade tras ganar el oro.
Y agregó: "La gimnasia no es un deporte fácil, exige mucho de nuestro cuerpo y nuestra mente. Confiaba en poder gestionar toda la presión y trabajé con mi entrenador para conseguir lo que logramos".
Antes de los Juegos de París, Biles había señalado a Andrade como su mayor rival, mencionando que ambas estaban muy acostumbradas a competir entre ellas. En su documental para Netflix, estrenado el mes pasado, Biles afirmó que Andrade es la competidora que más la "asusta".
En los Campeonatos del Mundo del año pasado, Andrade ganó el oro en salto con bóveda, mientras que Biles se llevó la plata. Esta victoria convirtió a Andrade en la primera atleta en superar a Biles en salto desde 2015. Andrade también ganó la medalla de oro mundial en gimnasia individual completa en 2022.
Antes de la actuación del lunes en suelo, después de la final individual de gimnasia completa del jueves por la noche, Biles comentó que le encantaba competir contra la brasileña, pero que Andrade se estaba acercando "demasiado". "No quiero competir más con Rebeca. Estoy cansada", dijo Biles. "Está demasiado cerca. Nunca había tenido a una atleta tan cerca, así que definitivamente me puso en alerta y sacó a la mejor atleta que hay en mí. Estoy emocionada y orgullosa de competir con ella, pero... era incómodo, chicos. Estaba estresada".
Pero la trayectoria de la gimnasta brasileña hacia el éxito no fue fácil. Tras lidiar con severas lesiones que pusieron en riesgo su carrera –como lo harían con cualquier gimnasta un rotura del ligamento cruzado anterior en 2015, 2017 y 2019- y pasar por tres operaciones de rodilla, la brasileña demostró una gran determinación ante la adversidad.
Se convirtió en la primera sudamericana en subir al podio de la competición de gimnasia completa, consiguiendo una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Quedó segunda tras Sunisa Lee, del equipo estadounidense, pero cuatro días después ganó el oro en salto sobre la estadounidense MyKayla Skinner.
Andrade, originaria de San Pablo, creció con siete hermanos y empezó a practicar gimnasia a los cinco años, después de que su tía la llevara a los entrenamientos del gimnasio donde trabajaba.
Su madre, Rosa, limpiaba casas para mantener a su familia y pagar los estudios de Andrade. En 2009, Andrade se trasladó a Curitiba, antes de llevar su talento al club Flamengo de Río apenas un año después.
Ahora, es una campeona olímpica y mundial, que sabe que es más que capaz de batir a la que posiblemente sea la mejor gimnasta de la historia.
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