Instituto Federal de Artes Marciales Junín.
Instituto Federal de Artes Marciales Junín.
FUNDADO HACE MÁS DE 30 AÑOS

Instituto Federal de Artes Marciales Junín (IFAM): La actividad, vigente con el paso del tiempo

Gustavo Bruno, fundador y director general de la institución, habló con Democracia y se refirió al presente de la entidad. Además, el maestro recordó sus comienzos y realizó un balance de su trayectoria dentro del deporte.

El Instituto Federal de Artes Marciales Junín (IFAM) se creó hace más de 30 años y continúa vigente con el paso del tiempo. 

Gustavo Bruno, fundador y director general de la institución, habló con Democracia y se refirió al presente y el crecimiento de la actividad. Además, el maestro recordó sus inicios y realizó un balance de su trayectoria dentro del deporte.

-En la actualidad, ¿cómo se encuentra el Instituto?

-El Instituto se divide en dos ramas, la parte recreativa y la parte competitiva. Tiene varias aristas. La recreativa se realiza con niños, adolescentes y adultos, que, a la vez, se subdivide con la gente más avanzada y la que lo hace para aliviar las tensiones del cuerpo. 

Por otro lado, están los competidores que son un grupo muy reducido y, con ellos, se entrena de forma diferenciada. La persona que viene a hacer lo recreativo no tiene por qué ser exigida como un competidor. El competidor, en muchos casos, son proyectos y pocos son los que están consagrados o peleando de una forma madura. 

-¿Qué modalidades se dictan?

-Actualmente, hago deportes de combate, que son paralelos a las artes marciales. Artes marciales hice hasta no mucho tiempo atrás porque vi que la demanda de la gente era pensar menos y tener acción y no lo digo en forma despectiva, pero las artes marciales, a veces, requieren de concentración por las formas o posturas, y hoy lo que la gente quiere es descargar tensiones, pegarle a la bolsa y transpirar. 

Hay gente que se entrena para Kickboxing, K-1 y Muaythai, Full contact, Light contact, y Kick light. Son seis modalidades que están dentro de los competidores o de la gente que practica. 

-¿Cuál fue la fecha de creación de la institución?

-Arranqué en el año 91. Mi maestro y mentor fue Luis López, un hombre que me dio mucho. Hace más de 30 años que incursiono, ininterrumpidamente, en artes marciales y deportes de combate. 

Desde que comencé no paré nunca, estuve por diferentes clubes, sociedades de fomentos o lugares, donde me alquilaron y me dieron lugar de una forma caritativa y generosa. Hasta llegué a un punto de mi vida que dejé mi profesión de alma y corazón, que hice durante 20 años, que fue ser gomero. Caí en una de las crisis que nos tocó vivir y terminé fundiendo. 

Decidí vender mi casa y construir este galpón, que hoy es el Dojo de IFAM. El Señor fue muy generoso y no nos faltó pan en la mesa.

-Desde tus inicios hasta hoy, ¿qué cambios se dieron en el deporte?

-Se puede dividir en dos bloques, uno en los primeros 20 años y el otro en los últimos 10/8 años, que se tomó un auge y una velocidad bárbara. 

Para ser más preciso, hoy, un competidor semi profesional sería un profesional de antes y un amateur está muy cerca de lo que era un profesional de segunda línea de esos tiempos y esto radica en los entrenamientos y en cómo avanzaron porque los golpes son siempre los mismos. La parte física mejoró muchísimo. 

En la actualidad, un competidor amateur si no hace un entrenamiento muy ajustado, por lo menos entrenar todos los días y llegar a la competencia con doble turno, tener nutricionista y preparador físico, es difícil ir a competir a ligas grandes. Nosotros alternamos y, a veces, vamos a las que no son de primera, pero también vamos a los mejores eventos del país porque somos invitados. 

La evolución fue muy grande, también mucho tuvo que ver la llegada de internet. Nosotros apretamos un botón y podemos ver lo que están haciendo en Japón, en Norteamérica o en cualquier parte del mundo. 

Por Youtube, nadie se recibe de profesor, eso es solamente para ver. No significa que por mirar las redes va a salir un profesor, esto es docencia. Somos docentes deportivos, hay que dedicarle tiempo y se puede aprender mucho. Hay que saber mucho de técnica y después enseñarlas y lograr que el alumno las entienda, comprenda, las realice y las explique inclusive. Es más complejo que mirar Youtube. 

-¿Considerás que es una actividad más técnico que físico?

-Hoy no sé decirte en qué porcentaje, pero si, a comparación de tiempo pasado, es mucho más físico y más atlético. 

-¿Cómo es el calendario de combates? 

-Ya están las fechas para el año que viene, es muy desregulado el kickboxing y las actividades. Cada provincia o federación aprovecha donde otro no lo haga y mete una fecha propia. Hay mucha competencia, mucha para ir, presenciar o ver. 

Lo justo sería parar en mediados de diciembre porque también el competidor necesita eso y los primeros días de enero arrancar con una pretemporada fuerte con carga. Luego, a los 20 días, disminuir las cargas y en febrero estar listo para arrancar el año.

Un semi profesional debería pelear no más de una vez al mes, si es que hace corte de peso o baja algo de peso. Los amateurs que, normalmente, pesan con el peso propio pueden hacer una pelea cada quince días. Eso hablando de los chicos de Buenos Aires, que se toman un colectivo y están en un torneo. Nosotros, cada vez que vamos a hacer algo son 600 kilómetros. Los del interior tenemos cierta desventaja. 

Un amateur en Buenos Aires reúne entre 50/60 peleas en un tiempo determinado, cuando alguien del interior llega a 10/12 peleas. Es una desventaja con la que corremos eternamente. 

-¿Cuáles son los objetivos de la entidad? 

-El objetivo del Instituto es el slogan que tiene que es el de la formación, bajo los valores de Dios, patria y familia y eso es inamovible. A Dios no lo imponemos, lo proponemos, el amor por la patria es algo con lo que nacemos y la familia es el último bastión, donde nos encontramos en las peores circunstancias. 

Después, si tenemos competidores bienvenido sea, si ganamos un evento mejor, si sacamos campeones somos felices y si perdemos trabajaremos para ser mejor. Ante todo lo que buscamos en el Instituto es la formación, estar pendiente de un alumno juvenil, infantil o adulto, si necesitan una palabra o un consejo, para estar. Lo demás es moneda corriente y nada más, son resultados deportivos y no otras cosas.

El Instituto es una academia, es un lugar de contención, es un lugar con poderes de sanación y está comprobado por la gente que viene hace tantos años y nos sigue, que con muchos tenemos una amistad. 

-¿Administrás las sedes de distintos lugares del país?

-Desde Junín y lo digo con mucho orgullo, creamos el Instituto, que funciona en forma independiente y está adherido a Dojo Serpiente, el más grande de Argentina y parte de Sudamérica. Además, estoy federado a WKF, que es internacional, y fundamos la Liga del Noroeste, que funciona como el ente regulador de los torneos que se hacen en la región y para la fiscalización de los eventos.

Para lograr eso, hubo que formar jueces, árbitros, tener una entidad regulada, con títulos avalados a nivel nacional. 

Por otro lado, formamos profesores, que por diferentes cuestiones, emigraron de Junín y estuvo la posibilidad de abrir un lugar. Algunos fueron alumnos míos y otros personas que conocimos por distintas circunstancias y se adhirieron IFAM y funcionan como filiales. Ellos tienen total autonomía en su trabajo, lo único que hacemos es asistirlos cuando nos llaman, tomar examen, dar avales, hacerlos participes de todos los eventos y darles un aval.  

No fue casualidad, fue trabajo, que me costó lágrimas, sudor, sangre, muchas angustias, muchos malos momentos y también momentos de gloria como cuando dos juninenses fueron campeones en el mundial en el 2018, en Buenos Aires. El año pasado sacamos dos campeones sudamericanos en Chile.

Somos un deporte emergente. A lo mejor, no somos lo suficientemente correcto para que se nos reconozca en algunas esferas. 

-¿Qué sensaciones te dejó la convocatoria de cuatro deportistas a la selección nacional?

-Es un justo premio para ellos, para Ezequiel Reynoso de La Falda, Nicolás Días de Pinto y Juan Bruno de Junín,  porque para lograr eso tuvieron que viajar, ir a eliminatorias y demás. Yo sé desde adentro el sacrificio que hacen, desde lo físico hasta lo económico para poder estar. Estar dentro de la selección es importante, en el caso de los dos más jóvenes (Ezequiel y Juan), uno tiene 13 y el otro 18 años y son proyectos que, a futuro pueden ir a un mundial. 

Estamos trabajando para eso y en serio. A veces, necesitamos que nos ayude lo contemporáneo, el país o la economía.

Postales 

1. El Instituto cuenta con entrenamientos para grupos recreativos y competitivos. 

2. Gustavo Bruno, fundador y director de la institución, que fue creada hace más de 30 años.

3. El IFAM Junín tiene seis modalidades de deportes de combate. 

COMENTARIOS