La escuela de taekwondo Club Junín, coordinada por Gabriel Balvidares, tiene nuevos objetivos en el horizonte y está en pleno proceso de competencias deportivas. En la actualidad, la disciplina tuvo un crecimiento gracias a la televisación en distintos canales nacionales y aumentó el número de practicantes.
El encargado de la actividad habló con Democracia y se refirió al presente de la escuela.
-¿Cómo se encuentra la actividad?
-Estamos en pleno proceso de competencia, el próximo domingo compiten algunos chicos en la cancha de San Lorenzo, en Boedo, por el torneo de la Copa de la Liga Argentina. Estamos entrenando a diario, de lunes a jueves, con preparación física, gimnasio y después entre dos y tres horas de taekwondo.
Estamos en etapa de competencia, dentro de dos fines de semana, hay otro torneo en Mendoza para finalizar julio.
En agosto, tenemos un campeonato en La Pampa y, más adelante, hay un sudamericano que se va a hacer en Mar del Plata o Brasil, que se está definiendo la estadía. A fin de año, cerramos el año con un Nacional. También, tenemos a un grupo de practicantes que tienen otro tipo de entrenamiento.
-¿Cuál es el balance del año hasta el momento?
-Bueno, los chicos empezaron a competir y tuvieron buenos resultados desde lo deportivo. La escuela tuvo un gran aumento en la actividad y los chicos están cada vez más interesados. Tratamos de buscar distintas formas de enseñanza para no ser tan estrictos y que sea más llevadero para ellos y que puedan aprender.
-¿Cómo están divididos los grupos?
-Tengo los infantiles que son los chicos que recién comienzan a entrenar y hacer su actividad y los juveniles y adultos, que divido los entrenamientos tanto para los competidores como para los que recién se inician. Se da una variante, técnica, de lucha o de formas y con eso se arranca la práctica.
Hay días que son bien específicos, de 20 a 22, para los competidores y los entrenamientos son más intensos y con otro ritmo.
-¿Alrededor de cuántos alumnos hay?
-Pueden ser 30, 40 o 50, es muy variada la cantidad. Hay meses que baja, otros que sube, dependiendo de las actividades extras.
-En la actualidad, ¿estás compitiendo también?
-Sí, doy clases y compito. Fuimos a un certamen internacional en Brasil, en mayo, junto a cinco competidores. Todos mis alumnos quedaron primeros y uno logró el segundo puesto. Ese fue el último torneo que tuvimos, ahora nos renovamos con la Copa de la Liga.
-¿Cómo hacen para solventar los gastos de los viajes?
-Todo a pulmón, con la familia que ayuda y trabaja a la par de los chicos.
-¿Cómo ves la disciplina en Junín?
-Bien, creció un montón. Yo noté el crecimiento, el año pasado, porque la escuela tuvo un gran aumento en cuanto a practicantes e interés por la actividad. Recién en el 2021, cuando estaban regresando los torneos post pandemia, se aplicó la televisación en las competencias y se dio más profesionalismo a la disciplina. Eso hace que llegue a más gente porque está saliendo en canales nacionales.
-¿De qué se trata la actividad?
-Cada categoría se tiene que rendir, son exámenes y todo depende del entrenamiento y la constancia de los chicos y además si estudian. No solamente hay que entrenar porque para avanzar de categoría tenes que estudiar, muchos se quejan, pero es así. Hay que saber la historia de las artes marciales, la filosofía del taekwondo, partes del cuerpo, entre otras cuestiones.
Son muchas cosas que hay que aprender para ir avanzando de categoría, se empieza por la categoría blanco, intermedio, punta amarilla, amarrilla, y así hasta llegar al rojo y negro.
-¿Qué tiene de distinto el taekwondo con otras artes marciales?
-Lo que varía son las formas que son todos esos movimientos que se realizan y esa es la diferencia principal. El deporte se basa en una razón científica en base al eje respecto a los movimientos y a la forma de entrenar.
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