En la actualidad, existen 12 hipódromos de trote en Argentina, cinco de ellos están ubicados en la provincia de Buenos Aires, en Hurlingham, Navarro, Chivilcoy, Pehuajó y Lincoln, siendo este último el más destacado de todo el país.
Los circuitos restantes se reparten entre Santa Fe (3) y Córdoba (4). En cada jornada de competición, el hipódromo de Lincoln, que está ubicado dentro del Parque Municipal General San Martín, tiene a disposición, aproximadamente, 80 caballos, esto lo convierte en la pista con mayor caballar de todo el país.
En el trote, los caballos tiran de un sulky, con un joker sentado en él que va comandando el carro. En algunos tramos del circuito pueden alcanzar una velocidad de 60 kilómetros.
En la actualidad, el hipódromo de Lincoln organiza carreras de 1.200, 1.650 y 2.250 metros. Además, cada caballo debe tener dos años, como mínimo, para empezar a competir. Cada caballo, antes de inscribirse en una carrera, debe cumplir una serie de requisitos obligatorios impuestos por la Federación Argentina de Trote, como, por ejemplo, deben estar inscriptos en la Sociedad Rural, contar con las vacunas correspondientes y libreta sanitaria, entre otros.
El trote en Lincoln
Alejandro Cuello, presidente del hipódromo de Lincoln, llamado Asociación Civil Amigos del Trote, dialogó con Democracia sobre la organización del deporte y la importancia del circuito liqueño.
“Todos los lunes se abren las inscripciones y ese mismo día, a la noche, se cierran. El martes se organiza la programación para el domingo. Cada una de las categorías se definen por hándicap”, inició. “Vienen a correr caballos de Roberts, General Pinto y General Arenales, entre otros. Lo mismo pasa con el público, llegan de muchas localidades. Se estima que por carrera se acercan 600 personas”, comentó.
“En estos momentos, somos el hipódromo que más caballar tiene el todo el país. En cada jornada de competición disponemos de 80 caballos”, aseguró.
Cuello, que desde la década del 90 integra la comisión directiva del hipódromo linqueño, se refirió a la importancia del público en cada carrera y a los ingresos que tiene la entidad.
“El público es nuestro ingreso principal. El trote no recibe ningún subsidio de la Provincia de Buenos Aires, en cambio, las carreras de lonjas si están subsidiadas”, indicó.
“Los únicos ingresos que tenemos es la entrada que paga el público para ingresar al hipódromo, la cantina y el juego. Además, tenemos alrededor de 30 socios, pero vamos a lanzar una campaña para aumentar la masa societaria”, manifestó. “Además, en el último tiempo comenzamos a stremear las carreras, y nos miran mucho desde Brasil, ya que ellos compran caballos y lo dejan acá para que sigan corriendo”, aseguró.
El presidente de la Asociación Civil Amigos del Trote contó cuál es el proyecto principal que tiene el deporte y el cuidado que recibe cada caballo. “El proyecto más anhelado por nosotros es recibir un subsidio de la provincia de Buenos Aires, esto te permitirá tener otros tipos de premios”, declaró.
“El proyecto pasó por diputados y senadores, pero quedó archivado y no salió más. Para lograr el subsidio tenés que golpear puertas hasta ganar por cansancio”, narró. “Al caballo de trote debés cuidarlo, darle de comer y varearlo todo los días. Es un hobbie. No lucramos con ellos”, manifestó.
Por último, Cuello, que desde el 2016 es el presidente del hipódromo de Lincoln, se refirió a las próximas elecciones de la entidad y realizó un balance de su gestión.
“Seguramente en octubre se realicen las elecciones y no creo que me presente. Estamos cansados, nos gusta mucho, pero genera un desgaste grande”, expresó. “Me gustaría que la próxima comisión directiva siga manteniendo activo el hipódromo. La cantidad de caballar que disponemos en cada fin de semana es por las numerosas carreras que llevamos a cabo”, indicó.
“Estamos haciendo el bufet, seguramente para agosto vamos a finalizar la obra. El balance que hago de la gestión es positivo, porque realizamos muchas refacciones en el hipódromo”, cerró.
Gastón De Las Heras, una vida ligada al trote
Gastón De Las Heras, que hace 30 años que corre las carreras de trote, dialogó con Democracia sobre la preparación de él y del caballo antes de cada competencia.
“Nosotros, los jokers, entrenamos si queremos, a través de diferentes actividades, como, por ejemplo, el fútbol o ciclismo, pero no es necesario estar bien físicamente para poder correr”, inició. “Por otra parte, el caballo es un atleta de alta elite, que necesita un buen entrenamiento y cuidado para rendir los domingos. Aunque, la genética de cada uno depende mucho”, contó.
De Las Heras comentó como vive cada carrera de trote y la estrategia que intenta llevar a cabo en cada una de ellas. “Pasa todo muy rápido en las carreras, ya que cada una dura dos minutos y vos estás expuesto porque no tenés resguardo de nada. Sin embargo, no suelen haber accidentes porque se corre de manera limpia”, manifestó.
“Podes planificar una estrategia en la carrera, aunque cuando estás arriba del caballo tenés que anticiparte a lo que va a pasar, ya que, por momentos, alcanzás una velocidad de 60 kilómetros”, aseguró.
Para finalizar, el joker, que corre en el hipódromo de Lincoln desde los 16 años, habló sobre la importancia de generar un vínculo con el caballo, para saber lo que siente o cómo está de ánimo.
“Tenés que conocer muy bien al animal para saber cómo esta de ánimo y de salud, porque no te dice lo que siente o lo que le duele”, expresó. “Los caballos son como los jugadores de fútbol, algunos salen buenos y otros malos. El trote es un deporte muy difícil, porque vos trabajas con un caballo durante toda la semana para que corra dos minutos”, finalizó.
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