Nicolás Alejandro Bogado es un joven profesor nacional de educación física de Junín, con deseos de seguir creciendo en su profesión, a la que le pone muchas ganas y pasión. Tiene 28 años de edad y además de "profe" es entrenador nacional de natación, guardavidas, técnico de natación y cursa la licenciatura en educación física con orientación en ciencias del ejercicio.
Tiene cuatro hermanos, Daniel Fernando, Hernán Gabriel Bogado, Matías Oscar Alberto y Bárbara Antonella Bogado y es hijo de Oscar Alfredo Bogado (retirado como oficial del Servicio Penitenciario) y Nélida Isabel Cejas, fallecida hace diez años, y en la charla con Democracia, "Nico" comenzó expresando:
"Tomando el concepto que practicar deportes es a nivel formativo, federado y/o competitivo representando una institución, no he practicado ninguno en mi infancia. Era un joven entusiasta, fanático del deporte en general y considerado como `el traga´ de la escuela. En el barrio pasábamos mucho tiempo en los campitos y al no existir celulares, redes sociales, etc. en aquella época, nuestro entretenimiento era jugar al deporte que se nos ocurriera. No era el famoso `ojota´ pero tampoco el primero en ser elegido en los equipos. Pero sí andaba muy bien en los promedios, fui abanderado de la Nacional en el antiguo noveno año de la Primaria y primer escolta de la Bandera Nacional en el antiguo tercer año de la Secundaria. Creo que con todo eso explico el porqué de mi infancia/adolescencia no tan deportiva. En el verano, era estar en pileta hasta las 17, luego merienda y posterior partido de fútbol. En muchos de esos partidos estaba ausente, porque decidía quedarme en la pileta, a veces solo, inventando mis propios juegos de apnea (suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua) y demás. Fue en ese entonces que comenzó mi amor por la natación".
Seguidamente, Bogado dijo: "Mi vínculo más grande y con más tiempo de duración en la natación fue como docente y no como deportista. Comencé a vincularme con la natación en el año 2003, durante los veranos, con las clases de los profesores Juan José Paz y Gabriel López, con quienes aprendí a nadar y a conocer los distintos estilos. Tiempo más tarde, en el último año de la secundaria, tuve natación en el Colegio Nacional, con la profesora Marcela Crottollini. Hasta ese entonces, mi vínculo con el deporte no era más que el de un aficionado. Pero la natación fue la principal razón por la que decidí ser profesor de educación física. Ya en el profesorado, comencé a ser consciente de mis fortalezas y debilidades, estas últimas eran las que abundaban. Así, mi curiosidad e interrogantes comenzaron a intensificarse día tras día. Con Natación I y II aprobadas, mi autocrítica era durísima. Me di cuenta de que no sabía detectar errores, que me faltaban conceptos, que necesitaba ver gente nadar. Fue entonces que decidí ofrecerme como ayudante de cátedra de la materia Didáctica de las Prácticas Acuáticas II (o Natación II), con el objetivo de recursar la materia, por decisión propia, para aprender a detectar errores viendo nadar a mis futuros colegas".
Ampliando conceptos, destacó: "En el año 2012 hice el curso de guardavidas y allí conocí a Diego Cuadrado, mi mentor. En 2013, comenzó nuestra amistad a través de su generosidad y predisposición a la ayuda. Sin buscar nada a cambio, me invitó a estudiar a su casa, me prestó libros y por medio de rondas de mates, pasamos incontables tardes charlando de natación, un hábito que sigue vigente y nos acompañará durante muchísimo tiempo. En 2014 terminé la cursada del Profesorado, al año siguiente me recibí de profesor y terminé el curso de entrenador técnico de natación y un año mas tarde hice el curso de entrenador nacional de natación nivel II, ambos en Rosario.
En los años 2017 y 2018 cursé la licenciatura en educación física con orientación en ciencias del ejercicio, en la Universidad de Concepción del Uruguay, sede regional Rosario. La cursada fue regularizada, pero me queda pendiente el anteproyecto y la tesis, para recibirme. Quiero recalcar que desde fines del 2012 al 2016 no solo estudié sino que también trabajé y allí vino el inconveniente. Sabía que mis aspiraciones como profesor y entrenador de natación eran muy grandes, siempre soñé y sueño con acercarme al alto rendimiento. Comenzaron mis primeras clases, mis primeros alumnos y como nos pasa a la mayoría, las primeras experiencias en participaciones de eventos como profesor fueron en los torneos de verano y encuentro de colonias".
Entrenar cambiando y combinando estilos
"Ante algunas preguntas de mis alumnos y como yo nunca me había subido a un cubo de partida a esperar la bocina de largada, en diciembre de 2016 decidí empezar a entrenar para competir, formando parte del Equipo Predadores de Junín, como nadador máster amateur. Participé en todos los cruces y carreras de la Laguna de Gómez, desde 1.200 hasta la de 10.000 metros, corrí los 21 kilómetros de Villa Urquiza, en Paraná (Entre Ríos), en la segunda fecha del campeonato nacional de aguas abiertas en categoría Máster `A´, en el torneo de natación Máster Federados en el Club Huracán de San Justo, en 800 libres, y en otras competencias. Podría mencionar entre mis mejores competencias los primeros puestos obtenidos en mi categoría en los 21 kilómetros Villa Urquiza, en Paraná (Entre Ríos), en 2017; en la segunda fecha del nacional de aguas abiertas en la ciudad de Mendoza (2019) y en las carreras de 3.000, 1.200 y 2.500 metros en los cruces de la Laguna de Gómez (2018 y 2019), y segundos puestos en mi categoría en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros en los cruces de nuestra Laguna", destacó.
"Al intentar ser nadador de medio fondo y fondo, el estilo que más nadé fue libre, pero practicábamos todos los estilos. Siempre se debe entrenar cambiando y combinando estilos, dependiendo de la etapa y periodización del entrenamiento. Por ejemplo, el estilo mariposa te da potencia aeróbica. Espalda y pecho, además de trabajar otros aspectos motores, como la coordinación, logran fortalecer los músculos y fibras musculares, que cumplen la función de sinergistas, y el estilo crol, para favorecer a los predominantes en el esfuerzo del estilo principal. Los mejores resultados llegan tras dos años de entrenamiento y en lo personal, sin mucha historia de rendimiento deportivo, el proceso de aprendizaje fue un buen logro, lo disfruté en su totalidad. Fue estupendo, lleno de aprendizajes y, aunque no gané nada, para mí fue muy significativo. Todavía recuerdo mis almuerzos arriba de la bicicleta, yendo desde la pileta que salía de entrenar hacia mi lugar de trabajo".
Expresó luego el entrevistado: "Como nadador en aguas abiertas, me encanta la superación mental que hay en estos tipos de pruebas, las estrategias, las cuestiones impredecibles y a resolver que se presentan, ya sea por oleaje, viento, guía o temperatura del agua. También hay que aceptar la realidad, que soy un nadador lento, por lo cual las pruebas de velocidad no me benefician. Como profesor, prefiero sin dudas la pileta, donde las pruebas son muchísimas, las distancias variadas y cada entrenamiento para cada prueba es particular. Y eso me apasiona. Es fascinante pensar que debemos formar nadadores para que aprendan técnicas, tácticas y estrategias de nado en una carrera de 400 libre, otro en 200 pecho y algunos en 50 y 100 libre, por ejemplo. Además me gustan las etapas formativas y, entre las edades de 6 a 9 años, la formación es casi en su totalidad en pileta, independientemente de que en un futuro el nadador elija competir en pileta o en aguas abiertas. Como profesor, si tengo que elegir, me inclino por la pileta. Mi experiencia con el proceso enseñanza–aprendizaje fue a partir de los 14 años. Las familias amigas me pidieron ayuda para que funcione a modo de apoyo escolar con los integrantes pequeños de cada familia y ahí encontré el gusto por explicar, la paciencia y el agrado por encontrar un resultado en un trabajo en conjunto. Combinando esta situación con la natación, mi gusto por la anatomía funcional y el respeto a la infancia que siempre tuve, no existe otra carrera mejor que educación física".
Seguidamente, comentó: "Oficialmente como profesor, siendo aspirante, mi debut fue en la colonia de vacaciones del Sindicato Empleados de Comercio, con niños, y en la temporada en el complejo de la Sanidad con adultos, en 2012/2013. Ya en 2014 trabajé dando natación a adultos para los afiliados de ATSA, en el Complejo Santa Paula. Además tuve pasos por el fútbol, en la Escuelita del Club Moreno (2013) y en la Escuelita del Sarmiento (2015/2016). En tenis, cursé un profesorado en el año 2013, del cual tengo certificado y demás, así que formé parte de escuelitas, tuve alumnos y di clases. No estoy arrepentido porque también ese deporte me gusta y el saber no ocupa lugar. Además, en 2016 tuve mi pase por el básquet, formando parte de la Escuelita del Club Los Indios, teniendo también una pequeña participación a modo de profesor en la Primera Local, haciendo las entradas en calor y los entrenamientos de flexibilidad de los jugadores.
En 2016 trabajé en el Colegio Parroquial San José, tanto en el nivel inicial como el nivel primario y destaco mi crecimiento, gracias al apoyo y ayuda de mis compañeros docentes de ambos niveles, mientras que en 2017 empecé a trabajar en la Municipalidad de Junín, teniendo paso por Jardines Maternales, entre años 2017 y 2019. Por otra parte, desde 2013 tuve mi vínculo laboral con la natación trabajando e intentándolo incansablemente con Diego, luchando para que no se clausure el Complejo Santa Paula, por falta de recursos, hasta lograr lo que somos ahora. Actualmente, con la pandemia, muchos chicos se quedaron sin su lugar de natación, grupos que van entre 4 y 6 años, los de 7, 8 y 9, y el grupo de aprendizaje mayores de 10 años. Pero aún seguimos de pie, sin ganas de abandonar y esperando a que todo pueda solucionarse y volver a la normalidad a la que estábamos acostumbrados, para poder brindarles el espacio a aquellos que hoy no lo tienen. En cuanto al proyecto Mini Predadores, empecé en 2015 y fue conformado recién en el 2019, como Escuela Municipal, contando ahora con más de veinte alumnos vigentes aún en pandemia, con chicos/as de entre 11 y 17 años de edad. También trabajamos con unos diez adultos nadando en la pileta del gimnasio VARF y aproximadamente 30 adultos esperando retomar cuando se pueda, por falta de lugar y no coordinar por sus tiempos laborales actuales".
Pandemia que obliga a rutinas diferentes
Consultado sobre cómo se manejaron en los primeras semanas de la pandemia y de la cuarentena, Bogado detalló:
"En los primeros 15 días de cuarentena, en Fase 1, estuvimos con miedo, incertidumbre y sin saber a los que nos estábamos enfrentando, así que nos quedamos esperando a la autorización para volver a la actividad. Cuando nos dimos cuenta de que esto era para largo, comenzamos a mandarles a los chicos del equipo rutinas de entrenamiento en seco. Creo que habrán estado entre una semana a dos sin entrenar. Ya en abril, hablando con los padres, nos dimos cuenta de que los chicos necesitaban compañía, apoyo y seguimiento, porque se estaban desmotivando. Como solución, surgió la idea de los entrenamientos por Zoom, para que hagan la misma rutina que realizaban solos, pero acompañados por nosotros, detrás de una pantalla. Les conseguimos materiales e ideamos algunos caseros. La pandemia nos ha enseñado a adaptarnos y a reinventarnos. Y eso fue lo que hicimos. Así, logramos el sistema actual, por el que cada semana hacemos una rutina diferente. Las conexiones son lunes, miércoles y viernes y todos los lunes reciben por medio digital la planificación semanal, para que puedan leerla, conocer el orden de los ejercicios, tiempo de ejecución y de pausa. A su vez, con cada planificación, les editamos unos compilados de videos para que tengan la referencia de cómo es la realización de cada ejercicio, puedan imitarla durante la clase y sepan a qué nos referimos cuando queremos hacerle una corrección. El grupo de adolescentes trabaja en sus casas el entrenamiento de la fuerza, con un seguimiento personalizado, por el profesor Gerardo Pereyra".
En cuanto a la vuelta a los entrenamientos, agregó: "Fue con muchísima ilusión, con muchas charlas previas y explicación de protocolos y organización. Desde que se habilitaron los entrenamientos al aire libre, la gente del Sindicato Empleados de Comercio nos permite utilizar su complejo deportivo para entrenar, y lo hacemos con grupos reducidos. Somos tres profesores, Diego Cuadrado, Gerardo Pereyra y yo. Cada uno trabaja con un grupo de 5 a 7 chicos como mucho, siempre al aire libre, respetando el distanciamiento social y, en la medida de lo posible, exigimos el barbijo. Los materiales son individuales y si se llegan a compartir, los desinfectamos constantemente. Al ingresar al Complejo, los alumnos tienen una planilla en la que llenan con sus datos y marcan su asistencia. Se toman la fiebre y se colocan alcohol en gel en sus manos".
Sin duda, la vuelta a la pileta fue la más esperada. Los protocolos son muy parecidos a los realizados en el complejo del SEC, pero en este caso fueron planteados por los dueños del gimnasio VARF, quienes nos brindaron su espacio para tener un poco de contacto con el agua. Las clases duran 45 minutos, cada uno tiene sus materiales individuales, los grupos también son reducidos. Al ingresar al gimnasio, lo hacen con barbijos, limpian sus pies y desinfectan sus manos con alcohol en gel, dan su presente e ingresan al natatorio en ojotas. Cada uno tiene una silla donde apoyan su mochila, vestuarios individualizados para ponerse ropa seca, que se higienizan al desocuparse y una organización planteada para que no se crucen los grupos ni superen el número permitido de personas para espacios cerrados".
Pide "aceptar la realidad que nos toca vivir"
Sobre otras actividades que fueron agregando, Nicolás destacó:
"Primero, les enseñamos a aceptar la realidad que nos toca vivir. Les mostramos a través de ejemplos que no somos los únicos que estamos sin competir. Todos estamos en la misma. Incluyendo los nadadores de elite de nuestro país. Para eso planificamos, en nuestras conexiones por Zoom, encuentros con personas reconocidas del ambiente, todos muy generosos y abiertos a charlar con nuestros alumnos.
En estas reuniones los chicos tuvieron la oportunidad de escuchar a gente de primer nivel, hacerles preguntas, sacarse dudas y entender que nadadores de Elite como Belén Díaz y su equipo estaban en la misma situación, y aun así siguen con la garra de siempre; con Virginia Garrone, nadadora olímpica de Sídney 2000, quien nos contó sus experiencias y obstáculos que superó durante todo su vida; también charlas motivadoras, reflexivas y educativas con entrenadores olímpicos como Rodolfo Sacco y Jorge García; clase sobre entrenamiento miofascial y utilización del Foam Roller con el profe Jorge Carletti de Rosario; una charla de nutrición deportiva con nuestra nutricionista, Sabrina Goddard; otra con el psicólogo deportivo del equipo, sobre cómo manejar nuestra ansiedad en el contexto de aislamiento; charla con la doctora Inés Benetti, de Rosario, quien nos enseñó infinidades de cosas, entre ellas cómo funciona el cerebro y la utilización del Mindfulness en el deporte.
Además, si hablamos de superación, de saltar obstáculos, de nadar contra la corriente y nunca abandonar, hablamos con nuestro queridísimo Julio González. Y entre estas, varias charlas más combinadas con los entrenamientos. También sumamos Yoga, con Gustavo Corugeira, una vez cada dos semanas".
Para finalizar y a la hora de los agradecimientos, el profesor entrevistado completó diciendo:
"A mi padre y hermanos; a Soledad Vergani, por el apoyo y sostén de siempre; a Diego Cuadrado, por marcarme el camino y ser mi maestro en la natación; a las familias de los Mini Predadores y fundamentalmente a los chicos, que son quienes nos motivan muchísimo; a Sacco y a García por el respaldo; a Sergio Perkusic por ser sponsors y ayudarnos mucho; a Silvio Puente, quien con su firma `Atletas Indumentaria´ también es sponsor; A Lucía Ferreri, por ser el ejemplo de los más chicos; a los Predadores Máster; A Gerardo Pereyra, por el aporte al equipo; al Sindicato Empleados de Comercio por brindarnos el espacio; Al Gobierno de Junín, por permitirnos cumplir este sueño de la Escuela Municipal; y a todos los colegas profesionales que nos acompañan día a día y se han sumado a enriquecer nuestras clases por Zoom. ¡ Gracias a todos !", finalizó el profesor Nicolás Alejandro Bogado.
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