El bonaerense Santiago Lange, triple medallista olímpico de vela, aseguró ayer que lo más difícil de su preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio, pospuestos de este año al que viene por la pandemia de coronavirus, será "acertar con la planificación", aunque advirtió que está "muy bien y súper motivado".
Lange, que junto con la rosarina Cecilia Carranza Saroli buscará defender el oro en la clase Nacra 17 ganada en Río de Janeiro 2016, también dijo desde Italia que hubiese preferido "que los Juegos se hicieran en la fecha prevista", pero consideró que la pandemia de Covid-19, además del "desafío psicológico" que le significó el aislamiento, le sirvió como "un momento de introspección y aprendizaje".
Añadió: "En este momentos estamos en Italia. Cuesta mucho volver a tomar ritmo y termino muy cansado cada jornada de entrenamiento en el agua. Arrancamos muy temprano, a la mañana desde las 8 navegamos durante más o menos tres horas y, si hay suerte, a la tarde repetimos. De lo contrario hacemos físico o bicicleta. También trabajamos mucho en el barco".
Cada uno vivió la pandemia a su manera. Nos fue enseñando, nos dejó muchos aprendizajes.
"A pesar de entrenarme mucho en casa durante el aislamiento, el hecho de no haber estado en el agua durante cuatro meses cambia mucho, y eso se traduce en cansancio. El nivel no es el mismo de antes. Pero estamos contentos con la forma en que venimos evolucionando y estamos muy bien como equipo", agregó.
De cara a los Juegos de Tokio, Lange, desde el italiano Lago di Garda, opinó que "lo más difícil" de la preparación será "acertar con la planificación".
"No sabemos si los torneos previstos se van a hacer o no. O por ahí nos vamos para Sudamérica y no podemos entrenarnos", ejemplificó.
Y, señaló que "hay incertidumbre en ese sentido. Tampoco sabemos si vamos a poder ir a Japón, porque siempre es importante entrenarnos en el lugar y en la época en que se hacen los Juegos. Y para cada sitio necesitamos enviar dos meses antes el barco. Así que es difícil".
El regatista, sin embargo, apuntó que considera todas esas dificultades como "una posibilidad de ser creativo" y aseguró que no perdió interés en los Juegos: "Estoy bien, súper motivado".
Por lo pronto seguirá en Italia hasta fines de agosto y luego, si se realizan, participará de dos torneos sucesivos en Alemania y Austria.
"Después no sé. Nos gustaría hacer la pretemporada en el verano nuestro, pero por ahí nos tenemos que quedar en Europa. Es difícil saber eso también", adelantó.
Sus logros
Lange, de 58 años, obtuvo las medallas de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Beijing 2008 junto con el correntino Carlos Espínola en la clase Tornado; luego, en sociedad con la rosarina Cecilia Carranza Saroli (clase Nacra 17) logró la de oro en Río de Janeiro 2016 y el subcampeonato mundial en Santander, España, 2014.
Lange y Carranza Saroli -ganadores de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 en la clase Laser Radial- compitieron además en tres mundiales de la Clase Nacra 17: España, 2014 (segundos); Francia 2017 (13ros.) y Aarhus, Dinamarca, 2018 (terceros).
El regatista señaló que hubiese preferido que los Juegos "se hicieran en la fecha prevista, pero pasó esto y hay que aceptarlo", y que tomó la etapa de aislamiento preventivo "como un momento de introspección, un desafío en el aspecto psicológico, con la posibilidad de hacer cosas que en otro momento no se pueden hacer por falta de tiempo".
"Cada uno vivió la pandemia a su manera. Nos fue enseñando, nos dejó muchos aprendizajes", contó.
"Ahora también aprendimos el respeto que hay que tener, el nivel de exigencia y de cuidado con que debemos comportarnos en el mundo y en el deporte. Ahora la vida sigue y cada uno debe hacer lo mejor que pueda", concluyó el campeón olímpico.
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