Celso Rissolo llegó a Junín siendo un niño y aquí se formó como persona, también en lo laboral y -además- formó una linda familia. Creador del torneo internacional de escuelas de ajedrez "Peoncito", referente y maestro del juego de los trebejos, también practicó otros deportes, como reseñó en la entrevista que le realizó "Democracia".
Inicialmente, dijo:
"Nací en Sacanta (Córdoba) en el seno de una familia compuesta por mamá Teresa (costurera) y Pedro (mi papá, albañil), siendo el mayor de cinco hermanos que recorríamos el país en busca de trabajo. A los 11 años llegué a Junín y entré a trabajar como cadete en la fotografía `Ridas´, ubicada en la calle Rivadavia frente a la Unión Telefónica. Allí comencé con las primeras tareas fotográficas, con los encuadres y el trabajo de laboratorio bajo la mirada de Domingo Papalardo y Osvaldo Miquel. En esa época, la fotografía social, de cumpleaños, retratos y casamientos, era muy particular, en blanco y negros, se destacaban particularmente las tomas realizadas en los estudios y galerías. Con luces puntuales, contraluces, se hacían fotos tipo cinematográficas".
Seguidamente, Rissolo amplió diciendo:
"Combinaba el trabajo con el deporte, el futbol con la camiseta número siete en el Club Rivadavia, el boxeo amateur con mis hermanos, el vuelo a vela en el Club de Planeadores Junín, donde llegué a ser instructor y primer instructor en acrobacia con planeador. Con Dante Boselli como instructor, compartí vuelos con Adolfo Bianciotto Juan Sadoux, Emilio Ziegler, Rafael Frene, Adalberto Michelli, Omar Cairo, Juan Carlos Alegretti, Ángel Murgia, Orlando Cassais, Juan Carlos Becerra, Oscar Aráoz, Alfredo Tiranti, Atilio Arrieta, Francisco Rossi, `Humbertito´ Rozzi, Héctor Milani, Juan Bonavia, etc. Volábamos en planeadores de madera como el primario `Don José´, Shwietzer, los Babby, el K-6, y el Cóndor. Nos remolcaban con un auto Buick, después con el doble ala el Fleet y el Ranquel".
La pasión por el juego ciencia
Sobre su pasión por el juego ciencia, Celso comentó:
"La práctica del ajedrez, que me había enseñado mi padre, la perfeccioné en torneos locales de la Sociedad Italiana y otros certámenes. Jugué con Salomón Luis, los hermanos Mayada, Horacio Moreni, Olveiras, Osvaldo Cateni, Victor y José Papareli, el doctor Gastón Viola Prioli, Fillipi, Osvaldo Baño, Pierro Arturo Vergara, Osvaldo Cascia, Ernesto Osvaldo Torrus, Francisco Uruñuela, entre otros. En esa época, eran comunes los campeonatos nacionales que se realizaban por correo y llegué a la final, que debía jugarla personalmente en Santiago de Estero con Miguel Panno. La falta de recursos hizo que no pudiera viajar y tener que delegar la participación. Años más tarde ingresé en Editorial Semanario como reportero gráfico, lugar donde accedí a los más diversos ambientes del deporte, como el Mundial del `78 de futbol en la Argentina, el Sudamericano de básquet en Montevideo, y como corresponsal de guerra en el conflicto de las Islas Malvinas, por hacer una síntesis que no deja en el olvido todo lo vivido en nuestra ciudad en el deporte amateur, el arte la política y lo social".
Seguidamente, expresó: "La crisis económica que golpeó al gobierno de Raúl Alfonsín me dejó sin trabajo, ya que para ese entonces estaba a cargo de fotomecánica de Semanario. Seguí trabajando como promotor publicitario y desde hacía tiempo que Hermenegildo Pietrobón me estaba buscando para que me hiciera cargo de la Escuela Municipal de Ajedrez, luego de la tragedia sucedida a los ajedrecistas juninenses", destacándose que cinco de ellos fallecieron cuando iban a jugar el torneo Argentino a Misiones.
Fue así que empecé las clases con un cuaderno y dos chicos en las instalaciones de calle Hipólito Yrigoyen. Con el tiempo y una campaña de publicidad que desarrollé, fueron llegando los primeros chicos, con los que pude iniciar una serie de torneos que fueron multiplicando el interés de los chicos. Esto los motivó a participar en distintos torneos en otras localidades, eran muy pocos los que se hacían y tampoco tenían mucha difusión.
Eran los primeros tiempos de las computadoras, todavía no había miras de Internet, pero los distintos viajes hicieron que fuera viendo la organización de los distintos torneos. Entre ellos, asistí al Encuentro Nacional de profesores de Ajedrez Infantil, que se realizó en Necochea, donde recibí mucha información de cómo desarrollar las tareas a través del plan para la enseñanza de ajedrez de Instancia Educativa de la Municipalidad de Capital Federal. Me brindaron gran ayuda en ese comienzo de la actividad Jorge Berguier, Gustavo Aguilas y Marcelo Reides.
También fuimos invitados a la sesión de simultáneas que brindó el gran maestro internacional, el polaco nacionalizado argentino Miguel Ángel Naydorft, quien tuvo una especial cordialidad con la delegación juninense. Con otro grupo local estuvimos cuando vinieron al país las hermanas húngaras Polgar. Participábamos cada 15 días en los torneos de Caballito Shopping Center, donde ganábamos casi todos los premios, con un nivel de juego superior al de Capital Federal.
En esa época, ganaban los primeros premios Nadia Huichaqueo, Yesica Bracco, Hernán Cattelli, Javier Chiponi, Jonathan Monje, Matías Screspi, Agustín Sangiovanni, Franco Villegas, Santiago Bertamoni, los hermanos Convers, Facundo Adaglio, Walter Gigliotto, Gonzalo y Nicolas Gaud, Lisandro y Leandro Lebensohn, Diego Flores".
Diego Flores y el "Peoncito"
Sobre el mejor tablero surgido de Junín, Rissolo expresó:
"Con Diego Flores participábamos de los torneos provinciales, hacíamos el entrenamiento arriba de la traffic jugando partidas a ciegas. Fuimos al primer torneo Iberoamericano, que se jugó en la ciudad de Rafaela, donde salió campeón de la categoría Sub-12 y al mes siguiente se hizo el Campeonato Argentino en la ciudad de Rojas y se coronó campeón nacional.
Después fuimos a Brasil y en la anteúltima ronda Diego le ganó al representante de los Estados Unidos, quien era el gran favorito del torneo. Esa noche los jugadores de las delegaciones de Argentina y Brasil se fueron a jugar al fútbol. A la mañana siguiente, Flores debió jugar en la última ronda con el chico de Zárate, sin haber analizado la partida del zarateño con el campeón brasileño, perdió esa partida, lo cual lo dejó finalmente tercero. Después, Diego empezó su carrera internacional en el mundial de Grecia".
En cuanto al nacimiento del mítico y reconocido "Peoncito", anual encuentro internacional de escuelas de ajedrez que lleva 25 ediciones (con solo un par de temporadas sin jugarse) e hizo que Celso Rissolo sea un referente del juego ciencia en nuestro país y el exterior, el entrevistado comentó:
"El por entonces intendente Abel Miguel me preguntó qué quería hacer en el área de ajedrez y le comenté la intención de desarrollar un torneo de ajedrez de nivel gratuito, durante cuatro días y con alojamiento completo. Le presenté el proyecto al ingeniero Miguel, quien me dijo que si yo estaba seguro, que él lo apoyaba. Y así fue cómo empezó `Peoncito´ y se vinieron todos los chicos. Llegamos a tener 680 participantes menores y 200 mayores en el último torneo gratis, que se hizo en el gimnasio del Club Junín, una cosa impresionante, porque nunca se había llenado un gimnasio de básquet con tableros de ajedrez. En todas las representaciones de `Peoncito´, durante 25 años, vinieron delegaciones de todo Sudamérica menos Brasil, un representante de Estados Unidos, de España y Canadá y un representante ruso. Por supuesto vinieron las delegaciones de todo el país, en un evento único a nivel mundial. Junín llegó a ser conocido por un evento deportivo como el ajedrez durante un cuarto de siglo. En el mundial de ajedrez que se disputaba en Montevideo, en la misma fecha que `Peoncito´, se cruzaban informaciones por internet y celulares, para saber cómo andaba el torneo en nuestra ciudad.
La organización de un encuentro internacional como `Peoncito´ requiere, además de un gran esfuerzo, niveles mínimos de estabilidad económica y ahora con la pandemia hay que esperar que resuelvan las autoridades, pero a la continuidad de `Peoncito´ se suma un torneo para mayores".
La escuela mercantil del juego ciencia
Además, Rissolo no olvidó "la participación de Julio Henestrosa respaldando la actividad del deporte de Junín, que se dio desde siempre, la vinculación con el ajedrez infantil tuvo su apoyo en los distintos torneos que hacíamos. Cuando el intendente Mario Meoni tomó como primera medida de gobierno echarme de la Escuela Municipal de Ajedrez, a través del director de Deportes de entonces, Roberto Bay, hablé con Julio (Henestrosa), con quien tenía una amistad desde la niñez y le presenté el proyecto de hacer la Escuela Mercantil de Ajedrez. Le pareció bien en primer término, pero habló con la Comisión Directiva del Sindicato del Centro de Empleados de Comercio que respaldó su decisión. Me brindó un espacio en los altos de calle Gandini 30 y ahí continué con la actividad, bajo la supervisión de Hugo Cortés.
Vista la inquietud que tienen los chicos por el juego ciencia, se los va interiorizando en las técnicas a aplicar, para que luego el chico tenga una lógica de juego. Las tácticas que se les enseñan le dan un percepción de cómo razonar ante ciertas circunstancias y a partir de ahí se desarrolla el intelecto, en un proceso, gradual, pero continuo, evitando las presiones de la competencia".
Tras evaluar que "los tableros de mejor desarrollo son el argentino Oscar Panno, Anatolly Karpov, Magnus Carlsen luego están Diego Flores y a nivel local. Enzo Leto, Franco Villegas", el encuestado envió un agradecimiento al al ingeniero Abel Paulino Miguel, por su apoyo al ajedrez y a la creación de `Peoncito´, a Julio Henestrosa, por su apoyo incondicional, al Sindicato Centro Empleados de Comercio, a Jorge Berguier, Marcelo Reides, Gustavo Avila y muchos más".
En el final de la entrevista, Celso Rissolo completó diciendo: "El haber reabierto la Escuela Municipal de Ajedrez y con ello elevar el nivel de juego de la ciudad a la altura de Capital Federal, la creación de `Peoncito´, 25 años con un torneo de la especialidad sin par en el mundo, fundador y presidente por cinco años del Grand Prix de Ajedrez del oeste de la provincia de Buenos Aires, la felicitación del Campeón Internacional de Ajedrez, el ruso Garry Kasparov, por la realización del torneo `Peoncito´ y a quien le entregué una medalla, y niños que vinieron como jugadores llegaran luego con sus hijos o como profesores, me hace pensar que no lo he hecho del todo mal", finalizó el maestro Celso Rissolo.
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