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Lucia Ferreri y su entrenador Diego Cuadrado.
AGUAS ABIERTAS

Lucía Ferreri se prepara para intervenir en la prueba "Ciudad de Mar de Plata"

La joven nadadora juninense intensifica sus entrenamientos para llegar de la mejor forma a una de las competencias más importantes de Sudamérica. En diálogo con Democracia, "Lucha" contó sus expectativas y expresó sus emociones ante un gran presente.

La joven nadadora juninense Lucía Ferreri intensifica sus entrenamientos para llegar de la mejor forma a un nuevo desafío: el domingo 16 de febrero participará por primera vez en la prueba internacional de aguas abiertas Copa "Ciudad de Mar del Plata". 
El desafío es importante porque se trata de una prueba de 5.400 metros, considerada una de las más importantes de Sudamérica y que contará con la intervención de los mejores nadadores de nuestro país, de Uruguay, Chile, Colombia y Estados Unidos, entre otros.
En lo que va del año, Ferreri, que apenas tiene 16 años, se adjudicó el primer puesto de la categoría damas en los cruces chico y mediano que se realizaron en la Laguna de Gómez. También en este 2020 obtuvo uno de los logros más importantes de su carrera al imponerse en su categoría en la prueba "Rio - Mar" que se desarrolló el sábado 11 de enero en Necochea.
Con esfuerzo, pasión y muchísima humildad, Lucía se prepara diariamente con un nuevo objetivo en mente. Y en esta preparación ocupa un lugar más que importante su familia, su entrenador Diego Cuadrado y todos sus compañeros de la Escuela Municipal de Natación y de Predadores de Junín.
Luego de entrenarse en la pileta del Sindicato de Empleados de Comercio de Junín, la joven nadadora aceptó un mano a mano con Democracia para conversar de este gran presente y de los compromisos que se avecinan. 

Primer puesto en su primera experiencia 
Haber logrado el primer puesto en la prueba de aguas abiertas "Rio - Mar", en Necochea, le permitió a Lucía codearse con los mejores nadadores de nuestro país y al mismo tiempo su rendimiento le dio la clasificación para estar presente en Mar del Plata.
En principio, sobre su intervención en la "Rio - Mar", contó: "Al momento de la competencia me sentí muy segura y la verdad es que lo disfruté muchísimo. Me acompañó en el kayak Nicolás Bogado que además de cuidarme me iba hidratando. Y tanto en el río como en el mar me sentí bien”. 
Añadió: “En el mar fue mi primera experiencia y me sentí bien, el único momento de nerviosismo fue cuando los lobos marinos estaban cerca, pero después, desde lo deportivo, me sentí bien. Pude desarrollar lo que se había planificado". 

Más allá de los reconocimientos, sé que recién estoy empezando y que tengo que trabajar con mucha humildad.

Sobre su bautismo en el mar, agregó: “Durante la carrera traté que los pensamientos negativos no aparezcan. Siempre me concentré en lo positivo. Eso se practica. Por ejemplo, antes de entrar al mar me informé de cómo estaba el viento, del tamaño de las olas y, a partir de ahí, mi cabeza estaba en positivo. Me concentré en la competencia y en lo que me iba diciendo Nicolás (Bogado)”.
Completó: “Durante la carrera tenía a muchos nadadores cerca, pero eso no me desconcentró. Seguí haciendo lo mío, hasta que en un momento me detuve a hidratarme y ahí Nicolás me dijo que iba primera. No lo podía creer. Eso hizo que me mantuviera fuerte, no bajé los brazos en ningún momento y por suerte pude mantener ese puesto hasta el final y ganar en mi categoría”.

Nadar, entre alegrías y miedos
Finalizada la carrera en Olavarría y con el triunfo consumado, Lucía recibió la invitación para participar de la Copa Internacional "Ciudad de Mar del Plata". Sobre ese momento, recordó: “Cuando me llamaron no lo podía creer. Es un objetivo que me motiva a seguir entrenando fuerte y estoy con muchas ganas de dar lo mejor de mí en esta carrera". 
"Es una competencia a nivel internacional, la segunda de mi carrera (la primera fue la Rio – Mar), así que muy contenta”, concluyó.
En las competencias de aguas abiertas existe un grado de peligro constante que en algunos casos puede derivar en tragedias. Al respecto, cabe destacar que al finalizar la travesía "Rio -  Mar", los organizadores confirmaron la desaparición del nadador Ezequiel Bermejo.
Sobre este hecho que tuvo repercusión nacional, Lucía dijo: “Cuando nos enteramos, mi papá y mi mamá (Marta y Lucas) se pusieron muy nerviosos. De hecho, durante la carrera, ellos me contaron que en un tramo no me vieron pasar y se asustaron mucho”.
Puntualizó: “Cuando me enteré que había un nadador desaparecido me preocupé un montón. Sinceramente al nadador no lo conozco pero me puse a pensar en su sufrimiento y lógicamente en el sufrimiento de su familia”.
“Me generó mucha tristeza, pensé que él fue a disfrutar de la carrera, con sus amigos y que terminó de esa manera“, finalizó "Lucha".

Sacrificio y humildad
Lucía contó a Democracia que entrena de lunes a sábados, en doble turno y que complementa los ejercicios en la pileta con trabajos en el gimnasio. También destacó que en el período escolar, sus entrenamientos comienzan a las cinco de la mañana. 
Está claro que tanto sacrificio comenzó a dar sus frutos. Por sus condiciones y logros, "Lucha" está comenzando a dejar el traje de promesa para disfrutar de un presente que la posiciona como una de las mejores nadadoras de nuestro país. Pero los logros y los reconocimientos parecen no quitarle el sueño. 
Relacionado al reconocimiento que viene disfrutando por estos días, respondió: “Me pasó sentirlo cuando terminé la carrera en Necochea, que había mucha gente esperando. Por los parlantes se escuchó que yo era la primera mujer y cuando reaccioné había un montón de gente levantando los brazos y aplaudiéndome. Yo no entendía nada”.
Completó: “Más allá de los reconocimientos sé que recién estoy empezando y que tengo que trabajar con mucha humildad. Siento que hay que ser agradecida, por ejemplo, con Nicolás (Bogado) que me estuvo acompañando, con Diego (Cuadrado) por el trabajo que hace conmigo día a día y a todos los que nos apoyan en cada competencia".
Por último, al hablar sobre "Los Predadores", expresó: “Estamos muy contentos porque se está conformando un grupo muy lindo. Por suerte cada vez somos más. Hay chicos que recién arrancan; nosotros los llamamos los minipredadores y también están los predadores grandes”. 
Para completar, remarcó: “Nos llevamos todos muy bien y desde lo personal me encanta compartir las clases con los más chicos. Me siento muy bien cuando me hacen cualquier consulta y al mismo tiempo yo puedo hacer lo mismo con los más grandes. La relación entre todos es muy linda”.
“A veces, cuando me toca competir en otra ciudad, desde el grupo me empiezan a mandar mensajes de aliento. Eso me hace sentir muy bien y un poco describe los buenos compañeros que son”, finalizó Lucía.

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