El nadador juninense logró la medalla de bronce en el Mundial de Olimpíadas Especiales 2019, que en esta oportunidad tuvo lugar en Abu Dhabi , uno de los 7 Emiratos Árabes Unidos (los otros son Ajmán, Dubái, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sarja y Umm al-Qaywayn).
Yo nací en el barrio de la cancha de BAP. Todavía me acuerdo de la tribuna de madera que tenía la cancha, cuando iba a jugar de chiquito.
Comencé a hacer natación en el Club Banco Junín con los profesores Carlos Ciotta y Cari Mollier.
En realidad a mi directamente no me avisaron de que tenía que ir al Mundial de Natación, sino a mi madre y fue la mamá de Catalina Domingo, la otra chica que nadó junto a mí que vive en la ciudad de Mar del Plata.
Yo tenía conocimiento que iba a haber un Mundial importante aunque no sabía el lugar donde se iba a realizar.
Tampoco había certezas si nuestro país iba a ir al Mundial por los problemas económicos, pero en el mes de enero nos confirmaron el viaje.
Entonces cuando me dijeron que estaba en la Selección, empecé a entrenar con todo en el Club Junín. Después me fui con el profesor Diego Cuadrado a practicar en el Sindicato de Comercio. Fue para ponerme de la mejor forma porque tenía que representar a Junín y el país. Diariamente hacia más de tres mil metros.
Pero todo no terminó acá. Me tuve que ir a Buenos Aires, donde también concurrió Catalina, para entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENard).
Allá estuve con el entrenador del seleccionado nacional unos cuatro días más o menos.
El profe era muy bueno. Nadábamos a las 8 de la mañana en punto y por la tarde también. Y hacíamos una parte de ejercicios en una pista que había allá.
En natación hacía mariposa y espalda. Como más de cincuenta largos teníamos que hacer en cada sesión de entrenamiento.
Después vino el viaje. Me gustó el avión, pero estuve medio descompuesto, como mareado. Luego se me pasó. Fuimos de raje y tardamos mucho cuando volvimos a la Argentina.
Allá llegamos y nos hicimos amigos de todos los que habían ido de otros lugares. Con algunos nos cambiábamos recuerdos. Fue muy emocionante.
Pero generalmente nos manejábamos con señas, a no ser los de Uruguay y Puerto Rico que no teníamos problemas.
Generalmente nos acompañaban chicas de allá y una era la traductora porque no entendíamos absolutamente nada de lo que hablaban. Pero era gente muy buena y por señas te daban todo lo que querías. Hasta nos llevaron a conocer la ciudad donde estábamos. Todo muy lindo.
La comida totalmente distinta a lo que estoy acostumbrado a comer acá. Usan mucho picante, pero a nosotros nos daban poquito picante y a los profesores normal.
Me gustó mucho el postre, hacen cosas muy ricas y siempre quería repetirlo.
Fuimos a la competencia. Había muchas piletas juntas, no era como acá. Era verano porque hacía muchísimo calor.
Estuvo Luis Fonsi que cantó cuando nos presentaron a todos en la competencia. Y cantamos el himno Argentino. Ellos el de allá.
Yo nadé en la competencia de mariposa, en cincuenta metros, donde gané la medalla de bronce.
Después hice la competencia de espalda donde entré en el quinto lugar.
En ningún momento estuve nervioso, porque sabía lo que iba a hacer y estaba preparado para competir con los otros chicos. Fue dura la carrera, había nadadores buenísimos de todas partes del mundo.
Después en el vestuario recibí los mensajes de mi mamá y me largué a llorar. Fue una emoción tremenda que nunca había pasado.
Quiero agradecer a los profesores Guido Lippi, Samuel Tonarelli, Lucía Mauricio, Nicolás Bogado, Mauro De Carlo, Virginia Cirilo, Diego Cuadrado, a mi mamá y mi papá.
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