VUELO A VELA

Manuel Darrain, el gran campeón de la categoría Combinada Estándar

>El destacado deportista juninense cuenta su historia de vida y sus sueños.

Nací en Junín, Barrio La Loba, pero mis viejos se mudaron enseguida al Barrio El Picaflor –Pellegrini al 500-.

Fui al Marianista con Pablo Marcaccio, Manuel Enecoiz, Gonzalo Ibáñez, Nicolás Pasqualini, Ezequiel Scotti. Somos un grupo como de 20 amigps que nos seguimos viendo siempre.

Jugué al fútbol en BAP de los 10 a los 17 que fue cuando me fui a estudiar. De técnico estaba Samuel Tonarelli. Después pasó Luis Caro, el Tano Simoncini, Oscar Tuso. No pude salir campeón, varias veces salimos segundos. Me fui a estudiar a La Plata, que estaban mis hermanos allá y me recibí de contador.

También jugué al Voley con Cari Mollier en el club Junín. Ganamos los intercolegiales allá por el 2003 y nos fuimos a Córdoba.

El Vuelo a Vela es hermoso. Mi viejo es piloto, mis tíos, mis hermanos, primos, una tía abuela, todos manejan planeadores. Mi papá es además piloto de avión y uno de mis hermanos está haciendo el curso. Pero nunca se dedicaron al avión.

Como el club tiene pileta, nos criamos en el club. Empecé a ir a los campeonatos de planeadores con el grupo de chicos del club y ahí me fui relacionando con gente del ambiente.

Empecé a competir en el 2014, un año después de haberme recibido de piloto. Fui a Pergamino a competir con un planeador de principiante y nos llovió toda la semana. Pudimos volar un solo día. Hubo una única prueba y fui el único que llegó.

No tengo planeador, todos son propiedad del club. Se van eligiendo por un ranking interno. El que gana elige planeador y campeonato. A medida que se van ocupando las plazas, van decantando.

Por suerte había ganado el ranking del año pasado y pude elegir el que yo quería para volar. Este año vengo bien y ya tengo derecho de elegir el del año que viene.

En enero de 2016 había volado en un campeonato nacional en Junín, salí tercero. En diciembre del 2016 fui a San Francisco, donde también entré tercero.

Los planeadores se desarman. Se le sacan las alas y se colocan  dentro de un carro como si fuera un tráiler que mide ocho metros de largo y se lleva como si fuese una lancha o similar, por ruta. El día de competencia se arma, pero cuando llueve se desarma y se guarda para protegerlo.

Fui a competir a Adolfo Gonzáles Cháves, la capital nacional del vuelo a vela. Se llama así porque las condiciones meteorológicas son siempre muy buenas, es una ciudad con mucha historia, muy buenas instalaciones. En el 2013 se hizo el mundial, en diciembre pasado se hizo el Panamericano y ahora el Nacional. Fui campeón en la categoría Combinada Estándar.

El planeador es totalmente  seguro. Nosotros los tenemos en óptimas condiciones. Una vez al año viene el inspector para verificarlo y lo habilita.  En cuanto al vuelo es súper seguro, ni siquiera tiene la falla del motor porque de hecho no lo tiene (risas). En el club hay unos 40 vuelos por semana, en total unos 1000 al año. Nunca pasó nada. Igual llevamos paracaídas. El riesgo que tiene es  chocar con otro planeador en los torneos grandes donde hay 70  en el mismo cielo y en un espacio reducido. Eso es un poco mas riesgoso, pero es cuestión de estar atento.

Al planeador lo remonta un avión remolcador a unos 500 metros de altura  como para poder tomar una térmica. Es una corriente de aire ascendente que funciona de esta manera: el sol calienta la tierra. Ésta el aire y desprende como una burbuja de ascenso por el calor de la tierra. El planeador se mantiene en la térmica hasta llegar a una determinada altura, a veces 1500 metros. Cuando la tierra se calienta más, se puede subir otro poco.

El planeador está en constante descenso, por eso cuando el aire sube más de lo que cae el planeador, ahí se puede retomar la altura. Para avanzar quemamos esa altura a una velocidad aproximada de 150-180 para luego tomar otra térmica y así se va avanzando.

Gana el que hace el recorrido más rápido. Hay por ejemplo un trayecto de Junín a Chacabuco, a Rojas y vuelta a Junín. Tiene unos registradores de vuelo, con una tarjeta de memoria que se baja a una computadora y ahí salen todos los datos. No hay manera de hacer trampa.

El próximo campeonato nacional va a ser en noviembre – diciembre de este año en Córdoba, donde ya tengo el derecho adquirido de participar. En Junio hay un Mundial en Polonia donde ya hay dos pilotos clasificados que corren en mi categoría. Voy a apuntar al Mundial del 2020 y ver si se consigue una buena esponsorización. Hay que alquilar el planeador allá, pagar inscripciones, pasajes, vuelos extras. Muchas veces los planeadores no son los mismos, son mucho más avanzados, de última generación. Es como usar un auto de acá e ir a Europa a correr con una Ferrari.

Quiero invitar a la gente de Junín y la zona a que se acerque al club, que haga un vuelo de bautismo. Las puertas están abiertas para todos. Tenemos cursos de planeador, de avión, con excelentes instructores.<