PESCA DEPORTIVA

"Las carpas no me disgustan tanto"

Pesca con amigos en el río Salado, a la vera de la avenida de Circunvalación.

A la espera de la temporada de pesca veraniega (tarariras, truchas, etc...), algunos tenemos o tienen suerte de intentar con los dorados en las provincias de Entre Ríos o Corrientes, una pesca sensacional que ya abordaré en otra nota. 
Pero de todas maneras podemos disfrutar intentando pescar ´lo que hay´ en nuestras localidades o sus proximidades. Yo lo intento con amigos en Junín, en el río Salado que transita pegado a la ciudad, canalizado. Más precisamente lo hacemos en el parque situado a la vera de la avenida de Circunvalación. 
Todo comenzó hace un par de meses, cuando ya no teníamos tarariras en verano debido a la sequía que azotó la zona y secó totalmente la mayoría de las lagunas. En ocasión de estar enseñando lanzamiento de mosca en dicho parque, se nos ocurrió intentar con las carpas, estudiando su forma de alimentarse (ya había intentado su pesca con resultados más bien esporádicos) y así nos reuníamos en mi local de pesca a atar moscas y experimentar.
Siendo verano era cuestión de colocar las moscas muy cerca de los pequeños cardúmenes de carpines que casi siempre se encontraban en la sombra de los puentes, para que alguno de ellos la persiguiera y atrapara con su boca, desencadenando una pelea muy interesante de acuerdo al tamaño de la presa, sobre todo pescando con equipos # 3 o # 4.
Así seguimos intentando, siempre con moscas nuevas o reformadas, como el caso de Damsel o Dragon Nimf, en color verde fuerte con toques rojos, o una Prince, con alas y cola rojas y barbas fucsia; también con buenos resultados, las abejas hechas de pelo de ciervo y un escarabajo negro. 
Y cuando estaban tomando arriba, o sea, las veíamos boquear comiendo les colocamos alguna Adams o cualquier seca parecida, a veces oscuras, otras claras, fue cuestión de probar y probar. 
Cuando comenzó el frío pensamos que se retiraban a zonas más profundas de laguna El Carpincho, que se encuentra cerca, pero nos encontramos con la sorpresa de que continuaban en actividad, solo que en los lugares del canal donde hay algún obstáculo como ramas caídas o pilares de alguno de los puentes, donde se forman remansos, ahí seguían comiendo tanto arriba, a veces, o de repente bajaban un poco.
En este mes de mayo, uno de los muchachos amigos, Esteban, capturó una cercana a los 3,500 a 4 kilogramos, lo que llevó una pelea extensa porque la capturó con una caña # 4 con un tippet más bien fino y como el lugar es muy desparejo tuvo que ayudarlo a sacarla Mauro. La mosca, una tipo Woolly Worm, con cuerpo fino y hackle negro; y obviamente fue devuelta a su elemento.
Todos los fines de semana seguimos intentando. Y hace un par, luego de algunas heladas que tuvieron picos entre 5 y 7 grados bajo cero, en contra de toda lógica, capturé seis carpas con moscas como la anteriormente descripta, pero con cuerpo rojo y hackle negro, la que luego de perderla en un enganche la cambié por una mosca que até hace mucho tiempo.
La copié de un libro de Ginés Gomaríz, que se llama “Mosqueando truchas”, la mosca en cuestión es una ninfa llamada Santa Juana, que es similar a la Woolly Worm pero con una montura tipo caja da alas de pavo por encima. 
Pequeños datos para tener en cuenta: en invierno los mejores días para intentarlo son calmos o con poco viento y, mejor aún, soleados. Una forma de lograr bastantes piques es con indicador que haga derivar la mosca a determinada profundidad. Y, por sobre todas las cosas, probar y experimentar. 
Las carpas no me gustan pero…. por ahí valen la pena para tener en movimiento los equipos.

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