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SELECCIÓN

El esquema correcto

Argentina arrancó incómodo con cinco defensores y pese a que se puso arriba 1-0, generó dudas. Cambió en el segundo, se iluminó Lionel Messi y cerró con un 2-1 ante Bosnia.

Argentina narró dos historias que sintetizaron dos formas de jugar. Un primer tiempo con un esquema más conservador y con un equipo que luchó con sus propios temores. El 2 a 1 ante Bosnia dejó sensaciones ambiguas para nuestro seleccionado, que cambió a tiempo. Porque en el segundo tiempo, la imagen fue otra: con Higuaín y Gago como apoyo, Messi se iluminó y apareció lo mejor del conjunto albiceleste, pese al sufrimiento del final.
Seguramente, Alejandro Sabella analice los réditos que le dio el esquema 5-3-2, que realmente fueron nulos. En el primer tiempo, el seleccionado no creó situaciones de gol y se puso en ventaja gracias a un gol en contra de Kolasinac. Nada más.
Messi arrancó de muy atrás y no tuvo chances de asociarse. Di María quedó aislado. Agüero se tuvo que conformar con un juego físico en el que perdió siempre. El equipo no funcionó y Sabella tomó nota.
Entraron Higuaín y Gago. La salida clara del jugador de Boca fue clave. Y el Pipita se asoció con Messi de maravilla, como mostró el fantástico segundo gol.
A cinco del final, Ibisevich descontó, pero la historia ya estaba escrita. Sobre todo, la del segundo tiempo. 

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