En un encuentro muy entretenido y con varios cambios de mando, Independiente y Boca regalaron emociones para todos en el partido de ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana. Sin embargo, el empate 3-3 en la Bombonera dejó al Rojo con un sabor a victoria, no solo por el gol de penal de Ernesto Farías sobre el final, sino porque la recuperación en el segundo tiempo puede servir para tomar un envión anímico luego del mal comienzo en el torneo local, con solo dos empates y la derrota reciente en el clásico ante Racing.
Ahora, el equipo de Cristian Díaz deberá recibir al de Falcioni en Avellaneda, el próximo miércoles. Y tendrá la ventaja de poder empatar hasta 2-2 para clasificar a octavos, gracias a los goles de visitante.
De esta forma, el técnico de Independiente tendrá un poco de aire fresco para recibir el sábado a Arsenal, en un partido que se presumía clave para su continuidad.
Santiago Silva abrió la cuenta para el equipo local, a los 15 minutos del primer tiempo, mientras que a los 44 de la misma etapa Jonathan Santana igualó para la visita tras un preciso centro de Vidal. Sin embargo, un minutos después, Silva aguantó la pelota y se la cedió en la puerta del área grande a Leandro Somoza, que marcó la segunda conquista para Boca con un fuerte remate esquinado.
En la segunda etapa, Paulo Rosales convirtió el empate para Independiente recién iniciado el parcial y parecía que el partido se inclinaba para el visitante. Pero otra vez Boca se puso adelante: Juan Sánchez Miño, a los 36 minutos, con un exquisito tiro libre puso el 3 a 2 y era todo alegría para los hinchas xeneizes.
Pero Independiente no se dio por vencido y luego de un tiro en el palo de Farías, sobre el final del partido Clemente Rodríguez le hizo penal a Leguizamón. El Tecla se hizo cargo de la definición y cuando se jugaba el primer minuto de descuento, marcó el 3 a 3 definitivo.
El conjunto de La Ribera culminó el partido con diez hombres por roja a Schiavi.
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