Nací en Vedia en la época en la que la ciudad estaba en desarrollo. Luego nos trasladamos a Bayauca, que en ese momento tenía poco más de cuatro mil habitantes. A los 18 años me inscribí para ir a estudiar a Lincoln, pero no me quise ir. Me quedé trabajando en una cooperativa porque me viejo, durante el receso escolar, me había conseguido una changuita. Después él me dio una mano para comprar una casa y puse una carnicería. Pero terminé en el campo laburando al lado de mi papá. A las tres y media de la mañana me lavantaba para ordeñar las vacas.
Ya a los 16 años comencé a jugar al fútbol en el club de Bayauca, que jugaba en la Liga de General Viamonte. Jugaba de inside izquierdo o centrofoward.
Salí campeón tres veces seguidas. En 1959, 60 y 61. Teníamos un equipazo.
Pero me tocó la colimba y me vine a Junín. Yo tenía mis padrinos acá, por la calle Mayor López a la altura de Alciati. Entonces, cuando salía de franco, me iba ahí.
No conocía Junín, pero me encontré con una legión de conocidos y casi ni paraba en la casa de mis tíos. Si hasta hacíamos la comilona en el antiguo restaurante de Durante (estaba en Sáenz Peña y España), donde venían los que trabajaban en el ferrocarril y se armaban una jodas bárbaras. Otras épocas.
Lo que pasó fue que a mi tío le gustaba jugar a los naipes y yo lo acompañaba al club Defensa Argentina.
Y ahí estaban los Turcos Elías, que me conocían de Bayauca, y sabían que había salido campeón tres veces. Entonces me invitaron a practicar con Defensa en la cancha que estaba frente a la entrada del Parque Borchex. Enseguida trajeron el pase porque empezaba el Nocturno. El Turco Julio era el técnico. Luego hicimos una gran amistad.
Comenzó el campeonato y empezamos a ganar. Llegamos a la final con Sarmiento, que tenía un equipazo y estaba un punto arriba.
Desempatamos un miércoles en la cancha de Sarmiento. No se podía creer la gente que había en la cancha. Era una romería yendo a la cancha, a pie, en bicicleta, colectivo, en lo que fuera. Ninguno se quiso perder el partido.
Le ganamos a Sarmiento 2 a 1 a fines de 1961. Jugaban Domench, Collman, Malizia y Demaro. El Pelado Fernández y Aldo Corriani. Lovera, Carpinella, Vigorelli, Saavedra y Rotelli.
Terminó este torneo y enseguida comenzaba el Campeonato Argentino, en la cancha de Rivadavia que intervino Junín. Ahí yo jugué los primeros partidos con la selección de Junín, pero después trajeron de Buenos Aires a un tal Broker y me sacó el puesto.
Me volví a Bayauca y, como no presentaban equipo, el presidente del club Viamonte me vino a buscar para jugar un Nocturno porque inauguraban la luz artificial. Y como no tenía en qué viajar, me venía a buscar y dormía en la casa de él.
Ha cambiado muchísimo el fútbol de ayer a hoy. No me gustan los técnicos de hoy del fútbol de Buenos Aires. Son jugadores recientemente retirados que se largan a dirigir y no tienen ninguna experiencia, trayectoria, nada. No es así. Antes un Lorenzo, un Labruna, la tenían clara.
No hay fútbol hoy; se terminó la gambeta. El otro día vi un partido de Sarmiento y me dio una lástima bárbara. Los jugadores no saben qué hacer con la pelota en los pies. No saben salir jugando de atrás.
Está tan fácil el fútbol y lo hacen tan difícil que no te da ganas ni de ir a la cancha.
¿Mardona o Messi? No voy a decir que no me gustó Maradona. Pero por la diferencia de tiempo y edad, Messi es más completo.
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