Mario Finarolli.
Mario Finarolli.
TESTIMONIOS VERDOLAGAS

Jugar y dirigir en Sarmiento: un hito al que pocos futbolistas lograron acceder

¿Cómo fue el inicio del vínculo con el club? ¿Cuál es el recuerdo que tienen? ¿Cómo definen el “mundo del Verde”? ¿La comunidad aún los reconoce cuando van por la calle? ¿Cuál fue la mayor alegría que tuvieron en el club? Democracia entrevistó a Oscar Avilés, Oscar Tuso, Luciano Polo y Mario Finarolli para conocer más sobre este fenómeno de representar al equipo de nuestra ciudad desde distintos lugares y momentos.

Trascender en el mundo del fútbol nacional no es una tarea fácil, y mucho menos poder hacerlo desde el lugar de jugador y entrenador. El listado se reduce sustancialmente cuando se busca encontrar tales indicadores en lo que hace a la historia de Sarmiento: el club de nuestra ciudad, que pasó por distintas categorías, codeándose con los más grandes del país, y supo hacerse un lugar junto a ellos.

En tal sentido, el registro de personas que hayan logrado vestir la casaca de jugador del Verde y, posteriormente, el buzo de DT es algo inusual, volviéndose un fenómeno difícil de encontrar entre los distintos representantes del fútbol regional.

De tal forma, Democracia entrevistó a Oscar Avilés, Luciano Polo, Oscar Tuso y Mario Finarolli para conocer más acerca de cómo es y de qué se trata el mundo Sarmiento por dentro y por fuera de la cancha.

Oscar Avilés

Banfield, Deportivo Armenio, Huracán, Nueva Chicago y Sarmiento fueron los clubes donde Oscar Avilés estuvo para hacer una interesante historia por el fútbol nacional. De toda esa experiencia, sin lugar a dudas el Verde ocupa un lugar preponderante por anécdotas, logros y por el hecho de haber podido jugar y dirigir al equipo que lo vio nacer. 

Acerca de la relación con Sarmiento, expuso: “Siempre fue muy buena. Como jugador, me dio el espaldarazo para llegar al fútbol competitivo. Me dieron a Jorge Newbery para el Nacional y me prestaron atención los equipos de Buenos Aires. Se interesaron Huracán, Independiente y Rosario Central”.

“Como DT, fue una experiencia extraordinaria. Formé el equipo con gente de la zona y perdimos la final en cancha de Lincoln en un partido extraño. Luego, me fueron a buscar de vuelta, dirigí cuatro partidos y renuncié. No vale mezclar las cosas entre los dirigentes y lo que fue Sarmiento como institución”, siguió. 

Para situarse en el relato de Avilés hay que remontarse algunas décadas atrás, cuando Junín no era la ciudad que es actualmente, como así también el club ocupaba otro lugar de representación. Al respecto, Avilés opinó que “Sarmiento le daba identidad a Junín. Luego la gente se volcó a otras disciplinas, donde el básquet cobró una importancia grande. En mi época el club le daba la identidad a la ciudad, nombrar a Sarmiento era decir Junín”. 

Siguiendo con su análisis, sobre la manera de sentir el fútbol a nivel local, consideró: “Han salido jugadores extraordinarios de Junín y siempre hubo una rivalidad deportiva bien entendida entre Newbery, que jugó dos Nacionales, y Sarmiento”. 

De todas las alegrías vividas en el Verde, se quedó con el ascenso a la B. “Llevábamos muchos años en la C y le ganamos 3-1 a Italiano, con dos goles míos, en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires. Fue una caravana de gente que vino. Tardamos cinco horas desde Tres Sargentos para acá”. 

Para concluir su relato, al consultarle si los juninenses lo reconocen cuando lo ven, respondió: “Me saludan y se acuerdan del ascenso. Muchas veces me presentan a sus hijos y se recuerda algún momento. Me pasó con uno de los cantineros del club que me dijo: ‘Gaucho, yo era hincha tuyo’. Se va depurando la hinchada vieja y muchos no saben”. 

Oscar Tuso

Nacido y criado en el club Sarmiento, Oscar Tuso arribó al Verde a los seis años y comenzó a construir una rica historia en el fútbol local y de la zona. En tal sentido, en lo que hace al mundo sarmientista, tuvo tres etapas: como jugador amateur, jugador profesional y entrenador. 

En lo que hace a su trayectoria en el club, expresó: “Hice todas las inferiores. Ya a los 15 años estaba en la Primera local y a los 17 años ya estaba en el plantel profesional. Debuté contra Comunicaciones en cancha de Argentinos Juniors y, luego del retiro, en el 99, me llamaron para dirigir”. 

En el presente, Tuso es una palabra autorizada en el mundo de los entrenadores. Sobre su performance al frente del Verde, contó: “Llegué con una buena carrera de técnico a nivel local sin conocer el fútbol profesional como técnico. En ese momento, si hacías ocho contratos, AFA te beneficiaba y nos nutrimos de muchos jugadores de la zona y de Junín”, contextualizó. 

Y comparó: “Entré de muy chiquito al Verde y podría ser un caso similar al de Gustavo Costas en Racing: prácticamente conozco todos los rincones del club y le tengo un gran amor. Para saber con quién trato, le pregunto a la gente de edad avanzada si tomaron agua de un jarrito de acero atado con una cadena que estaba a un costado de la platea y se tomaba agua de ahí”. 

Sobre el lugar que ocupa el Verde en su trayectoria deportiva, lo definió como “un papel preponderante” y profundizó: “Siempre quiero que el club crezca como lo hizo estos últimos años. Hubiese querido tener mejor trayectoria como entrenador que no la pude tener por cuestiones del fútbol. Podés tener buenas intenciones, pero los que juegan son los jugadores”. 

Al definir cómo es el “mundo Sarmiento”, consideró: “Si sacamos a los clubes de Capital y contamos los que están después de la general Paz, Sarmiento es el más grande del interior profundo de la provincia de Buenos Aires. Tiene poca consideración por la gente. Tenemos el privilegio de tenerlo en Primera y generalmente la cancha está a la mitad de la capacidad del estadio”.

Acerca del logro que mayor satisfacción le produjo, señaló: “El haber pertenecido al club en el que me formé. Y muchas veces, cuando convocan a jugadores de otras épocas, me llaman o tienen en cuenta”. 

Como último ítem abordó su actual vínculo con la institución: “Tengo una muy buena relación con todos los muchachos del club. Ha tenido buenos presidentes el club, pero Fernando Chiófalo ha sido el mejor y se lo he dicho. No es que tengamos una relación, pero cuando nos vemos en algún lado, nos ponemos a hablar”.

Luciano Polo

Con una vasta trayectoria que incluye pasos por Juventud de Pergamino, San Martín de Mendoza, Racing, Chacarita, entre otros, Luciano Polo supo dejar su huella en Sarmiento habiendo sido parte de importantes momentos en la vida institucional del club.

“La relación es buena en todo sentido. Vine a Junín en el 76 a hacer la colimba y pasé de Racing a Sarmiento. Me quebré, descendimos y, luego, se armó un gran equipo que terminó ascendiendo en el 77. Hasta el 83 estuve, que es cuando me voy a Chacarita”, reseñó. 

Y en lo que hace a su desarrollo como DT, continuó: “En el 90 agarré en River de Los Toldos y vengo a Sarmiento para la temporada 95/96. Estaban Guillermo Beraza, Luis Ferrer, Cristian Muñoz, entre otros. Tuvimos la suerte de ascender en cancha de Tigre en el 96 y, luego, como todo, no tuvimos resultados y me tuve que ir”. 

Siguiendo con su valoración, al hacer foco en un galardón junto al Verde, Polo consideró: “Felicidad es haber ascendido con Sarmiento a Primera A. Hago hincapié en el equipo del 77 por el esfuerzo, la formación, 114 goles a favor y 41 en contra. Un equipo amateur que viajaba cinco horas antes y parábamos en Moreno a comer. Le doy mucha importancia al plantel”. 

“El que te enriquece más es el del año 1980, cuando toda la ciudad vivía muy fuerte lo deportivo y se vivió como una epopeya con lo que fue el resultado. Vino mucha gente de experiencia. En la A jugué casi todos los partidos. Haber jugado en Primera con Sarmiento fue algo espectacular”, siguió.

Sobre lo que es el “mundo Sarmiento”, analizó: “Ha hecho un cambio total y le da mucho valor a todas las disciplinas. Es algo infernal lo que ha hecho la gestión a nivel general. Al margen de la estructura que tiene, uno como hincha tiene que saber que Sarmiento es fútbol. Hoy el camino es feo y sinuoso, con trabas, donde si no se te dan los resultados, por más que tengas lo que tengas, te vas a la B”. 

Asimismo, sobre la figura del hincha juninense, explicó que “está muy dividido, con muchos clubes y muchas disciplinas como básquet, boxeo y automovilismo. Muchos no fanatizan con el club y no le ponen una ficha porque no lo quieren. Habría que hacer una campaña de socios en las escuelas secundarias para que se acerquen. Los chicos de 15 años tienen una imagen de ver jugar al equipo en Primera y no fue siempre así. Hoy vienen equipos de primer nivel a jugar acá”.

Mario Finarolli

Pese a su nacimiento en Lugano, Mario Finarolli está muy emparentado con la vida deportiva de Sarmiento, volviéndose un juninense por adopción con el paso del tiempo. En lo que hace a su vida futbolística, como jugador tuvo pasos por importantes equipos tanto a nivel nacional (River, Atlanta, Vélez y Argentinos Juniors) como internacional (España).

Tras ello, comenzó una extensa carrera como DT por distintos clubes, como Almirante Brown, Almagro, Nueva Chicago, Tigre y algunos más.

En lo que hace a su doble lugar por nuestra ciudad, tanto como jugador como entrenador, narró: “Sarmiento ocupó un lugar muy importante. Vine en el 81 como jugador, luego de ser campeón con Rosario Central. Con el Verde en la A hicimos una buena campaña, y después me fui para Buenos Aires”. 

Como DT, Finarolli tuvo varios pasos por el equipo de nuestra ciudad, habiendo estado al frente de planteles del Verde en la C, como en la B Metropolitana y la B Nacional. De tal forma, expresó: “Lo más recordado es el ascenso del 93/94 en cancha de San Miguel. Una final que ganamos 5-0 en Junín y 1-1 allá. Un equipo bárbaro que jugaba muy bien pese a estar en la B. Estaba Daniel Cangialosi, Gastón Merlo, Titi Mastrángelo y la mayoría de juninenses”.

“No me quedaron pendientes, eran otras épocas. Pasé muchos años por esas canchas y vestuarios. Siempre tuve la suerte de armar equipos de movida. La idea era armar una base con jugadores nacidos acá o del club y después tratar de traer cuatro experimentados para darle vuelo al equipo. Nunca agarré a Sarmiento con un equipo armado”, evaluó. 

Abordando la profesión de DT desde un plano más general, al compararlo con lo que es dirigir fuera de Junín, compartió: “En Buenos Aires la historia es distinta porque, si llegás a mitad de temporada, tenés que acomodarte a lo que hay y, además, tener conocimiento de los jugadores de la categoría”. 

El fútbol fue el motivo por el cual Finarolli arribó a nuestra ciudad, pero fue el día a día de vivencias, como el hecho de formar su propia familia, lo que lo llevaron a radicarse con el tiempo y hoy, alejado del mundo del profesionalismo, disfrutar del retiro de las canchas en su casa. 

“No solo para dirigir, sino para vivir. Es único Junín”, opinó y aclaró: “Es más tranquilo que otros lugares, pero en el fútbol siempre es todo muy pasional. Cada lugar tiene su estilo y el hincha de Sarmiento es muy pasional”.

Otros casos

Además de los cuatro entrevistados, vale hacer mención a otros casos que forman parte del listado de personas que jugaron y dirigieron Sarmiento como: Sergio Lippi, Mario Rizzi, Gustavo Merlo, Fabio Nigro, Gallo Melillo y Rodrigo Burela (desde su lugar de arquero), entre otros.

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