Real Madrid comenzó el año con una victoria épica en Mestalla, por 2 a 1 ante Valencia, que le permitió consolidarse como líder de La Liga.
El partido, cargado de emociones y polémicas, quedó marcado por una remontada agónica y por la expulsión de Vinicius, además de un gol decisivo de Jude Bellingham, quien se redimió tras fallar un penal en un momento crucial del encuentro.
El equipo local tomó ventaja en el primer tiempo gracias a un tanto oportunista de Hugo Duro. Tras un remate de Javi Guerra que dio en el poste, el delantero valencianista aprovechó el rebote para definir con facilidad y poner el 1 a 0.
Valencia mostró un juego sólido y por momentos estuvo cerca de ampliar la diferencia, pero Thibaut Courtois, con intervenciones clave, mantuvo vivo al equipo blanco.
La segunda mitad estuvo llena de dramatismo. Un polémico penal sancionado por una supuesta infracción de Tárrega sobre Mbappé ofreció al Madrid la oportunidad de igualar, pero el remate de Bellingham se estrelló en el poste. Para colmo de males, Vinicius fue expulsado tras una agresión sin balón contra Dimitrievski, lo que dejó al equipo con diez jugadores.
A pesar de las adversidades, Luka Modric apareció para empatar el marcador a cinco minutos del final, demostrando una vez más su calidad y liderazgo.
Finalmente, en los últimos instantes, Bellingham se reivindicó al interceptar un mal pase de Foulquier en el área rival y sellar el 2 a 1 definitivo.
Valencia intentó responder, pero el destino le fue esquivo: un potente remate terminó en la unión del travesaño y el poste, dejando a los locales con las manos vacías.
Real Madrid celebró un triunfo lleno de carácter y se afianzó en lo más alto de la tabla, mostrando que su jerarquía sigue intacta.
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