Nelson Hugo Herrera: “Un presidente con visión de futuro”
FÚTBOL

Nelson Hugo Herrera: “Un presidente con visión de futuro”

Nacido en las entrañas del club BAP, fue hincha, jugador, dirigente y, desde 2018, está al frente de la entidad.

Nací en Junín en el barrio Emilio Mitre, a dos cuadras de la cancha de BAP. Lo que había era mucho terreno libre para poder jugar. El famoso potrero que le llamábamos. Estaba el campito de Richelmini, el de Sánchez, y cada uno tenía su nombre. Lo que pasaba en esa época era que nos rozábamos con los más grandes. 

Hoy los chicos tienen una o dos horas de fútbol, después el estudio y otras actividades complementarias. Antes era la escuela y el fútbol. Entonces, llegábamos a Primera con mucho más roce que las generaciones actuales.

Fui a la Escuela nº 12, en el barrio, y luego al Industrial. Aparte del fútbol con los chicos del barrio, íbamos a hacer básquet a Sarmiento, y algo de vóley en la escuela. 

Pero el club BAP era nuestro lugar. Después de la escuela, todos al club y hasta tarde, que no estaba lo iluminado de hoy. Ya jugábamos a la pelota con cualquier luz que se filtrara. Incluso había una cancha de básquet donde también jugábamos, pero todo dentro del club.

Fichábamos más tarde que ahora. Ya a los ocho años los chicos están fichados. Inclusive ya tienen tres o cuatro años de escuelita, si arrancan a los cuatro. Nosotros recién a los doce años podíamos ir a la Liga a ficharnos.

Acá estaba don Juan Torelli, que nos daba el famoso matecocido con glucolín. El presidente era el Vasco Azcárate. Estaba don Miguel Di Feo, cuyo nombre fue instituido a un salón del club, Basso, Bonetti, Carnigno, Cappio, Forzano; gente de la que nos quedan muy bonitos recuerdos.

Debuté en Primera a los 16 años. Me puso Hugo López en una final del Nocturno contra Origone en 1982/83 y perdimos uno a cero. Estaban en el equipo Zagrodny, Dufour, Barrios, Destéfani, Romano, Núñez.

Jugué poco tiempo porque tenía que operarme de un desgarro crónico en una pierna. Y tenía como vidriera a un amigo al que le había pasado lo mismo y no había quedado bien. Quise retomar por los 21 años, pero me molestaba mucho y no jugué más.

Con el pasar del tiempo estuve en cooperadoras de escuelas, en la comisión de la sociedad de fomento del barrio y, en la peña que tenemos acá en el club, fue saliendo la posibilidad de arrimarse más para colaborar ahí. Fui prosecretario, vicepresidente y me tocó ser presidente de BAP.

Pero desde el primer momento trabajé de la misma manera. Comenzamos con el tapial del club, donde se sacaron todos los ligustrines y otras plantas. Fue una obra importante porque incorporamos los portones de acceso. Esto nos favoreció porque en pandemia tuvimos que ingresar por República, que hoy es la puerta local de la cancha. Incluso se hizo más práctico porque en ese tramo República es un poco menos transitada que Yrigoyen. Los chicos pueden bajar directamente en la vereda. Se hizo más segura.

 Se hicieron salones, partes de los vestuarios, las canchitas de sintético. Quien por muchos años no estuvo en la ciudad, hoy viene al club y se pierde un poco.

Tenemos iluminada la cancha auxiliar y estamos viendo cómo podemos hacer con la principal. Lo que pasa es que tenemos la cancha más grande de Junín y la zona, inclusive con una pista a su alrededor. Esto hace que la estructura de luces tenga que ser más importante. Lógicamente hay que poner led y hoy los costos se fueron muy arriba. Seguramente vamos a ir poniendo alguna columna como para incentivar. Se está armando una cena para diciembre donde los fondos van a ir para las luces. Tenemos un lugar para hacer un gran estadio, porque dan los espacios. El problema siempre pasa por la parte económica. Seguramente las futuras generaciones podrán ir haciendo algo de a poco.

Tenemos ingresos por la cuota societaria, las concesiones de la cancha de tenis y el sintético, y la antena de telefonía. La antena en un momento nos rendía un montón. Hoy no es lo mismo. En su momento bancamos la obra del tapial, filtros para pileta, etc.; pero hoy se licuó el ingreso por la antena. Ayuda, pero no es lo de antes.

El club tiene un gasto mensual muy alto. Antes había un profe para cuatro categorías. Hoy tenemos desde predécima, décima, novena, octava, séptima, sexta, quinta, cuarta, primera, senior, femenino, y todo con profesores.

El mantenimiento del predio es costoso. Las tarifas de luz y los impuestos se fueron a las nubes. Cada vez más. No sé dónde va a terminar esto.

Nosotros ahora estamos terminando una entrada sobre República. Teníamos una cantina que quedó entre el sintético y la cancha auxiliar; molestaba donde estaba. En pandemia la demolimos. Hicimos otra en la entrada, que inclusive nos cambió mucho porque es el paso obligado de la gente. Estamos terminando cañerías de agua y cloacas para poder tener un espacio donde recibir dirigentes, etc., y tener una venta de indumentaria del club. Esto esta todo levantado, con las aberturas; faltan detalles.

Al lado de los vestuarios nuevos estamos encarando un lavadero. Es para uso propio. Es muy necesario por la cantidad de equipos que tenemos. Y al lado estamos haciendo los cimientos para hacer un gimnasio para exclusividad de los jugadores. En la entrada, en la casa antigua, se demolió una parte y compramos una prefabricada para el casero. Ya está colocada y le faltan algunas terminaciones. Y en lo que sería la casa vieja, antigua, al lado de lo que le decíamos el famoso vagón, que era la cantina del club, con tanta historia, vamos a ver si podemos hacer un museo para mostrar cosas de tantos años. Vamos despacio, todo es plata. Trabajamos mucho, ponemos mucha mano de obra nosotros, porque son como 75 metros que construimos y todo es plata. 

¿Maradona o Messi? Distintos tiempos. Uno, por ser más grande, se queda con la imagen de jugador de Maradona, que lo dio todo. Pero todos hicimos fuerza para que Messi sea campeón del mundo. Un fenómeno actual que se lo merecía y era lo que le faltaba habiendo batido cientos de records.

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