La década de los 80´ trajo consigo momentos y vivencias que marcaron a fuego la historia de la Argentina. Desde el desembarco de los saldados argentinos en las Islas Malvinas, hasta la consagración en México 1986, con un Diego Armando Maradona en un nivel superlativo.
En el medio, se disputaban los torneos domésticos organizados por la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), con representes juninenses en la máxima división, como Sarmiento y Mariano Moreno, que pusieron a Junín en el más alto nivel deportivo.
Corría diciembre de 1981, el “Bataraz”, de gran campaña en regional, disputó la final con Olimpo de Bahía Blanca en busca de ascender a Primera División. El 13, el elenco juninense viajó hacía tierras bahienses para afrontar el duelo de ida. Aquella tarde, fue victoria de Moreno por 4 a 3. Una semana después, el Eva Perón se paralizó con el choque definitivo, donde el “Aurinegro” ganó 2 a 1, pero no le alcanzó y el equipo de Junín, por primera vez en su historia, dio el golpe y se sentó en la mesa de los “privilegiados”.
Por su parte, el Verde, mientras su clásico rival peleaba por ascender a Primera, venía de hacer una campaña aceptable en el Torneo Metropolitano de 1981, ubicándose en la posición 13, con 30 unidades. El campeón aquel año fue el Boca, en lo que significó la única vuelta olímpica del “Pelusa” con la camiseta azul y oro.
El Torneo Nacional de 1982 comenzó a mediados de febrero, Moreno y Sarmiento serían los representantes de la ciudad.
La AFA sorteo el fixture del torneo, que estaba dividido en cuatro zonas y los dos mejores accedían a los cuartos de final, el “Bataraz” integró el Grupo “C”, junto con Boca, Central Norte de Salta, Estudiantes de La Plata, Gimnasia de Mendoza, Huracán, Rosario Central y Talleres. En tanto, el “Verde”, ya sin Ricardo Gareca, Carlos López y José Raúl Iglesias entre sus filas, recaló en la Zona “A”, con Independiente Rivadavia de Mendoza, River, Newell´s, Instituto, Quilmes, Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Nueva Chicago.
El 7 de marzo, la ciudad se paralizó con el cruce entre Sarmiento y Mariano Moreno, los dos representes de Junín y la región, que volvían a medirse en un nueva edición del clásico, pero, esta vez, en la máxima categoría del fútbol argentino, en el marco de la fecha interzonal.
Aquella tarde con una temperatura veraniega, con un Eva Perón colmado con las dos parcialidades, quedó grabada a fuego. El triunfo se lo llevó el “Verde”, que ganó 4 a 1. Antes de la media hora de juego, el local se imponía por 3 a 0 con un goles de Horacio Cordero, que anotó un doblete, y Aldo González, sin embargo, antes de irse al descanso, Moreno descontó a través de Oscar “Pinino” Más, que llegó esa temporada para darle un salto de calidad al equipo “Aurinegro”. En el complemento, Sergio Robles estampó el 4 a 1 final y cerró una jornada inolvidable para el fútbol juninense.
El “Bataraz” siguió con su travesía en Primera hasta el 16 de mayo, cuando finalizó el certamen doméstico, con dos unidades, producto de dos empates, 12 caídas y ninguna victoria. De esta manera, se colocó en la última posición y le puso fin a su experiencia en la máxima categoría. Además, anotó siete goles, todos convertidos por Más, que al año siguiente cruzó de vereda y se puso la camiseta del Verde.
Sarmiento, por su parte, ocupó el anteúltimo lugar, con 11 unidades, luego de cosechar dos victorias, siete empates y cinco caídas. Al año siguiente, en 1983, el elenco de Junín descendería a la segunda categoría del fútbol argentino.
El campeón de aquel torneo fue Ferrocarril Oeste, de la mano de Carlos Timoteo Griguol. El clásico entre Sarmiento y Moreno, con el paso de los años, no volvería a efectuarse en Primera, pero si se enfrentarían por los campeonatos organizados por la Liga Deportiva del Oeste.
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