Ignacio Cacheiro tuvo su debut profesional en el 2013, con la camiseta de Sarmiento, y pasó por diferentes equipos argentinos con el paso del tiempo. El futbolista fue parte de Guillermo Brown de Puerto Madryn y Patronato de Paraná y, en el medio, tuvo su primera experiencia en el exterior, en el Aucas de Ecuador.
Cacheiro, que a fines de 2014 ascendió a la Primera División del fútbol argentino con el Verde, pudo dar el salto a Europa en septiembre del 2020 tras estar seis meses parado en Argentina por la pandemia del Covid-19. El deportista local emigró al Craiova 1948 de Rumania, donde consiguió el ascenso a la máxima categoría.
Ignacio dialogó con Democracia sobre su paso por el fútbol rumano y recordó de qué manera recibió el llamado para sumarse a las filas del Craiova, que en ese momento militaba en la Segunda División de Rumania.
“La experiencia fue positiva. En Rumania crecí y pude ver la vida y el fútbol de otra manera, ya que sufrí mucho y la pasé mal. Además tuve la suerte de jugar en Europa y salir campeón profesionalmente”, indicó. “Estaba en mi casa con mis amigos jugando a la play y me mandan un mensaje por Facebook preguntándome si me interesaba ir a jugar a la Segunda División de Rumania. En el momento pensé que era un chiste. Al otro día me escribió por Instagram, entonces decidí buscarlo, y me di cuenta que esa persona que me escribía pertenecía a un grupo de representantes conocidos en Europa”, contó.
El grupo de representantes conoció a Nacho a través de la página Transfermark, que se encarga de recopilar datos de cada jugador, le pone un valor estimado y brinda las características y virtudes de cada futbolista. Además, antes de contactarlo, el equipo de agentes italiano se encargó de averiguar si el juninense contaba con la ciudadanía italiana.
Cacheiro, que en sus dos etapas en Sarmiento (2013-2016 y 2017-2018) anotó 11 tantos, aseguró que no le costó tomar la decisión de mudar sus goles al fútbol rumano.
“Pasé de Chacarita directo al Craiova 1948 de Rumania, en septiembre del 2020, y no lo dudé porque quería vivir una nueva experiencia. Además, en Argentina estaba todo cerrado por la pandemia”, comentó.
“No me costó tomar la decisión de ir a Rumania, porque estuve 6 meses sin jugar al fútbol y estaba en duda el inicio del campeonato. Dos días después del primer contacto con el grupo de representantes ya tenía el contrato y el pasaje para viajar”, expresó.
El exdelantero de Patronato de Paraná explicó cómo es el fútbol en Rumania y sus diferencias con el argentino. Además, recordó las lesiones que lo terminaron marginando por un largo tiempo de las canchas rumanas.
“El fútbol en Rumania no es agresivo, se deja jugar, dentro de la cancha hay espacios para poder desplegar el juego. Es diferente al argentino, no es dinámico”, aseguró. “Tuve la mala suerte de lesionarme mucho en Rumania, y jugué poco. Llegué y el segundo partido arranqué de titular, sin pretemporada ni nada, y me desgarré. Estuve dos meses sin jugar. Después volví y me lesioné de nuevo”, indicó.
Ignacio, que hace dos años vive en la isla de La Maddalena, en Cerdeña en el norte de Italia, se refirió a las dificultades y la difícil adaptación en tierras rumanas.
“La adaptación fuera de la cancha es fundamental para que se pueda tener un buen rendimiento. Lo que vos haces en el campo de juego es el reflejo de cómo te sentís. Si estás tranquilo, bien psicológicamente y tenés buena relación con el club o la gente terminás rindiendo”, declaró.
“En Rumania, el problema es fuera del fútbol porque la vida es un poco complicada. Por ejemplo, siempre hace frío, a las cuatro de la tarde es de noche y además, los rumanos me apartaban y se juntaban entre ellos. No logré adaptarme ni dentro de la cancha ni fuera”, detalló. “Por suerte estaba Federico Taborda, que es arquero y nació en Pergamino. Lo conocí en Craiova, había llegado una semana antes que yo y me ayudó a poder comunicarme porque hablaba en inglés”, narró.
El juninense, que dentro de algunos días estará en Argentina de vacaciones, contó la pasión que tienen los hinchas rumanos y habló sobre las vivencias que experimentó con los simpatizantes del equipo europeo.
“El Craiova tiene muchos hinchas, y son complicados, porque en algunas ocasiones fueron al hotel donde concentrábamos para apretarnos, no de mala manera, pero metían presión, nos decían que teníamos que salir campeones. Además, antes que finalice el torneo iban a los entrenamientos y tiraban fuegos artificiales. Se hacían sentir”, explicó.
Por último, Cacheiro, que el próximo 30 de junio se le vence el contrato en el Ilvamaddalena 1903 que milita en la Quinta División del fútbol italiano, expresó el deseo de continuar su carrera en Europa.
“La idea es seguir en Europa. Cumplí 30 años, busco la tranquilidad y en la isla que vivo encontré un sitio seguro, no hay inseguridad y los hinchas no te agreden”, concluyó.
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