River Plate apeló ayer al carácter para vencer a Sporting Cristal de Perú, por 4 a 2, en una noche intensa y caliente de Copa Libertadores, con otro marco completo en el Más Monumental que le aportó mayor emotividad al juego.
Nicolás De La Cruz, Esequiel Barco (en dos ocasiones) y Pablo Solari convirtieron para el club de Núñez, mientras que el brasileño Ignacio Da Silva y el ecuatoriano Washington Corozo marcaron para los peruanos. El equipo de Martín Demichelis logró sus primeros puntos en el grupo D y se posiciona tercero, detrás de Fluminense de Brasil (6) y The Strongest de Bolivia (3), que tiene mejor diferencia de gol (+1 contra 0).
El primer tiempo fue atrapante e intenso. Sporting Cristal pegó primero y rápido con el gol de cabeza de Da Silva, quien libre de marcas aprovechó la pelota parada. River contestó poco después con un remate de Ignacio Fernández que el arquero Renato Solís mandó al córner y lo empató con De La Cruz. El uruguayo conectó de cabeza, en soledad, el centro preciso de Enzo Díaz para el 1 a 1.
Barco ratificó su buen momento, buscó el espacio entre muchas piernas rivales y sacó el remate que contó con la floja respuesta de Solís para el 2 a 1. El equipo de Demichelis tuvo dos minutos fatales. Corozo recibió un pase en profundidad entre Paulo Díaz y Leandro González Pírez, y se disponía a definir en su entrada al área, hasta que fue derribado por Enzo Díaz. El ex Talleres vio la roja y Cristal lo empató con la pegada prodigiosa del propio Corozo, en el tiro libre.
La segunda parte empezó con cambios acertados de Demichelis: Aliendro y Solari en lugar de De La Cruz y un flojo Rondón. El ex Colo Colo aportó mayor desequilibrio en ataque y de una jugada suya se generó el tercero de River. Barco capturó un rebote y sacó un remate que se desvió en Da Silva que descolocó a Solís. Con Aliendro, River se estabilizó en el mediocampo y se permitió la salida de Nacho Fernández para rearmar la defensa: Andrés Herrera entró por el ex Gimnasia y Casco cubrió la ausencia de Enzo Díaz.
El clímax de la noche en Núñez se produjo con el gol de Solari. Enzo Pérez lo asistió con un gran pase media distancia y el autor del tanto agónico ante Newell's la picó sobre la salida de Solís. Después del cuarto tanto, River, con el oficio de Enzo Pérez, manejó el partido sin sobresaltos y celebró con su gente una victoria tan costosa como imprescindible.
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